Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. El Ayuntamiento de Valencia anunciaba el pasado viernes el mantenimiento para el próximo ejercicio de la rebaja impositiva aprobada para 2024, pero incluía un incremento del 3% al 4% del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO). Un gravamen que no solo afecta a obras de nueva planta y ampliación de edificios, sino también a reformas tanto estructurales como de aspecto, lo que ha generado el descontento en el sector inmobiliario, dada la situación actual de la vivienda.
Tanto es así que promotores y constructores han cargado duramente contra la decisión del gobierno de María José Catalá al considerar que afectará al precio final de un inmueble en un momento de máxima dificultad en el mercado de la vivienda. Desde el consistorio defendieron la medida en la necesidad de "armonizar" el mencionado gravamen con otros grandes municipios en un momento en el que se está viviendo una "reactivación" inmobiliaria, algo que rechaza el sector.
Concretamente, Francisco Zamora, presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec), considera "mala" la decisión y afirma no entenderla después de que "la Generalitat Valenciana y el propio Ayuntamiento hayan prometido una bajada generalizada de impuestos". "Subir en estos momentos el ICIO, cuando faltan viviendas, lo único que hace es encarecerla y propiciar que sea aún más difícil su acceso porque ese impuesto se repercutirá en el comprador final", señala.
En este sentido, afirma que las obras serán más caras, después de años de alzas por el encarecimiento de los costes de la construcción y los materiales. Y ello se reflejará en el precio final para el comprador. Incluso, dado que este impuesto afecta a cualquier tipo de reforma, también puede afectar a los alquileres en el caso de que el propietario haya adecuado el piso.
"Si lo que queremos es vivienda asequible, eso se contradice con esta subida. Pero también con lo que pretende el Plan Simplifica, que es precisamente simplificar cuestiones relativas a la burocracia y ello implica que debe haber menos impuestos", subraya el presidente de la patronal de la construcción en la Comunitat. "Es una barbaridad que se vuelva a gravar un bien de primera necesidad y que es un derecho constitucional como es la vivienda, que ya está cargado con el 30% de impuestos", subraya.
De igual modo, desde la Asociación Valenciana de Promotores (Aprova) critican esta medida del Ayuntamiento de València porque coinciden en señalar en que subirá los precios de las obras y, por tanto, encarecerá la vivienda. De media, calculan que pueden ser 1.000 euros más por inmueble de obra nueva, aunque dependerá de cada caso. En el caso de una reforma, pueden ser hasta 200 euros extra.
"Nos preocupa y extraña que en un contexto de bajada de tipos de interés se vaya en la dirección contraria", afirman para señalar que debería armonizarse este impuesto en todos los municipios para evitar desequilibrios entre localidades. "Es una reflexión que se debería de abordar", remarcan desde Aprova. Con todo, el sector baraja remitir un escrito al equipo municipal para analizar el nuevo escenario presentado para 2025.
