LAS PERSONAS NO NOTAN LAS DEFICIENCIAS

La falta de sueño, incluso sin vigilia prolongada, conduce a deficiencias de rendimiento

22/05/2018 - 

VALÈNCIA. (EP). Millones de personas no duermen lo suficiente a diario, lo que puede provocar un deterioro del rendimiento y otros resultados fisiológicos adversos; pero se desconoce hasta qué punto estas alteraciones son causadas por la corta duración del sueño o la correspondiente extensión de la vigilia. Un equipo de investigadores del Hospital de Brigham y de Mujeres (BWH, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, ha aislado los impactos del sueño corto y la vigilia prolongada en la disminución del rendimiento vigilante.

"Si alguien rutinariamente está despierto durante más de 18 horas diarias, entonces también está rutinariamente durmiendo menos de seis horas diarias. Sin embargo, se desconocía si cualquier disminución en la vigilancia u otras funciones se debía a la vigilia prolongada o al sueño restringido", señala la autora principal, Elizabeth B. Klerman, de la División de Trastornos del Sueño y Circadianos del Departamento de Medicina de BWH "Encontramos que la duración crónica del sueño corto, incluso sin vigilia prolongada, lleva a impedimentos de rendimiento de la atención", añade.

Al ubicar a nueve participantes sanos en un "día" de 20 horas durante un protocolo de internación de 32 días, los científicos pudieron separar el impacto del sueño crónico corto de cualquier vigilia prolongada. Los participantes fueron restringidos a 4,67 horas de sueño y 15,33 horas de vigilia por cada "día" de 20 horas; esto corresponde a aproximadamente 5,5 horas de sueño en un día de 24 horas.

Ocho controles sanos pudieron dormir 6,67 horas y tienen 13,33 horas de vigilia por "día" de 20 horas, el equivalente a dormir 8 horas en un día de 24 horas. Como 15,33 horas de vigilia no se consideran vigilia prolongada, pero 4,67 horas de sueño se considera un tiempo insuficiente, cualquier deterioro en el rendimiento se consideró debido al breve periodo de sueño.

Los investigadores, cuyo trabajo se detalla en 'Proceedings of the National Academy of Sciences', encontraron que los participantes con sueño restringido tenían un aumento cinco veces mayor en lapsos de atención y duplicaban el tiempo de reacción neuroconductual en comparación con los controles, aunque no había relación entre el estado de alerta del que informaron o la somnolencia de un individuo y su rendimiento vigilante.

Esto significa que, a pesar de que las personas se vieron afectadas como resultado de la restricción crónica del sueño, no notaron estas deficiencias. Además, los participantes en el horario de sueño restringido empeoraron en estas tareas cognitivas durante el protocolo de 32 días, lo que sugiere que las personas no pueden adaptarse al sueño crónicamente restringido.

"Hemos demostrado que dormir en sí mismo es importante --dice Klerman--. Las personas no pueden aprender a vivir con un sueño insuficiente y pueden no ser conscientes de sus capacidades cognitivas reducidas. Incluso, nuestro estudio sugiere la importancia de los episodios más largos de sueño, en lugar de un horario de 'descanso dividido', aunque se necesitaría más evidencia para probar esto directamente".