VALÈNCIA. (EP). La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha decidido este viernes aplazar un mes la decisión de rescatar la concesión de Unión Naval, --espacio en el que proyecta ubicar la futura terminal de cruceros--, después de que el alcalde, Joan Ribó, haya solicitado un tiempo para estudiar las necesidades en materia de movilidad en la zona, ante la posible "avalancha" de pasajeros que se pueda producir, dado que además, la futura terminal tendrá un carácter "integral" y abarcará tanto cruceros como ferris nacionales e internacionales .
Así lo ha anunciado el presidente de la APV, Aurelio Martínez, tras el Consejo de Administración del puerto, en el que estaba previsto aprobar el rescate del astillero dedicado a la reparación de buques del Grupo Boluda. En todo caso, confía en mantener su idea de sacar la adjudicación de las obras antes del verano para que su ejecución esté concluida a finales de 2019.
Dada la cercanía de la futura terminal a la ciudad, el consistorio quiere analizar los problemas en movilidad que pudieran derivarse para "tomar las medidas oportunas", ha explicado Martínez, por lo que a lo largo de este mes mantendrán diversas reuniones para tratar el tema.
El proyecto, que implicará reordenar toda la zona del astillero y todo el espigón Turia norte, prevé una "única terminal para ferris y cruceros simultáneamente", que llevará aparejada un área de aparcamientos relativamente próxima. Además, las fuerzas de seguridad también "avalan" la terminal integral para pasaje nacional e internacional, puesto que les resultará "más cómoda la vigilancia si todo está concentrado", ha apuntado Martínez.
Asimismo ha señalado que habrá que hacer un concurso, se buscará un "posible concesionario, operadores que presentaran un proyecto propio.
El proyecto de la terminal recupera el Plan Estratégico de Cruceros de la APV, que evaluaba diferentes alternativas para instalarla, ha recordado por su parte director general de la APV, Francesc Sánchez.
Por su parte, el Grupo Boluda --propietario de Unión Naval-- ha mostrado "predisposición" para alcanzar un acuerdo sobre su concesión este área, ha asegurado el presidente de la APV, quien ha precisado que en todo caso el rescate es "parcial".
Desde el Ayuntamiento han precisado a Europa Press que han pedido participar en la toma de decisiones respecto de la terminal de cruceros planteada por el puerto, para analizar "conjuntamente" las "posibilidades" al respecto y "consensuar una propuesta con todas las garantías de solidez y adecuación a las necesidades que ello conllevaría".
A juicio del consistorio, "es una decisión trascendente y la ciudad debe poder opinar y consensuar las mejores soluciones junto con el puerto, ya que el resultado final debe ser beneficioso para ambas partes". Este ha sido el posicionamiento del alcalde en el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria de València, ya que en él se proponía "un nuevo cambio de ubicación para la llegada de cruceros, volviéndolo a trasladar en esta ocasión al Muelle de Levante".
"La opinión de la ciudad debe contar en la toma de decisiones de este calado, y por eso se necesita un análisis de la propuesta y sus consecuencias para la ciudad", han sostenido.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez, ha querido dejar claro este viernes que el destino de la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) se decidirá en "concurso público" con criterios no que no serán únicamente económicos, sino que también tendrán en cuenta los tráficos portuarios y, como en cualquier concurso público, ha dicho, "sin capacidad subjetiva de elección".
Martínez se ha pronunciado en estos términos tras el consejo de administración del puerto, recién llegado de su viaje institucional por China, ante "acusaciones", ha dicho, de "venderlo todo" a empresas de este país.
Además, ha aclarado que su idea "no es venderlo". "Queremos suelo logístico para favorecer a las empresas valencianas", a compañías o de exportación e importación, "pero sobre todo para generar empleo", ha remarcado.
En todo caso, el concurso público será sin "sin discriminación de país, raza o religión", ha insistido, "para el que mejor oferta haga cumpliendo los requisitos".
Por otra parte, el presidente de la APV ha aprovechado para poner de relieve que en la entidad no son ni agentes urbanizadores ni organismo expropiador como la Generalitat. En este sentido, ha recordado que en su momento, se pagó un precio por los terrenos de la ZAL de 48,09 €/m2, que posteriormente, en 2007, ante las sucesivas reclamaciones, el Tribunal Supremo fijó en 113,64 €/m2.
La Generalitat pagó entonces alrededor de 1,6 millones de euros, pero el procurador, que después falleció, interceptó la mayor parte del dinero, de modo que a los querellantes solo les llegaron 374.581 euros, es decir, que de los 60,3 €/m2 que pagó de diferencia la Generalitat, únicamente 14 llegaron a los demandantes. El resto se los quedó el procurador, ha relatado.
Ya en 2017, una sentencia de marzo de 2017 insta a Conselleria renegociar las indemnizaciones a dos de los afectados --los que tenían las parcelas más grandes, no al resto--, pero "también reconocía la dificultad de devolver parcelas, dada la situación actual, que no es la original, teniendo en cuenta que ya están urbanizadas", ha explicado Martínez.
En todo caso, ha continuado el presidente de la APV, "la titularidad de suelo público es patrimonio público tras la expropiación y los recursos sobre el justiprecio no impiden la puesta en marcha de obras y proyectos porque, no los paralizan porque no está cuestionada la titularidad".
En cuanto a su reciente e "interesante" viaje a China, Aurelio Martínez, ha asegurado que "viene muy bien que haya empresas que quieran establecerse para coger productos y llevarlos a China", para importar productos valencianos, y ha valorado el interés de Cosco --dueña de Noatum, que gestiona la mayor terminal de contenedores en el puerto valenciano-- por "potenciar" la ZAL.
De hecho, ha comentado que aprovecharon su viaje al país asiático para reunirse con posibles inversores y han comprobado cómo la decisión de Cosco de instalarse en el puerto valenciano les "abre puertas" y han tenido una "buena recepción".
