MADRID (EFE). Los viticultores de Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Región de Murcia se muestran preocupados por la escasez de lluvias y temen que, de continuar esta situación mucho tiempo más, se resientan las próximas vendimias.
En Castilla-La Mancha, las viñas de secano podrían experimentar una bajada de producción respecto al año pasado, lo que se traduciría en una vendimia media de 19-20 millones de hectolitros -como en años hídricos similares al actual-, según advierten desde Cooperativas Agro-alimentarias en esta Comunidad Autónoma.
Si estas condiciones de tiempo seco persisten, "la vendimia manchega de esta campaña puede disminuir en un porcentaje importante: sobre dos millones de hectolitros", detallan.
Por su parte, el presidente de la sectorial de vino de Cooperativas Agro-alimentarias de la Comunidad Valenciana, José Miguel Medina, apunta que los viñedos necesitan agua y, si ésta no llega en cantidad suficiente, "puede haber un impacto importante".
Los viticultores valencianos todavía recuerdan la sequía de 2014, que motivó una caída de la producción del 30 %.
En lo que va de año, ha llovido todavía menos, todo un riesgo para esta Comunidad en la que el secano es mayoritario y sólo el 30 o 40 % de las fincas cuentan con riegos de apoyo.
La falta de agua es una constante en áreas vitícolas de Alicante, Castellón, Alicante y Valencia, incluido el área de viñedos de Utiel-Requena, cuya denominación de origen también preside Medina.
Desde el Consejo Regulador de Jumilla (Murcia), Fernando González sostienen que, pese a que la zona está acostumbrada a la sequía, le preocupa que desde octubre prácticamente no haya llovido.
Si la climatología acompaña, la cosecha "se puede salvar" todavía -en 2015 obtuvieron en Jumilla unos 100 millones de kilos de uva-, pero si no llega el agua la producción será "media-baja", similar a la de 2014, que se saldó con apenas 70-80 millones de kilos.
La irregularidad pluviométrica es una constante en España, con grandes diferencias norte-sur; el viñedo nacional es muy diverso.
En Castilla y León, la situación hídrica es muy buena y "no hay problema porque el agua no falta", explica la especialista del sector vitivinícola de las cooperativas agrarias de Urcacyl Ana Sierra.
Los días de frío pasados hicieron a los viticultores temer por que hubiera daños, que finalmente no se produjeron, según Sierra, quien confía en que no vengan otras adversidades -posibles aún- como los granizos.
El viñedo castellanoleonés está en plena brotación actualmente y hay tranquilidad en el campo -después de las últimas podas de hace poco más de un mes-, con poca actividad, a excepción del arado de las tierras para eliminar las malas hierbas, precisa.
En Cataluña, se realiza el primer sulfatado del año y todo transcurre bien, incluso mejor que el año pasado; los niveles de precipitaciones son adecuados para la época -salvo en zonas localizadas- y se prevé, si no hay obstáculos, una buena cosecha.
Los brotes ya pasan de los 10 centímetros en muchas zonas, como en el Vilafranca del Penedès, según destaca el responsable de vino de la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC), Lluís Grogués, quien recuerda que, en la Conca del Barberá sufrieron heladas la semana pasada, pero no hubo daños de consideración,
Esta Comunidad se adentra en unos semanas que serán clave, afirma Grogués, porque "ahora es cuando empiezan a tirar las viñas de sus reservas, y veremos cómo evoluciona el estado de la uva".
En cuanto a las cotizaciones, los últimos días trajeron depreciaciones al sector, a pesar de los bajos stocks actuales.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recoge un significativo descenso del precio medio del vino blanco y, en menor proporción, del tinto.
Los primeros caen el 3,56 % entre el 25 de abril y el 1 de mayo, respecto a la semana anterior, y se pagan a 2,44 euros/hgdo, y los segundos lo hacen un -0,33 % y quedan en 2,99 euros.
Por lonjas, los blancos cotizan a 2,84 euros en Albacete; 2,61 en Badajoz; 2,34 en Ciudad Real; 2,37 en Cuenca y 2,39 en Toledo.
Los vinos tintos, -referidos al producto de 12 puntos de color, a granel y salida de bodega, sin IVA- se sitúan a 2,94 euros/hgdo en Albacete; 3 euros en Ciudad Real; 3,12 en Cuenca; 2,60 en Badajoz; 2,82 en Murcia, 3,57 en Toledo y 2,94 en Valencia.