VALÈNCIA. La empresa Silicon Valen, formada por un grupo de empresarios valencianos vinculados al sector de las renovables, trabaja en la puesta en marcha de una gran factoría para la producción local de paneles solares. Un 'macroproyecto', con una inversión prevista de 500 millones de euros, que comprende la fabricación de toda la cadena de valor: desde la purificación del silicio hasta la fabricación de las células y módulos fotovoltaicos.
Sin embargo, la firma ha decidido empezar por la fabricación de los paneles solares ante la alta demanda que hay en el mercado y la dependencia actual con el mercado exterior, principalmente de China. Un arranque de la producción que comenzará a principios del próximo año para empezar a vender a finales de 2023 tras invertir cerca de 15 millones de euros.
Al frente de la compañía está Marcos Lacruz, presidente de la patronal Avaesen y CEO de NRG, acompañado de los hermanos Antonio y Gonzalo Navarro, propietarios de la extinta Siliken; y el consultor Manuel Argüelles. Todos ellos con una larga y dilatada trayectoria en la industria de las renovables, que ahora quieren recuperar en España con el foco puesto en la Comunitat Valenciana.
Por el momento, ya han alquilado una nave en Valencia para empezar el próximo año la fabricación de los módulos fotovoltaicos. Para ello, importarán las celdas de Israel, Alemania, Taiwan y China y en sus instalaciones valencianas ensamblarán los materiales -como aluminio o cristal- y la electrónica de proveedores locales, necesarios en la producción de paneles.
En un futuro, su objetivo es que todo el proceso se desarrolle en tierras valencianas. Sin embargo, han apostado por empezar por esta parte de la cadena de valor para atender la demanda que hay en el mercado y demostrar la calidad del producto final. "En estos momentos hay un 'boom' de instalaciones con una demanda de 5 millones de módulos en España y el 95% procede del exterior. La previsión es que se multiplicará por dos en cinco años y, por tanto, consideramos que empezar por la fábrica de paneles tiene sentido", señala Lacruz.
De hecho, asegura que ya tienen pedidos garantizados porque han cerrado importantes alianzas con operadores industriales. También, su intención es exportar el producto a otros mercados europeos. "Nuestro objetivo es garantizar la independencia energética en Europa y la descarbonización de la economía. España compra 7.500 millones de euros en módulos fotovoltaicos al año. Eso es dinero que se va fuera porque no hay industria en España ni en Europa para satisfacer la demanda porque todo lo produce China", señala Lacruz.
De hecho, hace unos meses la empresa valenciana recibía una subvención de la Conselleria de Economía de 362.215,92 euros para la adquisición de maquinaría y bienes de equipo. Un montante, en el marco de una convocatoria de ayudas para impulsar proyectos industriales estratégicos en la Comunitat, que ha servido para la puesta en marcha del proyecto.
Los siguientes hitos, ya a medio plazo, pasan por el montaje de otras tres plantas enfocadas a la producción del silicio y el resto del proceso de ensamblaje hasta conseguir los paneles solares. De esta forma, la empresa aspira a abordar todo el sistema de fabricación en un momento en el que la demanda está disparada y la tensión geopolítica va in crecendo.
En cualquier caso, de forma paralela ya se está trabajando en la búsqueda de las ubicaciones para las otras tres factorías. En concreto, en una de ellas se desarrollará la purificación y crecimiento del silicio; el siguiente proceso es su transformación en cilindros o lingotes; otro paso, la transformación en obleas para energía fotovoltaica; y en una última se crearán los módulos.
Lacruz insiste en la necesidad de recuperar una industria que desapareció en 2008. "La demanda de energías renovables es muy alta y no podemos seguir con esa dependencia del mercado chino por las amenazas que hay. En España podemos hacerlo y conseguir así la reindustrialización de nuestro tejido", remarca el empresario.