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VALÈNCIA (VP/EP). La Sala Russafa de València estrena este viernes y sábado la versión ampliada de La dislexia de los Conejos, una comedia con un punto "amargo" que alterna situaciones reconocibles de la sociedad con el retrato de una imaginaria y "aborregada" España en el año 2068.
Esta pieza es la quinta propuesta del VII Cicle Companyies Valencianes de Sala Russafa y supone el estreno como dramaturgo del actor y creador audiovisual Miguel Serrano, que también se sube a las tablas, junto a Érika Molina, en la nueva versión de la pieza, según ha indicado la organización en un comunicado.
Conejos Teatre, la formación creada exprofeso para llevar a escena este proyecto, presenta este espectáculo que formó parte de la última edición del Festival Russafa Escènica.
La temática que sugería el certamen este año para presentar trabajos era la palabra 'camino'. Serrano ha explicado que empezó a pensar que, "con el que llevaba nuestra sociedad", "necesitaba hacer algo para intentar despertar conciencias".
Así nació un texto que planteaba una distopía sobre cómo será España en 50 años y que recorría distintas etapas del sistema educativo, con referencias a la clase política. "Tomé como punto de partida cosas que ya estamos viviendo y las proyecté en como imaginé que seríamos si seguimos por este camino", ha destacado el autor.
El resultado fue una comedia de 25 minutos con un "punto amargo" y "cargada de mensaje" que se hizo, por unanimidad y gracias a la innovación de su lenguaje escénico, con el I Premio SGAE + Russafa Escènica, un galardón que promueve que textos breves puedan convertirse en piezas de larga duración.
Gracias al premio, Serrano ha ampliado media hora más la obra y ha desarrollado ideas que quedaron en el tintero en la primera versión de esta historia a la que él mismo da vida, junto a Érika Molina.
"Son dos personajes asexuados, que indistintamente pueden representar a un hombre o a una mujer, y que van recreando situaciones absolutamente realistas, pero profundamente absurdas, que retratan la sociedad que empezamos a ser pero, sobre todo, en la que nos estamos convirtiendo", ha subrayado Serrano.
La obra critica una escuela que "incentiva el aborregamiento y falta de espíritu crítico", donde las capacidades intelectuales de los individuos son "bastante cuestionables". Así, las escenas "despiertan la risa, pero también la conciencia del público", han explicado desde la Sala Russafa.
El dramaturgo ha aseverado que la política "se ha convertido en un chiste negro y de mal gusto". "Que condenen a la cárcel a un rapero por mencionar en las letras de sus canciones la corrupción demostrada de los políticos, mientras que ellos están en la calle, es digno de una película de Berlanga", ha agregado.
En este sentido, ha lamentado que "solo nos quejamos en las redes y compartimos memes sobre el tema". "Ya no salimos a la calle a protestar, a defender lo que tanto ha costado conseguir", ha afirmado Serrano, que aspira con esta obra a que, "entre carcajada y sonrisa, también llegue al espectador la necesidad de romper con el seguidismo y la resignación que prolifera".
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