MADRID. El sentimiento negativo en las bolsas se está alargando más de lo previsto y, de momento, no ha habido tregua. Desafortunadamente, los índices generales de todo el mundo llevan una corrección ‘descarada’, con especial mención al hecho de que la mayor bofetada se la están llevando las bolsas europeas y las asiáticas.
Ahora mismo es difícil adivinar cuando se puede declarar el fin de la tormenta bursátil. Fundamentalmente seguimos convencidos de que la situación y el entorno económico de los países y de las empresas no es tan mala como reflejan las bolsas y que hay un factor importante de exageración en las valoraciones actuales.
Llama mucho la atención que después de los temores con China y el bajo precio del petróleo, ahora vuelve a ser el sector bancario quien quita el aliento a los inversores. ¿Justo ahora que supuestamente el BCE les ha obligado a reforzar significativamente el capital para no sufrir en tiempos tormentosos? Un ejemplo más que demuestra que la bolsa puede tener un comportamiento muy irracional en momentos puntuales - tal vez es el aspecto más importante que debe tener en mente siempre el inversor que invierte en mercados financieros. Bien pues, ‘comportamiento irracional’ ¿pero que puedo hacer yo?
En primer lugar, tener claro que las tormentas en bolsa forman parte del juego. El problema es cuando el tiempo de espera –y las pérdidas- se nos hace demasiado largo, y para muchos ya se ha llegado a este punto.
En segundo lugar, para el inversor que no está dispuesto a soportar más caídas, recomendamos buscar refugio en activos que lo vienen haciendo bien en este entorno complicado y que garantizan participar en un rebote repentino. Ejemplos: invertir en volatilidad o gestión multi-activo flexible con enfoque macro (perdón por la jerga).
Finalmente, para liquidez que busca desesperadamente rentabilizarse y que uno no quiere exponer a los vaivenes de las bolsas, vale la pena levantar la vista del ombligo de los productos tradicionales y buscar diversificación en la inversión alternativa: seguros garantizados de vida-ahorro con remuneración fija y activos líquidos no cotizados.
Con una adecuada (e independiente) selección de la aseguradora y la solvencia de los emisores, aumentamos la seguridad de nuestras carteras -seguro de vida ahorro-, disminuimos la volatilidad -seguros y activos no cotizados- y reducimos el riesgo de ‘impago’ a cambio de una buena rentabilidad -activos no cotizados- en un entorno que dificulta la obtención de rentabilidades satisfactorias, debido al bajo nivel de los tipos de interés y las tensiones recurrentes a las que han estado expuestas las bolsas desde el verano de 2015.
¿Quién le puede ayudar a tomar la decisión más adecuada para sus objetivos y perfil de inversión? Evidentemente, un asesor financiero profesional, experimentado, certificado por la CNMV y alineado con sus intereses. Recuerde que hay una EAFI cerca de Ud. y que le atenderán sin compromiso. Le aseguro que no se arrepentirá de escucharlos, e incluso igual le sorprenden.
Christian Dürr es director de Inversiones de Ética Patrimonios EAFI