Los ediles investigados seguirán aferrados a su acta hasta que el magistrado del TS impute a Rita Barberá o ésta dimita
VALENCIA. La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha decidido abrir una causa penal contra la exalcadesa de Valencia y actual senadora del PP, Rita Barberá, por un presunto delito de blanqueo de capitales. Esa decisión pone, por un lado, en la cuerda floja política y judicial a la que fuera “alcaldesa de España” y, por otro lado, es un torpedo en la línea de flotación de las defensas de los concejales, exconcejales, asesores y exasesores del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Valencia.
Fuentes jurídicas de toda solvencia vinculadas al caso Taula aseguran a Valencia Plaza que, la decisión del TS adoptada hoy, “avala la tesis del fiscal Anticorrupción y, por ende, la instrucción del magistrado del Víctor Gómez en la pieza separada por blanqueo y delito electoral que mantiene como investigadas a 50 personas del Grupo Municipal”.
El auto del Supremo legitima la investigación que se está desarrollando en Valencia y, da validez a una de las tesis principales de la acusación, que es “que si se investiga a uno se investiga a todos”. Así, los imputados y sus defensas que esperaban un auto al que acogerse para solicitar el archivo han visto como la mayor instancia judicial de España tira por el suelo sus teorías defensivas.
Varios letrados consultados por este periódico mostraron su “frustración” ante la decisión adoptada ayer por la Sala Segunda del Tribunal Supremo. Estos letrados asumieron que, dicha decisión les pone “muy cuesta arriba” la estrategia de defensa adoptada hasta ahora. Es más, varios de ellos aseguran que es “más que posible que varíen dichas estrategias de defensa, pero que antes se van a esperar a saber qué hará el instructor designado para instruir la causa abierta contra Barberá”.
Esta espera se refiere, tal y como ha publicaba Valencia Plaza el martes, a que el magistrado instructor podría archivar la causa contra Barberá sin necesidad de solicitar su imputación, ya que antes de dar ese paso se ha de leer lo referente a la alcaldesa que le ha llegado desde Valencia.
La decisión del TS supone una palada de arena más sobre una posible futura tumba política de los imputados, aunque ellos siguen aferrados a sus actas. Fuentes cercanas al PP explicaron a Valencia Plaza que “los concejales primero se aferraban no solo a los estatutos internos del partido, sino a la esperanza de que la Fiscalía del Supremo hiciera como con ‘Ritaleaks’ y lo archivara de plano. Cuando la Fiscalía pidió investigar a Barberá, ellos cogieron como tabla de salvación que la Sala Segunda no iba a abrir un procedimiento penal contra la exalcaldesa. Ahora, a un paso de la imputación Barberá , los investigados se agarran a dos vías. La primera que la exalcaldesa no está imputada todavía y el caso se puede archivar, y la segunda que Rita Barberá no ha dimitido”.
Las mismas fuentes aseguran que “los concejales se plantearía dejar sus actas si la que fuera ‘la jefa’ decidiera dimitir”, algo que por el momento, y a falta de un cambio de última hora, no parece que vaya a suceder.