VALENCIA. Cuatro meses han pasado desde que Vicent Llorens fuera nombrado director general del Consorcio Valencia 2007 con el fin de reactivar la Marina Real de Valencia, un espacio que se acondicionó en el marco de la Copa América. En este tiempo, Llorens, licenciado en geografía y especialista en la recuperación de entornos urbanos, ha comenzado a trazar las bases de la futura Marina Real.
Para desgranar la hoja de ruta y los primeros meses de trabajo, Valencia Plaza se ha sentado con Vicent Llorens. Una conversación centrada en los tres pilares fundamentales de su proyecto: La náutica; la formación y el emprendimiento; y el ocio y la restauración.
Llorens lo tiene claro, la náutica es la línea estratégica más importante y sobre la cuál se asienta gran parte de su proyecto. El clima, que permite navegar 360 días al año, la calidad de las infraestructuras de la Marina y los atractivos turísticos de Valencia son los principales reclamos turísticos para potenciar la náutica en la ciudad.
El primer paso, comenta, es atraer más embarcaciones, especialmente en invierno, porque así se genera empleo y una mayor demanda de empresas del sector servicios. De ahí la creación de un varadero de la náutica en la Marina Sur (60.000 m2) que podrá acoger embarcaciones de hasta 80m. de eslora. Sobre la licitación para la construcción y la gestión del varadero sostiene que será en octubre y comportará que “otras empresas entren a trabajar cerca para prestar sus servicios”.
Tanto es así que próximo al varadero está previsto construir un polígono industrial y comercial relacionado con la náutica y en el que haya desde concesionarios hasta tiendas de ropa o castillaje. Se ubicará en una explanada de 32.000 m2.
Esos proyectos se completan con una reordenación de la lámina de agua y unas reformas de la Dársena Interior que permitirá para pasar de los 800 amarres actuales a los 1.400 amarres. “En diciembre sacaremos a concesión privada la gestión de los amarres”, detalla Llorens sobre el contrato que se licitará por 20 millones de euros.
Una oferta náutica que tendrá como complemento la parcela hotelera adjunta a la Estación Marítima pues “cuando alberguemos 1.400 embarcaciones habrá gente que no quiera dormir en el barco y requiera de plazas hoteleras”. Llorens apuesta por un edificio en altura (máximo 30 plantas) con espacio público (cafeterías, jardines,…) que tenga un estudio de integración paisajística previo que atenúe el impacto sobre las edificaciones colindantes. Un proyecto que “antes de acabar el año estará la licitación de la construcción y la gestión de un hotel con terciario adosado”.
Llorens cree firmemente que los procesos de desarrollo que se consolidan y son sostenibles a medio y largo plazo comienzan por la educación y la formación. Por ello, explica, tiene dos proyectos en mente: La creación de un polideportivo y la instauración de un Instituto de Formación Profesional relacionado con la náutica. “Si formamos a personas en náutica, tendremos aficionados a la náutica que quizá se conviertan en profesionales del sector”, resalta.
En su opinión, la mejor opción es ubicar el polideportivo de la náutica en la Marina Sur (en una parcela de 32.000m2, cerca del varadero) pero también se baraja la posibilidad de ubicarlo en la Marina Norte. Como primer paso, detalla, se ha constituido un grupo de trabajo con la Fundación Deportiva Municipal, la Dirección General de Deportes de la Generalitat y el servicio de Deporte de la Diputación.
Para el director general es también de vital importancia formar a la sociedad porque “actualmente no hay trabajadores manuales de la náutica” y considera que con una formación complementaria aquellas personas que provienen de oficios tradicionales (carpinteros, trabajadores del metal,…) “fácilmente podrían pasar a ser trabajadores de la náutica".
Esa formación, concreta, se impartiría en un futuro Instituto de Formación Profesional relacionado con la náutica que se realizaría en colaboración de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen). “Ya tenemos un desarrollo curricular para una línea de FP relacionada con las disciplinas de marítima náutica”, avanza resaltando que se apuesta por una colaboración en formación dual en la que los alumnos tengan la oportunidad desde el primer día de hacer prácticas en empresas del sector.
En cuanto a si será de línea privada o pública, Llorens no lo tiene claro pues ambas opciones están sobre la mesa. Según comenta, un importante grupo Multimedia está estudiando la posibilidad de entrar en el proyecto conjuntamente con Anen y “en los próximos días hablaremos con la Conselleria de Educación para abordar el tema”.
Dentro de la estrategia del Consorcio la innovación juega un papel fundamental. La gran mayoría de los proyectos se sitúan en las bases de los equipos que compitieron en la Copa América. Según el plan de usos, las bases son instalaciones que están fuera de ordenación por lo que en un algún momento deberían desmontarse. Una opción que Llorens no considera oportuna porque “no tenemos tantos espacios utilizables para desarrollar los proyectos que tenemos en mente” y subraya: “su uso puede ser casi inmediato”.
Una inmediatez de la que no cuentan los Tinglados, especialmente los números 4 y 5, donde se construyeron los «boxes» destinados a las escuderías que participaron en las carreras de la Fórmula 1. Hoy esas instalaciones se mantienen y “el coste de desmontarlo es elevado”.
De ahí que poco a poco las bases se hayan ido adjudicando. De las que quedan por asignar, la gran mayoría van a estar enfocadas al emprendimiento y la formación aunque confiesa que “algún cocinero con Estrella Michelin está planteando montar un restaurante aquí”. Así, de los proyectos que están sobre la mesa destaca un clúster de creación digital; el interés de una entidad de formación privada “muy conocida en Valencia” de reunir allí su departamento de creación de empresas; o la iniciativa de trabajar en un mismo espacio empresas ya consolidadas con empresas incipientes.
En la hoja de ruta también marca como objetivo que “la marina real se convierta en un destino de calidad en restauración y ocio”. Para ello, el director general del Consorcio ha creado un grupo de trabajo con los empresarios de la restauración y el ocio de la Marina Real para conseguir el reconocimiento del Instituto de Calidad Turística Española (ICTE), que gestiona la marca Q.
A su vez, se está trabajando con el servicio de turismo de la Diputación de Valencia, con Turismo Valencia y con la Generalitat Valenciana para la creación de un producto turístico náutico. “La idea es sistematizar la oferta náutica de Valencia y su provincia, generar oferta turística y vender producto turístico”, explica sobre un proyecto que ayudará a dinamizar la oferta.
Para convertir a la Marina Real Juan Carlos I en un eje de desarrollo de los poblados marítimos que están alrededor, Llorens confirma que parte del Tinglado 2 se convertirá en una Plaza Mayor donde las asociaciones de vecinos podrán realizar todo tipo de actos (presentaciones, jornadas,…) y en la que se realizarán actividades gratuitas.
Por otra parte, y en consonancia con la reciente celebración del Festival Marenostrum, Llorens comenta que “la Marina reúne unas condiciones muy buenas para organizar actuaciones musicales” pero que desde su posición va a intentar conciliar todos los intereses “teniendo claro que actuaciones puntuales no tienen que ir en detrimento de actividades seguidas que se desarrollan en la Marina”. Por ende, Llorens no es partidario de realizar festivales que duren varios días y sí de actuaciones puntuales de un sólo día.
Preguntado por el futuro, y a tres años vista, Vicent Llorens ve a la Marina con las bases ya ocupadas, la construcción del hotel muy avanzada, el varadero ya construido, el polideportivo en marcha, la gestión de los amarres y la empresa trabajando, con el tinglado 2 rehabilitado y siendo la Marina un espacio para la ciudadania. Llorens se ve gestionando el conflicto del espacio como “consecuencia de que la recuperación está en marcha y la Marina se ha convertido en una zona atractiva”.
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