VALENCIA (FOTOS: EVA MÁÑEZ). “Falta chispa, sacar proyectos; necesitamos propuestas y proyectos que estén avanzados cuanto antes”. El administrador principal de la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea (CE), Bernardo Urrutia, animó este miércoles al Gobierno de España y a los operadores del sector ferroviario a presentar proyectos solventes y creíbles de los corredores ferroviarios para que obtengan el respaldo financiero de la CE. Lo hizo después de que en la primera selección de proyectos para ser financiados con fondos europeos, con un presupuesto de 13.000 millones de euros, el Corredor Mediterráneo español haya obtenido menos de 100 millones.
Según advirtió el dirigente, en marzo de 2016 la CE realizará un informe preliminar sobre la actualización de corredores prioritarios y en junio de ese mismo año los ministros de transportes de la UE y el Parlamento Europeo realizarán una primera revisión sobre las obras realizadas. De los nueve corredores prioritarios, aquellos que estén más avanzados y sobre los que haya una apuesta clara serán los que obtengan la prioridad para los próximos años.
“Es importante asegurar que los proyectos funcionan bien, porque esto va a ayudar a que se valoren mucho más positivamente”, dijo Urrutia que pronunció una conferencia en el encuentro empresarial e institucional sobre el Corredor Mediterráneo -organizado por Valencia Plaza con la colaboración de Broseta, el ForoPPP y Everis-.
El ejecutivo de la CE explicó que a la primera convocatoria para repartir 13.000 millones de ayudas a infraestructuras prioritarias –realizada a finales de 2014 y adjudicada en julio de 2015- se presentaron 681 proyectos que sumaban 32.657 millones de posibles subvenciones. De ellos, más de 100 eran españoles.
En una primera criba realizada por asesores externos quedaron 452 proyecto por un total de 24.067 millones. La segunda criba, que realizó un grupo de expertos de la propia CE, quedaron 276 proyectos que sumaban 13.017 millones. “Hemos visto muchos proyectos de muy buena calidad, muchos de ellos españoles, que no han podido ser atendidos por la alta demanda”, afirmó Urrutia, quien destacó que también hay proyectos que fueron descartados por falta de calidad técnica o porque no están avanzados.
España había presentado más de 100 proyectos que sumaban 2.400 millones. Finalmente, la CE aprobó 31 con una subvención de 882 millones. El Corredor Mediterráneo obtuvo 1.283 millones de ayudas, pero dos terceras partes, 813 millones, se fueron a la línea Lyon-Turín. En el tramo español cabe destacar los 39 millones conseguidos para la conexión del Corredor con el Puerto de Barcelona y los 18,6 millones de la línea Barcelona-Tarragona-Valencia, destinados a la conexión con Almussafes.
Urrutia anunció que el próximo mes de noviembre la CE realizará una segunda convocatoria, por importe de 7.600 millones, aunque gran parte será para estados que tienen acceso a los Fondos de Cohesión, y animó a presentar los proyecto que se quedaron fuera en la primera. El plazo acaba en 2016.
Por su parte, el presidente de la comisión de expertos para la identificación de Proyectos de Inversión del Plan Juncker y exvicepresidente de la Comisión Europea, Henning Christophersen, pidió comprensión con la Comisión Europea a los diferentes territorios que la componen, a quienes recordó “la complejidad de escoger los proyectos maduros” que recibirán la primera ronda de ayudas europeas para su desarrollo.
El dirigente ha instado a las administraciones públicas a “simplificar los procedimientos para la licitación” de los proyectos seleccionados en el Plan Juncker, todo con el objetivo para acortar los plazos de ejecución.
Respecto a la elección de los proyectos, Christophersen ha subrayado que Europa deberá velar por que las infraestructuras cumplan con las expectativas creadas y reflexionar sobre su impacto. “Dentro de unos meses se le van a plantear unas preguntas desagradables a la Comisión Europea: ¿Dónde está el dinero? dónde están los puestos de trabajo que se dijo que se iban a crear?”, se ha preguntado.