También solicita que el tribunal se abstenga cuando se repita al considerar que “está contaminado”
VALÈNCIA. Ante la decisión de la Audiencia Provincial que ha decidido repetir el juicio por el presunto secuestro frustrado a Vicente Soriano, ex presidente del Valencia, supuestamente organizado otro expresidente del club Che, Juan Soler, tras la detención en Gibraltar del imputado, y principal confidente de la policía, Rachid, la defensa de Soler han recurrido la decisión pues aseguran que existe “continuo quebrantamiento de la normalidad procesal que se traduce en claros perjuicios para los intereses de las Defensas”.
Explica el letrado en su escrito, al que ha tenido acceso Valencia Plaza, que “no solo hemos asistido a la interpretación excepcional y singular (en palabras de la Sala) de las normas procesales en este caso, si no que se nos ha excluido como parte en determinadas actuaciones procesales que se llevaron a cabo únicamente con las acusaciones”. Asume la defensa que la Sala primó el papel de Rachid como testigo de la acusación por encima del de acusado, lo que supone a su juicio “una interpretación arbitraria de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y hace una aplicación desfavorable para el reo”.
Recuerda en el recurso que la Lecrim dice “si fueren dos o más los procesados y no a todos se les hubiese declarado en rebeldía, se suspenderá el curso de la causa respecto a los rebeldes hasta que sean hallados, y se continuará respecto a los demás”, y que la literalidad del precepto no ofrece dudas pues “no se trata de una posibilidad, sino de una obligación legal que vincula a jueces y tribunales” .
Y concluye diciendo que, Rachid, no pudo y no puede ponerse a disposición del Tribunal juzgador porque está a disposición del Juzgado de Instrucción, debiendo respetarse sus derechos. “Estas previsiones legales que se omiten nuevamente pueden conducir a la nulidad radical del auto, en tanto que las causas de suspensión son las que son por imperativo legal y no las que analógicamente se quiere que sean, menos aun cuando se perjudica de manera clara y rotunda a los acusados no rebeldes que ya han sido sometidos a unas dilaciones intolerables y sometidos asimismo a una pena de banquillo”, apostilla.
Por último explica que el Tribunal juzgador ya ha comenzado las sesiones del juicio con la práctica de la prueba solicitada por las partes y, “con todos los respetos, ha obrado con inobservancia de las normas procesales tal y como se ha expuesto en la alegación anterior”. Y añade que “aquí las pruebas ya han sido desplegadas por acusación y defensa (a excepción de Rachid), y se debe enjuiciar a los mismos acusados practicando nuevamente dicho despliegue probatorio, por lo que la contaminación previa del Tribunal con el conocimiento y resultado de la prueba practicada es innegable. Por todo ello entendemos que debe abstenerse del futuro enjuiciamiento sobre los hechos”.
El relato sobre el suceso acontecido ya en el año 2014 entre los expresidentes del Valencia CF, Juan Soler y Vicente Soriano ha sido uno de los más mediáticos desde entonces. La defensa de Vicente Soriano expone que Juan Soler en complicidad con el resto de acusados, los empresarios Ciro D'Anna y Abdelatif Laaroubi -conocido como Tati- reclutaron a la figura de Rachid para que mediara con unos sicarios colombianos que tenían como misión secuestrar a Vicente Soriano.
La causa por la que Juan Soler quería presuntamente secuestrar a Vicente Soriano es el cobro de la deuda que perduraba entre ambos empresarios valencianos por la venta de las acciones del Valencia CF y que se elevaba hasta los 80 millones de euros. El problema residía en que Soriano eludía el pago de esta cantidad pese a que Soler contaba con varias sentencias favorables al declararse insolvente.
Por este motivo, hipotéticamente el plan era asaltar a Vicente Soriano temprano en el centro de la ciudad y transportarlo a un local en la localidad de Alfafar. El segundo paso era trasladarlo fuera del país y poner rumbo a Suiza y Andorra donde supuestamente contaba con liquidez financiera en varias cuentas, según las indagaciones que había realizado Juan Soler con la intención de percibir la deuda.
El inconveniente que tuvo la confabulación organizada por Juan Soler es que Rachid acudió a las autoridades policiales y reveló las intenciones de los acusados. En ese momento, la policía pretendía detener a los presuntos secuestradores en plena acción pero Rachid comunicó a Soriano la situación que se estaba trazando y forzó a la policía a detener a todos los integrantes antes de que se llevara a cabo el secuestro.
La Sala emite un auto en el que “declara sin efecto la parte del juicio celebrado”