VALÈNCIA. A medio año de los comicios municipales, aflora en València una de las cuestiones que más ha tensionado a lo largo de este mandato las relaciones entre Compromís, PSPV y València en Comú en el Govern de la Nau: el urbanismo. Los grandes proyectos de la ciudad en este campo han acostumbrado a ser campo de batalla entre los socios, especialmente por las grandes diferencias ideológicas que existen entre los socialistas y la marca de Podemos. Y aquí, la coalición valencianista ha tenido que adoptar un difícil rol de árbitro.
Después de tres años de convivencia en la misma bancada, la formación morada cree que "el cambio" no ha sido lo suficiente profundo, mención especial para los planes relativos al planeamiento urbanístico de la capital que en su mayoría han dependido de instituciones dirigidas por los socialistas. Son 'espinas' clavadas en Podemos València y en el grupo municipal de València en Comú dirigido por María Oliver.
La también edil de Vivienda es bien consciente de que la escasa fuerza de su grupo dentro del equipo de gobierno, con 3 concejales de un total de 17, le ha impedido ejercer más presión. Por ello, su aspiración es incrementar, aunque sea por la mínima, su músculo en el consistorio en la próxima cita con las urnas. Los morados necesitan un "peso específico para tener realmente un cambio profundo", admitió Oliver en la presentación de su candidatura para liderar la lista de Podemos al Ayuntamiento.
Anunció la dirigente de Podemos, que se presenta de la mano del secretario general de València Jaime Paulino, que en la negociación de un Govern de la Nau 2.0, el urbanismo no va a ser una cuestión menor. "Vamos a poner encima de la mesa una serie de condicionantes", advirtió, que pasarían por un "urbanismo social y no técnico": revisar proyectos como la Zona de Actuaciones Logísticas (ZAL) y los PAIs del Grao y de Benimaclet, entre otros puntos.
La negociación deberá ser, a juicio de Oliver, en términos de objetivos y no de competencias, y lo ejemplificó: "No me importaría no llevar Vivienda si aseguramos que la vivienda que se va hacer es social". En ese sentido, apuntó que la empresa urbanística municipal Aumsa, presidida ahora por el concejal de Urbanismo socialista Vicent Sarrià, debería desarrollar la vivienda en la ciudad. "No quiere decir que queramos llevar Urbanismo", matizó. "El modelo de ciudad se debe diseñar de forma global y la empresa municipal Aumsa debe tener un claro objetivo de gestión de vivienda social".
Precisamente esta ha sido una de las fricciones competenciales entre los socios. En València en Comú alegan que la entidad pública tiene mucha más capacidad para desarrollar la construcción de vivienda que la propia Concejalía de Vivienda. La mercantil municipal ya ha presentado un plan hasta 2021 para construir cerca de 300 viviendas para alquiler. En ese sentido, Oliver insistió en que en 2019 se deben establecer los objetivos para llevar a cabo una "reestructuración" de los compartimentos con los que ha trabajado el tripartito.
Uno de los puntos que entran dentro de estos "condicionantes" es el de la Zona de Actuaciones Logísticas (ZAL) que la Autoridad Portuaria, encabezada por el socialista Aurelio Martínez, está impulsando en La Punta. En Podemos lo tienen muy claro: hay que paralizarla. Oliver denunció que su grupo no estuvo en las primeras conversaciones entre Ayuntamiento y Puerto, sí en las posteriores. "Aurelio dijo que la ZAL se había quedado pequeña, así que si no va a ser una zona logística, a lo mejor hay que parar la tramitación", que ahora depende de la Generalitat Valenciana y de la Conselleria de Obras Públicas, también dirigida por la socialista María José Salvador. Una postura en la que su socio, Compromís, está de acuerdo. Al menos a nivel interno, pero el discurso de los dirigentes de la coalición, no obstante, ha ido matizándose a lo largo del mandato.
El diseño del PAI del Grao también levantó ampollas en su momento en València en Comú. Según Oliver, Podemos lo recibió "con preocupación" debido al "diseño continuista" respecto a las políticas urbanísticas del anterior gobierno del Partido Popular. "Nosotros apostamos por una ciudad a escala humana, y este PAI no parece responder a estas características". Aunque algunas disensiones entre socialistas y morados no se han solucionado, la tramitación del plan continúa. En el mismo sentido cuestionó el PAI de Benimaclet. Aunque en este caso admitió que hubo un trabajo de participación ciudadana, también "se está poniendo encima de la mesa paralizarlo o no".
Bien se podría sumar la actual tirantez por la rehabilitación o reedificación de los Bloques Portuarios. Sobre ellos, València en Comú apuesta por la rehabilitación más sencilla, mientras que el PSPV aboga por el derribo del complejo y su nueva construcción. Aquí Compromís, mediante el alcalde Joan Ribó, sí que apoyó la idea de la rehabilitación "siempre que sea posible".
Son todos ellos puntos que Podemos llevará a las negociaciones de cara a una reedición del Pacte de La Nau y que tendrán especial trascendencia. Objetivos que reviertan todos estos planteamientos, a juicio de Oliver, más propios de otras políticas de antaño.
Sin embargo, en las filas socialistas no preocupa demasiado. Su portavoz en València Borja Sanjuán respondió este martes que "es mucho más constructivo hacer que criticar, incluso que proponer". En esa misma línea, quiso resaltar que los socialistas ostentan "la credibilidad" para hablar de todas las áreas que gestionan. Y resaltó que su grupo ha sido "el que más ha gestionado políticas de vivienda". "Un aval que nos diferencia a nosotros", sentenció.
Respondía Sanjuán en una rueda de prensa donde los socialistas presentaron un Foro de Vivienda organizado por el partido. "Existen serias dificultades en muchos colectivos para acceder a una vivienda y 4 de cada 10 viviendas se están comprando para inversión y no para uso residencial", destacó. Por ello, se quiere "reflexionar y continuar planteando medidas propias" en una cita a la que se ha invitado a responsables de las diferentes administraciones, entidades vecinales como Salvem el Cabanyal o Amics del Carme, y gestores de proyectos exitosos en otras ciudades.
Será la tercera cita que organiza el PSPV de València en poco más de dos meses. A principios de otoño, hizo lo propio con un Foro de Movilidad; y hace dos semanas, con unos Foros acerca de Fallas. Ambas cuestiones actualmente dependen de delegaciones que ostenta Compromís (Giuseppe Grezzi en Movilidad, y Pere Fuset en Cultura Festiva). El área de Vivienda, sobre lo que versará el próximo compromiso, depende, como se ha dicho, de María Oliver (València en Comú).
Respecto a esto, Sanjuán subrayó que los socialistas buscan una "vocación constructiva" y que, aunque el partido "ha dicho la [opinión] suya" en estos encuentros, lo ha hecho "sin contradecir a sus socios".
Con todo, lo que parece evidente es que la política urbanística será uno de los ejes de cara a los próximos meses. Tanto unos como otros harán de su "modelo de ciudad" uno de sus puntos destacados en el programa electoral y quizá se convierta en uno de los factores más diferenciadores dentro de la izquierda. La carrera electoral en este espectro político, por tanto, se juega en el ladrillo.