La construcción de obra nueva se estabiliza pero no se frena, según los expertos

2/06/2019 - 

VALÈNCIA (EFE). La construcción de vivienda ha entrado en fase de estabilización y aunque hay margen para seguir creciendo, pues la oferta aún no cubre la demanda, a corto plazo no se volverán a repetir crecimientos como el de 2018, cuando los visados de obra nueva subieron el 25%.

La Comisión Europea prevé que la inversión en construcción de viviendas en España moderará su crecimiento al 4 % en 2019 y al 3,2 % en 2020, después de subir el 6,9 % en 2018, el 9 % en 2019 y el 7 % en 2016, lo que, según los expertos consultados por Efe no significa un "frenazo", sino la normalización del sector.

En cuanto a la revisión a la baja de previsiones que han hecho promotoras como Neinor o Quabit, la atribuyen a la dilación a la hora de obtener las licencias y a que algunos compradores podrían retrasar su decisión de compra por la ralentización de la economía, la situación política o dudas sobre el "brexit" o la nueva regulación de alquileres e hipotecas.

En 2018, se superaron los 100.000 visados (lo que no ocurría desde 2009), un crecimiento que no se repetirá en 2019, cuando se prevé que se concedan 110.000 (+10 %), según el director de Estudios de Pisos.com, Ferran Font, que ha apuntado que para un mercado "sano" lo ideal sería unos 150.000 visados al año.

"Hay un interés creciente en la obra nueva. Los datos que gestionamos no deparan un frenazo, lo catalogaríamos más bien de normalización de las cifras", según Font, que ha considerado que lograr 150.000 visados al año permitiría dar producto a la demanda existente y eliminar "presión" (sobre precios) al mercado de segunda mano.

Ritmos de venta "buenos"

"Los ritmos de venta siguen siendo buenos y la mayoría de las promociones venden todas las viviendas antes del fin de la obra, si bien es cierto que se observa un ligero alargamiento sobre lo visto en los últimos años", ha dicho el director ejecutivo Residencial de Savills Aguirre Newman, Arturo Díaz, que ha subrayado que en determinadas zonas la oferta es claramente insuficiente.

El año pasado, se terminaron más de 59.000 viviendas y la obra nueva concentró el 10 % del total de compraventas. "Sería conveniente incrementar la oferta, aunque es complicado, especialmente en los mercados con una demanda más elevada y escasez de suelo finalista", ha añadido.

Esa escasez, unida al incremento en costes de construcción y a la dilación en la concesión de licencias, "está llevando los precios a niveles cada vez menos accesibles para la demanda para la que fue concebida", según Díaz.

"Una vez alcanzado un nivel de demanda estable, la intensidad del crecimiento se modera, tanto en el número de compraventas de vivienda como en los precios, lo que indica que el mercado puede estar llegando a un punto de equilibrio", ha apuntado el director de Producto Residencial y Suelo de CBRE, Samuel Población.

En su opinión, tras crecer el 16,3 % en 2018 y el 9,3 % en 2019, la demanda de vivienda (tanto nueva como de segunda mano) seguirá al alza pero a un ritmo menor, reflejo de la ralentización del crecimiento económico, y este año podría crecer entre el 4 y el 4,5 %.

Velocidad de crucero

En 2018, el volumen de vivienda nueva terminada creció el 18 %, hasta las 64.500 unidades, cifra que en 2019 se podría situar en 85.000 unidades y en 2020 en algo menos de 100.000, según Población, que ha apuntado que "la tendencia sugiere que el sector está llegando a una velocidad de crucero".

El mercado residencial sigue creciendo, pero de forma más moderada a como lo hizo en los últimos años, donde las diferentes estadísticas que miden el sector ofrecían incrementos muy abultados, ya que partíamos de niveles muy bajos debidos a la parálisis que sufrió el sector con la crisis, ha apuntado la directora de Estudios de Fotocasa, Beatriz Toribio. 

"Buena parte de la demanda de reposición y la demanda latente que estaba esperando a entrar en el mercado, ya lo ha hecho y, aunque la vivienda sigue despertando gran interés entre los españoles, para el grueso de la población sigue siendo muy difícil adquirir una vivienda. 

Esto, unido a un contexto económico de menor crecimiento, explicaría ese comportamiento más moderado del sector para los próximos años, aunque seguiremos en un ciclo de crecimiento. 

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