VALÈNCIA. La posible responsabilidad contable por la estafa de cuatro millones de euros perpetrada contra la EMT de València en septiembre de 2019 ya está vista para sentencia en el Tribunal de Cuentas. El organismo celebró el juicio relativo al caso este martes en Madrid. El presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, insistió en señalar a la que fuera la directiva engañada por los estafadores, la ex jefa de Administración, Celia Zafra, que acudió a declarar en calidad de presunta responsable directa del suceso.
La estafa millonaria se fraguó cuando los defraudadores engañaron con técnicas de ingeniería social a Zafra, haciéndose pasar por Grezzi y un abogado de la consultora Deloitte. Así consiguieron que, saltándose los procedimientos internos habituales en la EMT a raíz del engaño, la directiva facilitara datos privados de los responsables de la empresa pública que tenían permiso para firmar transferencias y ejecutara hasta ocho traspasos de un total de 4,04 millones de euros a dos cuentas radicadas en Hong Kong.
Por la pérdida de ese dinero, que todavía no se ha recuperado, el Tribunal de Cuentas juzga a Zafra por presunta responsabilidad contable. De ahí que requiriera a la ex directiva de la empresa -fue fulminantemente despedida tras lo sucedido- una fianza de 4,2 millones de euros -lo defraudado junto con intereses-, montante que Zafra no pudo aportar, por lo que el Tribunal le embargó una plaza de garaje.
El presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, siempre ha sostenido que Zafra fue una de las responsables de lo sucedido junto a la entidad bancaria que tramitó los pagos ordenados por la ex jefa de Administración, Caixabank, por saltarse los protocolos acordados. Esa es la tesis que el también edil de Movilidad Sostenible mantuvo durante el proceso ante el Tribunal al creer necesario el fallo de ella para que se produjese el robo.
Fuentes próximas a Zafra consideraron que Grezzi se mostró "muy moderado" durante el juicio en el organismo contable y que "no se ha podido probar" la culpabilidad de la ex directiva en lo sucedido al poner en primer término el hecho de que Zafra fue engañada y, en ese sentido, víctima, por lo que "no puede pagar" por lo sucedido. Y aunque ciertamente la justicia avaló su despido como procedente, como pedía la EMT, las mencionadas fuentes sostuvieron que se trata de "jurisdicciones diferentes" donde se analizan cuestiones diferentes, por lo que a su juicio aquella sentencia "no sirve" en este procedimiento.
Hay que recordar que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas considera que la ex directiva tenía "responsabilidad contable" en la estafa cree que es "responsable directa" de ella. A su juicio, Zafra se excedió en sus funciones y "sin informar en ningún momento a sus superiores, facilitó a un tercero la información necesaria para que la sustracción de los fondos tuviera lugar" y remitió los documentos fraudulentos a la entidad bancaria, con el conocido resultado.
En paralelo a este procedimiento por responsabilidad contable en el Tribunal de Cuentas, sigue vivo en la vía penal el proceso judicial por la estafa millonaria a la EMT, que instruye el juzgado de Instrucción número 18 de València, y en el que está imputada Zafra. La investigación prosigue y, por el momento, se dan por perdidos los cuatro millones de euros, que fueron centrifugados en una veintena de empresas gestionadas por dos mulas desde Hong Kong. La EMT espera que Caixabank sea declarada responsable subsidiaria del fraude, si bien la entidad bancaria rechaza cualquier tipo de responsabilidad.