VALÈNCIA (EFE). 135 niñas con un diagnóstico de cáncer se han adherido al programa de preservación de la fertilidad del Hospital Universitari i Politècnic La Fe, que se puso en marcha en 2008.
El objetivo es que sufrir esta enfermedad a una edad temprana no interfiera, una vez superada, en la futura fertilidad debido a los efectos secundarios de los tratamientos, bien sea quimioterapia o radioterapia en la zona pélvica.
El procedimiento consiste en criopreservar la capa externa del ovario donde se encuentran los folículos (corteza ovárica), tanto en menores puberales como prepuberales.
En este último caso, se hace coincidir la extracción del tejido ovárico con una intervención programada para el tratamiento oncológico con el objetivo de no retrasar ni interferir en él, según un comunicado de Generalitat.
Las muestras se conservan el tiempo necesario y se tratan convenientemente para evitar la reintroducción de células cancerosas cuando, llegado el momento, se acometan los tratamientos de fertilidad.
Por el momento, no ha habido ninguna reimplantación de tejido ovárico debido a la corta edad de las pacientes, según las fuentes, que indican que las niñas cuya corteza ovárica se mantiene criopreservada tenían, en el momento de la extracción, entre 18 meses y 15 años.
El programa está coordinado por la oncohematóloga pediátrica María del Mar Andrés y en él participan también psicólogos de la unidad de Oncología Infantil, Cirugía Pediátrica y profesionales de la unidad de Reproducción Humana (ginecólogía y embriólogía).
“La criopreservación no se ofrece a todos los pacientes, entre otras cosas, porque el riesgo gonotóxico no es igual ni en todos los cánceres ni tampoco todos los cuerpos responden igual ante la enfermedad y sus tratamientos. La mayoría de menores y adolescentes supervivientes no tendrá problemas de fertilidad”, ha aclarado la doctora Andrés.
Lo ha hecho durante la segunda jornada de divulgación científica sobre el ‘Seguimiento a largo plazo para supervivientes de cáncer infantil’ organizada por la Asociación de Madres y Padre de Niñas y Niños con Cáncer de la Comunitat Valenciana (Aspanion).
Cada año se diagnostican en la Comunitat Valenciana entre 150 y 180 nuevos casos de cáncer en menores y adolescentes y la tasa de supervivencia alcanza el 82 % a los 5 años del diagnóstico, de acuerdo con el Registro Español de Tumores Infantiles que dirige la doctora Adela Cañete, también responsable de la unidad de Oncohematología Pediátrica de La Fe.
La unidad de Oncología Pediátrica de La Fe es el servicio de referencia para los casos más complejos de la Comunitat Valenciana e incluso de autonomías limítrofes, desde donde son remitidos pacientes para recibir tratamientos que no están disponibles en sus centros.
“El personal que trabaja en oncopediatría se esfuerza por ofrecer una atención integral a los menores, desde el diagnóstico hasta la remisión de la enfermedad, pero también después. No basta con curarles hoy, hay que acompañarlos y cuidarlos también en la edad adulta como supervivientes de una enfermedad con posibles secuelas”, en palabras del gerente del departamento de salud Valencia La Fe, José Luis Poveda.
En este punto, “la atención hospitalaria y la atención primaria van de la mano”, ha puntualizado María Jesús Arilla, directora general de Atención Hospitalaria de la Conselleria de Sanidad.
La apertura institucional ha contado también con la participación de la directora general de Atención Primaria de la Conselleria de Sanidad, Eva Suárez; la directora médica del departamento de salud Valencia, Asunción Perales, y el presidente de Aspanion, Jesús María González Marín.
En la organización del evento han colaborado las tres unidades de Oncología Pediátrica de La Fe, Hospital Clínico Universitario de Valencia y Hospital Doctor Balmis de Alicante; la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria y el Instituto Valenciano de Pediatría.