Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El envejecimiento de la población, la baja natalidad y la mayor esperanza de vida en los últimos años evidencian la necesidad de ampliar la oferta de residencias de mayores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda disponer de cinco plazas por cada 100 mayores de 65 años, unas ratios que no se cumplen en la Comunitat Valenciana cuyo mapa residencial refleja que se debe incrementar el número de camas. Un problema que se extiende a nivel nacional.
A fecha de 2020, la autonomía contaba con 27.744 camas distribuidas en 325 centros en las tres provincias, según la consultora Colliers. Unas cifras insuficientes para atender las necesidades de la población valenciana y cumplir con los estándares de la OMS. De hecho, la consultora calcula que la región precisa alcanzar las 49.465 camas para ofrecer una buena cobertura asistencial, casi el doble de las que actualmente tiene.
De acuerdo con sus datos, el número de centros en la región valenciana, tanto públicos como privados, ascendía a 325 en 2020, con una oferta total de 27.744 camas. De ellas, 252 son de titularidad privada y concentran el grueso de la oferta, el 77,54% del total, con 22.025 plazas. La oferta pública -tanto autonómica, local y provincial- alcanza los 73 centros, con 5.719 camas.
Por provincias, el mayor volumen lo concentra Valencia que aglutina 187 residencias de mayores con una oferta de 15.547 plazas. Le sigue Alicante, con 98 centros y 9.108 camas y Castellón, con 40 espacios residenciales y 3.089 plazas. Dotaciones que no cubren la demanda existente provocando desequilibrios en la prestación del servicio no solo en la autonomía valenciana, sino también en otras regiones como Andalucía, Región de Murcia, Cataluña, Madrid o Canarias, que tampoco cumplen con las ratios que establece la OMS.
Así, el déficit en la Comunitat Valenciana es de 21.721 camas para poder llegar a las cerca de 50.000 requeridas para prestar una cobertura óptima de acuerdo con su población. Principalmente se necesita incrementar la red en la provincia de Valencia, con 9.243 unidades más, mientras que en Alicante se precisan 9.922 plazas más y las 2.556 restantes en Castellón, según los datos de la consultora en base a las ratios de la OMS.
"Los operadores más relevantes en Comunidad Valenciana, por número de centros y camas son Savia, DomusVi y Ballesol, que superan de forma conjunta las 5.500 camas, aproximadamente el 20% de la oferta total en la Comunitat Valenciana", explica Jorge Laguna, director de Business Intelligence en Colliers para la Comunidad Valenciana.
No obstante, hace unas semanas la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas anunciaba la licitación de 1.539 nuevas plazas en la Comunitat Valenciana con la finalidad de atender la gran demanda que existe en el ámbito de las personas mayores.
Una decisión a la que se sumaba un nuevo contrato para la puesta a disposición de 7.100 plazas que pondrá fin 'al modelo Blasco-Cotino para primar la calidad por encima de negocio'. Así, esta nueva licitación, según explicaba la consellera y vicepresidenta, Mónica Oltra, busca unificar en un único expediente todas las plazas privadas puestas a disposición de la Conselleria y que se incorporan al Sistema Público Valenciano de Servicios Sociales como plazas que son sostenidas con fondos públicos. En concreto serán 5.075 plazas con contrato vencido o próximo a finalizar, así como las 406 que vencerán a lo largo de 2022 y las 80 que lo harán en 2023.
Y es que, si la actual oferta ya es limitada, de no incrementarse el número de plazas la situación podría agravarse en los próximos años dado el evidente envejecimiento de la sociedad española. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la población de España aumentará casi un millón de habitantes en 15 años, de mantenerse las tendencias demográficas actuales, y el 26,5% de sus ciudadanos serán mayores de 65 años.
A ello se suma los bajos índices de natalidad. Solo este año, los nacimientos han bajado un 6% en España, 21.411 menos. La caída es aún mayor si se compara con 2010, con un descenso del 30% de la natalidad, según datos del INE. Por tanto, la previsible evolución demográfica en España pone de manifiesto la necesidad de ampliar los centros en los próximos años.
Al respecto, Colliers calcula que España precisa de 200.000 nuevas plazas en los próximos años para "reequilibrar la oferta y la demanda". Y, todo ello, en un contexto de crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus que ha evidenciado una cierta debilidad en la capacidad sanitaria, con especial incidencia en las residencias de mayores.
En este contexto, e los próximos 14 años, atendiendo al crecimiento de la población, la Comunitat Valenciana necesitará 69.047 nuevas plazas. Por tanto, si la oferta actual es de 27.744 habrá que ampliar la oferta en 41.303 camas para cumplir con los estándares que marca la OMS. Según las proyecciones del INE, en 2035 la población valenciana mayor de 65 años se incrementará cerca de un 30% al pasar de los 989.293 ciudadanos que hay ahora mismo en esa franja de edad a cerca de 1,3 millones.
Tanto es así, que lo cierto es que en los últimos años el apetito inversor por el sector sanitario y, en particular por las residencias de mayores, ha ido en aumento. En 2020, el volumen de inversión alcanzó los 417 millones de euros, de los cuales 280 millones de euros se destinaron estos centros, según datos de la consultora JLL. Además, sus rentabilidades son altas y alcanzan el 5%.
Además, la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la importancia del sector de la salud no sólo para la mejora de la calidad de vida de las personas, sino también para el sostenimiento de la economía de la mayoría de países. Por ello, se prevé que la inversión en salud aumente a futuro. "La baja cobertura de camas, por debajo de las recomendaciones de la OMS, y el rápido crecimiento
de la población, apunta a que España es un país atractivo para el mercado de inversión en este segmento", señalan desde Colliers.
