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La digitalización de la empresa familiar, un proceso imprescindible que continúa pendiente

22/06/2020 - 

VALÈNCIA. La digitalización y las tecnologías virtuales suponen un fenómeno clave en la transformación de la realidad empresarial en los últimos años, mostrando gran potencial para la mejora de los procesos y actividades. Esta transformación es especialmente importante para la competitividad presente y futura de las empresas familiares, sin embargo, son todavía muy pocas las han iniciado un proceso de transformación digital.

Así lo señalaron los participantes en el último desayuno virtual sobre el desafío de la digitalización en la Empresa Familiar celebrado por la La Cátedra de Empresa Familiar de la Universitat de València (CEFUV). En esta sesión participaron Carlos Albors (COO de Laiex) y Juan Antonio Pons (Presidente de Importaco) como ponentes y fue moderado por Alejandro Escribá (Director de CEFUV) y Bruno Broseta (Senior Advisor en Transformación Digital en Nunsys).

Según destaca el CEFUV, la irrupción de la crisis causada por el Covid-19 ha mostrado el potencial que este proceso transformador tiene en las empresas y ha sido clave para que pudiesen mantener su actividad y el control eficaz de la misma.

El desayuno comenzó con la introducción a cargo Alejandro Escribá, quien destacó el potencial de la transformación digital, pero recordó que este proceso puede resultar complejo y que es conveniente aprender de las experiencias previas para comenzar a dar pasos en esta línea. El desayuno presenta dos casos de empresas familiares, de sectores industriales, que no son nativas digitales, pero que han iniciado exitosamente este camino sector industrial; Laiex e Importaco.

Los ponentes explicaron los pasos que han dado en el proceso de transformación digital en sus respectivas empresas, abordando el enfoque adoptado, los procesos de transformación llevados a cabo y las dificultades que han encontrado en este proceso.

Juan Antonio Pons (Importaco) destacó que la transformación digital no es más que un proceso de mejora continua, una “evolución constante” para adaptarse a las necesidades del negocio y satisfacer mejor las preferencias del cliente. La adopción de herramientas digitales debe hacerse priorizando aquellas tecnologías que se adapten al ‘core business’ y tengan más impacto en la cuenta de resultados, competitividad y capacidad de diferenciación. Las herramientas de digitalización han permitido estar más próximo al cliente, mejorar la gestión del stock y anticipar nuevos modelos de negocio que pueden ir surgiendo. Juan Antonio dijo que su digitalización ha sido un proceso progresivo, motivado por la atención de necesidades y la solución de problemas, y puso varios ejemplos de este proceso, como la implantación de un ERP para resolver ineficiencias en la información de las transacciones internas de la empresa, la aplicación de visión artificial, y sensores en las líneas productivas para asegurar la calidad, o el uso del análisis de datos y la neurociencia para comprender el comportamiento y la satisfacción del consumidor.

Carlos Albors (Laiex) desgranó el proceso de digitalización de Laiex, destacando que uno de los aspectos clave es el cuidado en el trato con el personal que debe implantarlo. La transformación digital puede crear fricciones, y requiere formación de los equipos humanos para combinar el valor de la tecnología sin perder la experiencia existente en la empresa. La digitalización de Laiex ha permitido aumentar la calidad y la productividad. Entre las acciones que Carlos destacó se encuentra la automatización de plantas con un control de la calidad, una secuenciación automática de los procesos según lo establecido por I+D, la mejora en la planificación de la producción y la mejora en la gestión de inventarios. Destacó también la utilidad para desarrollar acciones preventivas basadas en el análisis de la información.

Bruno Broseta destacó que estas compañías han transformado completamente sus negocios y el valor de la digitalización para empoderar al capital humano, y preguntó a los ponentes sobre el papel de los directivos para “impulsar” la digitalización, así como sobre las dificultades para modificar la cultura de la empresa y sobre las particularidades de la Empresa Familiar pueden afectar al proceso de digitalización.

Albors destacó el papel de la dirección en el establecimiento de objetivos claros y simples en cada paso de la transformación y en el control de que dichos objetivos se cumplen adecuadamente. Aconsejó iniciar el proceso tras haberse dotado de una infraestructura técnica mínima (ERP) que alimente la información necesaria. Asimismo, destacó el valor de convencer a los implicados en el proceso de la utilidad de los cambios, formando, mostrando las ventajas y demostrando las mejoras con hechos, paso a paso. Juan Antonio señaló tres aspectos relevantes: (1) la importancia del capital humano, tanto para identificar las áreas de mejora como para implantar las soluciones; (2) encontrar el ‘partner tecnológico’ adecuado a las necesidades y capacidad económica, y (3) no perder de vista el retorno de la inversión, aunque siendo paciente para su logro. También remarcó el valor para la empresa familiar de adoptar procesos ya testados en el mercado en lugar de intentar innovar demasiado y aprovechar la ventaja de la visión a largo plazo de la empresa familiar para implantar estos procesos.

La CEFUV se creó en el año 2006, promovida por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), la Escuela de Empresarios (EDEM), el Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (IVEFA) y el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), y cuenta actualmente con el patrocinio de Bankia y Broseta Abogados. Sus actividades se centran en la docencia, divulgación e investigación sobre la idiosincrasia y los desafíos para la mejora de la competitividad de las empresas familiares.

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