VALÈNCIA. (EP) La culpa del dramaturgo estadounidense y "gran provocador" David Mamet llega este jueves al Teatro Olympia de València con una historia que "genera mucho debate y conflicto" sobre la verdad, el "lado oscuro" de las personas, la manipulación de los medios de comunicación, la búsqueda de la aceptación y la religión.
El actor Pepón Nieto se pone en la piel de un psiquiatra que se encuentra con el requerimiento de tener que declarar en favor de un paciente responsable de cometer una masacre. Cuando se niega a hacerlo, su carrera, su ética y sus creencias son cuestionadas y se desencadena una espiral de acontecimientos que convulsionará no solo su vida, sino la que la persona que más quiere.
Para esta obra, Nieto ha tenido que "trabajar la amargura" de ver que la vida "se cae como arena entre los dedos sin poder controlarla", ha explicado este jueves durante la presentación del montaje, acompañado por su pareja en esta ficción, Ana Fernández. El elenco, bajo la dirección de Juan Carlos Rubio, lo completan Magüi Mira y Miguel Hermoso. Todos ellos darán vida a la obra de Mamet en el Olympia hasta el 7 de abril.
La pieza "plantea un montón de preguntas y espera que el espectador las recoja", ha explicado Nieto, para asegurar que, a pesar de la corta duración de esta producción, 80 minutos, "genera mucho debate y conflicto". "En ninguna de las funciones de Mamet hay un personaje simple que no oculte algo".
La búsqueda de la verdad y la culpa componen el "giro enorme de emociones" de la obra, que según destaca Ana Fernández, critica también "cómo los medios buscan la noticia y la convierten en escándalo", la "manipulación" periodística y la "importancia del lenguaje". Los actores han avanzado que, en la obra, la prensa "destruyen una vida profesional y personal" tan solo cambiando una palabra por otra.
Para la actriz, el "gran provocador" David Mamet "demuestra lo perverso que es" en este texto, "rescata lo oscuro del ser humano" a través de personajes "muy egoístas" y pone el foco en un "sistema que cierra la puerta a la empatía", al retratar el universo de la "clase media alta americana", "adinerada" y que "pasa por encima de muchas cosas". "Mamet no valora lo que es bueno o malo, pero pone encima de la mesa muchísimos temas", han destacado.
Otra de las cuestiones que el escritor norteamericano despliega sobre el escenario es la religión. Fernández ha aseverado que la pieza "pone en tela de juicio hasta qué punto alguien profundamente religioso puede ejercer determinados cargos". Sobre este aspecto, Pepón Nieto ha destacado el contraste entre una "religión que puede darnos la salvación" pero también ser un "dogma rígido e inamovible".
La intérprete también ha resaltado la forma en la que el montaje aborda la "dependencia de ser aceptados por los demás". Así, invita al espectador a "hacer autocrítica". Por otro lado, aborda la "responsabilidad de cumplir con los juramentos", como el hipocrático.
Las tablas del Olympia albergarán una escenografía que "puede parecer fría, pero está cargada de emociones": "Una especie de cárcel de metal" que es, a su vez, una "prisión del saber". Además, durante cerca de 15 minutos, situará a los personajes "como si estuvieran en un estrado y el espectador fuera un jurado", han detallado.
Para Pepón Nieto, Mamet es un "clásico vivo". "Exige que el espectador sea activo", ha advertido, antes de asegurar que todos los conflictos que los intérpretes han enumerado son "la punta del iceberg" del viaje por la "oscuridad" que propone el autor.
