Educación asegura que un 79% de los beneficiarios recibirá una ayuda igual o superior a la de anteriores convocatorias. Las escuelas recuerdan que las listas no son definitivas, por lo que podrían haber incorporaciones y exclusiones que acaben por alterar el número de familias y los importes a percibir
VALENCIA. Hace meses que los padres vienen esperando las listas de beneficiarios de los bonos infantiles para pagar las escuelas privadas, una cuenta que Vicent Marzà se apresuró a saldar ayer anunciando ayudas para un total de 36.299 familias de toda la Comunitat (8.048 en Alicante, 3.208 en Castellón y 25.043 en Valencia). Por si fuera poco, el 79% del alumnado recibirá una ayuda igual o superior al curso pasado, según datos de la Generalitat. Ahora bien, la resolución no satisface a los sectores profesionales de la Escuela Infantil, que ponen en duda la validez del dato y piden cautela ante el mismo. “Son listas provisionales, no definitivas, por lo que tanto el número de beneficiarios como el importe recibido podría variar considerablemente”, critican.
Así lo asegura la portavoz de la Asociación de centros de Educación Infantil Salvem 0-3, María José González-Mayo. “No se puede decir a los padres que cuentan con 120 euros para que luego sean 70. Hasta que no se hagan las alegaciones pertinentes y haya una resolución definitiva, todas las ayudas siguen en duda”, manifiesta. Se refiere a que, si hay personas excluidas que se incorporan a los beneficiarios finales, las cuantías bajarán; también a que algunos agraciados pueden acabar por no serlo. Es por ello que se muestra “sorprendida” por el anuncio de la Administración “a bombo y platillo” y no sabe si se debe a que este dato “les beneficia más que el definitivo”. Considera que al final “mezclan conceptos” como el número de matriculaciones y no dicen “qué porcentaje de familias se quedan fuera de las ayudas”.
Se muestra de acuerdo Carmen Bardal, presidenta de la Asociación de Escuelas Infantiles de Valencia (ADEIV- ACADE), quien también subraya “la provisonalidad” de los datos ofrecidos por la Generalitat y recuerda que todavía están en periodo de subsanar documentación. “La situación no es tan idílica como exponen; la situación es de auténtica desesperación en las escuelas. Está fenomenal que las familias necesitadas tengan más ayudas, pero hay muchas otras que antes se beneficiaban y ahora ya no”, precisa. Si el 79% del alumnado recibirá una ayuda igual o superior, esto quiere decir que la del 21% será peor. Por eso, recuerda que desde las escuelas están “soportando demasiado peso”.
Todo esto se pone en relación con el retraso en los pagos. Como recuerda Bardal, las escuelas valencianas todavía no han percibido ni un solo euro de las ayudas de este año, que en teoría iban a entregarse mes a mes. Sin embargo, en la mayoría de casos han continuado realizando el descuento a los padres, lo que significa que llevan asumiendo deuda desde septiembre hasta casi noviembre. “Y a la mayoría nos falta, incluso, el último trimestre del anterior”, precisa. La Conselleria de Educación admite dichos retrasos en los pagos, pero los atribuye a “la deuda del FLA por parte del Estado”. Cabe recordar que, aunque Generalitat haya modificado la asignación de la ayuda para financiar directamente a la familia, estas subvenciones se ingresan a las escuelas y ellas son las responsables de descontarlas.
El tema de los cobros tiene difícil solución. Las listas definitivas no se conocerán hasta que acabe el plazo de alegaciones, dentro de 10 días, el próximo 24 de octubre. A partir de ahí, las escuelas infantiles realizarán una análisis y tendrán que acreditar los datos. Una vez que los hayan justificado y enviado a la Administración, ésta deberá recepcionar los ingresos. Con todo, el primer pago correspondiente al curso 2016/17 se puede ir al año que viene.
“Me paso el día resolviendo dudas de carácter fiscal”, afirma González-Mayo. Hace alusión al sistema informatizado que ha instaurado la Conselleria de Educación para gestionar las solicitudes del bono infantil, donde son los propios centros quienes deben introducir los datos de los padres. “Hemos tenido que organizar la información, asesorar a los padres sobre lo más conveniente y hasta pagar el envío de la documentación. Al final lo hacemos para ayudar a las familias, pero no es nuestra labor”, relata.
La queja es compartida por Bardal, quien señala “numerosas dificultades” con la plataforma de la Generalitat. “No tenemos administrativos para que se encarguen de eso, y al final nos toca a los educadores”, protesta, para añadir: “Si por lo menos hubiera una información adecuada… Pero es que tampoco se da el caso”.
Otro de los datos destacados por el departamento de Marzà es que la matrícula en el tramo 0-3 ha aumentado un 6,13% con respecto al curso pasado, “gracias a las mejoras de las ayudas del bono infantil y al aumento de las aulas experimentales gratuitas de 2 años”. De este modo, se pasa de los 37.441 alumnos del curso 2015-2016 a los 39.739 del curso 2016-2017. Las causas también son cuestionadas por el sector, quien considera “evidente” que al abrir nuevas aulas habrá nuevos alumnos, pero no tanto que la implantación de aulas públicas haya dinamizado al sector o haya resultado "positiva".
Buena parte de la matrícula se concentra en el tramo 2-3 de los cuales 414 alumnos de las comarcas de Alicante, 198 de Castellón y 630 de las comarcas de Valencia tienen la enseñanza gratuita en aulas de 2 años experimentales. Además, en este tramo se concentra el grueso de beneficiarios del bono infantil en la red de escuelas infantiles privadas, 20.439 alumnos, el 56,3% del total. De ellos, 4.581 corresponden a las comarcas de Alicante, 1.881 a las comarcas de Castellón y 13.977 a las de Valencia.
Hay que recordar que en el curso pasado las familias de este tramo recibían todas por igual 60 euros, mientras que este año las familias recibirán un mínimo de 20 euros más y un máximo de 80 euros más del que recibían el curso pasado.