VALÈNCIA. La Inspección de Servicios ha elaborado un informe sobre la gestión que la Generalitat hace de los estudiantes que realizan sus prácticas curriculares en la Administración, esto es, de sus becarios. El texto pone la lupa en si las tareas que llevan a cabo los alumnos en prácticas se corresponden con la finalidad de la beca ofertada y con las aptitudes que han adquirido en su formación. El resultado es positivo, aunque, eso sí, con algunas recomendaciones para mejorar.
El texto recoge cinco conclusiones principales: que el grado de satisfacción de los becarios es alto y no se han observado divergencias entre la formación y las tareas atribuidas -excepto en un caso de los 34 analizados-; tampoco se ha apreciado ninguna deficiencia en la tutorización de los estudiantes; el nivel de integración es alto; todos conocen sus obligaciones de elaborar un certificado de aptitud, y, por último, la dotación de personal en algunos departamentos es ajustada, lo que afecta al desarrollo del trabajo.
Respecto a esta última consideración, la Intervención indica que existen tres motivos por los que se da tal coyuntura. El primero, porque algunos centros directivos han sido creados recientemente; el segundo, por la redistribución de efectivos, y, en tercer lugar, arrastran estructuras de tradición deficitaria.
Para solventar las deficiencias encontradas o mejorar el resultado de cara a próximas inspecciones y futuras estancias de becarios, la Inspección de Servicios, dependiente de la Conselleria de Transparencia, aconseja que los departamentos que reciban estudiantes en prácticas para finalizar sus estudios elaboren un Plan de formación específico en el que fijen y desarrollen las tareas que los graduados deben acometer durante su estancia en la Administración.
También recomienda que desde las subsecretarías designen a los tutores que realizarán un seguimiento de la beca del alumno y que a los becarios se les identifique como "personal en prácticas" cuando se relacionen con personas ajenas al departamento en el que prestan el servicio. Asimismo, sugiere que se elabore un plan de acogida a los estudiantes en el que no sólo se les informe de las funciones que desempeñarán, sino también de sus derechos y obligaciones.
Completan los puntos señalados en el informe la obligación de mantener correspondencia entre el perfil formativo y las tareas que se le asignan al becario, además de la exigencia de una memoria de prácticas que permita evaluar el impacto de la beca, el aprendizaje adquirido.
El documento, además, recuerda a los departamentos de la administración que actualmente tienen becarios a su cargo la conveniencia de establecer períodos de descanso que permitan a los estudiantes conciliar su "vida laboral" con las obligaciones familiares y personales. Un texto que quiere asegurar que los derechos de los becarios son respetados en la Administración autonómica.