VALÈNCIA. Las dos últimas décadas han sido testigo de una creciente y rápida digitalización de todas las industrias. El sector turístico no es una excepción, liderando incluso algunas líneas de esta tendencia como la comercialización de servicios y productos a través de Internet. El turismo requiere de una aceleración para digitalizarse y estar constantemente actualizado utilizando las tecnologías, muchas veces emergentes, que sus clientes utilizan. Los turistas cada vez más digitales, obligan a llevar a cabo una constante y ágil digitalización para satisfacer sus necesidades en el ciclo del viaje.
Precisamente, estos cambios requieren de talento y la falta del mismo amenaza con que el sector turístico no pueda adaptarse a los cambios a la velocidad que requiere el mercado. El problema es general, se deben cubrir muchos puestos con perfil tecnológico en todos los ámbitos. Por ello, el interés de la Comunitat Valenciana se centra en atraer, retener y formar talento tecnológico para el sector turístico.
La dificultad estriba en ser capaces de diseñar un plan de acción que sea efectivo para la consecución del objetivo perseguido. Desde el ToT Lab, junto con Invat·tur, se ha realizado una investigación dirigida a ofrecer a los gestores del destino y empresas información e ideas que les supongan una importante diferencia a la hora de diseñar acciones específicas, contribuyendo a mejorar el retorno de la inversión prevista.
Así mismo, el Informe completo para la Atracción de Talento Tecnológico en Turismo, redactado por el departamento Tourism of Tomorrow Lab (Tot Lab) de Necstour para el Invat·tur, propone tres estrategias para solventar los problemas.
En primer lugar, crear una cantera, ya que cada vez más se está imponiendo la aparición de iniciativas que pretenden formar a este tipo de profesionales para tratar de suplir esta escasez. Existen ejemplos como el Telefónica Campus 42 o la iniciativa “Technological Talent Attraction Programme for the Tourism Industry in Andalucía” desarrollada por Andalucía Lab durante 2020 y 2021.
Estas iniciativas no están exentas de retos y dificultades que son necesario tener en cuenta. Por ejemplo, existe multitud de oferta formativa en materia tecnológica y generalista (no específica en un sector). Crear y posicionar un programa formativo en materia tecnológica que destaque entre el conjunto de cursos, bootcamps, másters, etc. en los distintos formatos que existen en el mercado es una tarea muy complicada. También es necesario contar con formadores especializados que conozcan el turismo y la parte tecnológica.
Por otro lado, está la capitación de mandos intermedios. Dirigidos a un tipo de profesional que ya desarrolla su actividad profesional en el sector turístico y que desea adquirir o profundizar sus competencias en materia de innovación tecnológica. El objetivo sería aprovechar los recursos humanos de los que la Comunitat dispone en el sector turístico en lugar de hacer el esfuerzo por atraer al sector a otros perfiles.
Se trataría de profesionales con cierta experiencia previa y por tanto con un profundo conocimiento de negocio que, para incorporar nuevas tecnologías e innovaciones con potencial impacto en su campo de actuación, precisa adquirir una serie de conocimientos a través de la realización de un programa formativo especializado. En definitiva, de una estrategia de “up-skilling” para profesionales turísticos situados en puestos intermedios o directivos.
Consiste en formar a profesionales de sectores técnicos (programadores, diseñadores, ingenieros, matemáticos, etc.) para que adquieran la lógica de negocio necesaria para desempeñar su trabajo en el sector turístico. En este caso, prácticamente se podría respetar los módulos desarrollados invirtiendo el tipo de profesional que lo cursa (en este caso profesionales tecnológicos) que a través del uso de las tecnologías y herramientas que ya conocen fruto de su desempeño profesional, pretenden conocer la lógica de negocio y los procesos que específicamente tienen lugar en un subsector del turismo para aplicar su conocimiento técnico en él.
La diferencia con el anterior enfoque es el nivel tecnológico de cada módulo, que puede ser mucho más avanzado, y el foco debe de estar en el estudio y desarrollo de customizaciones necesitadas en el sector turístico.
En conclusión, las necesidades en materia tecnológica del sector turístico y la alta demanda en el mercado laboral de determinados perfiles hacen pensar en la oportunidad de poner en marcha un programa de formación específico de atracción o desarrollo de talento tecnológico sectorial. Los objetivos serían, por un lado, aumentar la demanda de perfiles tecnológicos por parte de las empresas turísticas.
Por otro lado, la retribución media en el sector y la alta demanda puede hacer muy difícil la retención de los perfiles formados. Se debe luchar por mejorar las condiciones laborales y su flexibilidad. Las empresas turístico-tecnológicas locales, otro posible usuario de estos perfiles, son escasas y de pequeño tamaño: las grandes empresas funcionan como imanes para estos perfiles profesionales.
En tercer lugar, incentivar la agrupación de pymes para trabajar y potenciar la formación de clúster como Adestic. Por último, las empresas turísticas no están como una opción en la mente de los perfiles tecnológicos, por lo que es necesario mejorar la imagen con proyectos innovadores y publicación de informes sobre la innovación en el turismo.
