La Diputació subvenciona la certificación energética de 109 edificios en 51 municipios

VALÈNCIA. La Diputació de València impulsó el Pacto de las Alcaldías para una respuesta municipalista a los retos del cambio climático. Ahora que ya se han redactado todos los documentos, especialmente el Plan por el Clima y la Energía Sostenible, ha llegado el momento de traducir todas las ideas en acciones concretas. Por todo ello, la institución provincial ha puesto en marcha diversos planes para ofrecer apoyo técnico y financiero a los ayuntamientos mientras emprenden este camino. El más reciente, ha sido financiar la certificación energética de 109 edificios en 51 municipios.

"La finalidad de la certificación es, en primer lugar, analizar el estado de los edificios para determinar su aptitud energética, y en segundo, proponer acciones para reducir su consumo porque ya se sabe que solo aquello que se mide se puede controlar y mejorar", ha explicado la vicepresidenta y responsable del área de Medio Ambiente, Maria Josep Amigó.

La superficie media certificada es de 732,6 metros cuadrados, muy superior al mínimo de 250 que se proyectó inicialmente. En cuanto a usos, destaca claramente la certificación de casas consistoriales, con un total de 40 inmuebles. Le siguen 14 bibliotecas y 13 hogares del jubilado. A continuación se encuentran 12 escuelas, 5 casas de la música, 5 gimnasios o polideportivos, 3 centros de salud, 2 albergues municipales e incluso una piscina cubierta.

Sobre el etiquetado, 10 han obtenido la A, 23 la B, 55 la C, 11 la D, 9 la E y 1 la F. Estas notas servirán a los ayuntamientos para conocer cuáles los puntos débiles de los edificios en cuanto a eficiencia, qué medidas hace falta tomar para mejorar este apartad,  y cuáles son los puntos más conflictivos: falta de aislamiento, alumbrado o climatización, entre otras.

En lo que tiene que ver con las mejoras sugeridas, la más importante ha sido la sustitución del alumbrado por LED. También se han propuesto instalaciones de placas solares fotovoltaicas, de aerotermia o de biomasa. Además, desde la Diputació también aclaran que la certificación de los edificios no solo ha atendido a cuestiones ambientales, sino también sociales y económicos.