VALÈNCIA. La posible instalación de una macrobase logística militar en el término municipal de Alzira por parte del Ministerio de Defensa está en una fase incipiente. Tan 'verde' está el proyecto que fuentes del Gobierno valenciano que preside el socialista Ximo Puig, se muestran muy prudentes a la hora de aventurarse respecto a las opciones reales que dispone la capital de la Ribera Alta.
Así, la intención del alcalde de Alzira, Diego Gómez (Compromís), de que el municipio pueda albergar las citadas instalaciones ha quedado clara en distintas manifestaciones públicas durante los últimos días. Sin embargo, desde el Consell enfrían el asunto hasta conocer realmente en qué consiste en proyecto.
"Esto es una iniciativa que ha partido del ayuntamiento de la localidad y cuya intención se comentó informalmente a Presidencia de la Generalitat, pero todavía es demasiado pronto para saber siquiera si el municipio reúne las condiciones necesarias para albergar el proyecto, dado que ni siquiera se conocen todavía las bases del mismo", comentaron a este diario fuentes del Palau de la Generalitat preguntadas por si se habían realizado gestiones para que Alzira pueda ser la sede de la citada macrobase logística.
Esto no significa que desde la Generalitat se desmarquen de las aspiraciones del alcalde. Así, las fuentes consultadas señalaron a este diario que la Secretaría Autonómica de Relaciones Externas que lidera Joan Calabuig hará las gestiones pertinentes a través, probablemente, del director general de Representación Institucional, Jorge Alarte, para informarse de los términos generales del proyecto que debe emanar del Ministerio de Defensa.
Más aún cuando diversas capitales de provincia como Toledo, Jaén, Segovia o Córdoba, entre otras, han mostrado su disposición para albergar la citada sede logística. Con este escenario, desde Presidencia afirman que el primer paso es conocer al detalle el proyecto del Ministerio y, posteriormente, si Alzira puede reunir las condiciones para albergarlo. De hecho, en el Palau ni siquiera descartan que otros municipios de la Comunitat Valenciana consideren que también son idóneos para acogerla. "Al ver la noticia, otros alcaldes también han preguntado si su municipio no reuniría los requisitos", comenta un alto cargo a este diario, para añadir que a día de hoy, se desconoce porque todavía no disponen de información sobre lo que se requiere.
El Ministerio de Defensa, por su parte, tampoco ha querido entrar a valorar las posibilidades de Alzira para convertirse en sede del megacomplejo. Esto se debe, principalmente, a que aún no se han publicado las bases de la convocatoria, por lo que se desconoce cuáles son las condiciones exactas que deben reunir las ciudades aspirantes a albergar este centro. De este modo, habrá que esperar a que se termine de elaborar el documento para conocer si la capital de la Ribera Alta está o no a la altura de las expectativas de los órganos militares.
El proyecto, que supondrá una inversión de 350 millones de euros por parte del Ministerio de Defensa, tiene previsto ocupar 500.000 metros cuadrados de superficie. En el caso de Alzira, este espacio se ubicaría en la zona de la Garrofera, donde hace unos cuantos años se proyectó una expansión urbanística de 3.000 viviendas y un campo de golf. Sin embargo, el estallido de la crisis económica y del ladrillo truncó todos estos planes, por lo que el territorio continúa despejado a día de hoy. Así, el consistorio ha estimado que este podría ser el entorno ideal para albergar el futuro centro logístico, ya no solo por la amplitud del terreno sino por sus buenas conexiones con la autovía A-7.
En cuanto a ocupación, el complejo podría traer consigo más de 1.000 puestos de trabajo, 900 de los cuales estarían reservados para civiles de la zona. Además, su mera presencia también podría generar plazas secundarias en otras industrias o actividades económicas, una promesa que desde Alzira han encontrado muy suculenta.
El alcalde de Alzira ha valorado muy positivamente los beneficios que un proyecto de estas características podría traer sobre la ciudad, e incluso lo ha comparado con la implantación de la fábrica de Ford en Almussafes: "La Ford del siglo XXI", reconocía en declaraciones a Efe. En este sentido, el primer edil considera que la base impulsará el crecimiento industrial y económico de toda la comarca, al tiempo que supondrá un incentivo para el sector servicios y de la vivienda. "No querría una base militar con armamento, pero sí una base de un ejército moderno al servicio de la sociedad", ha añadido también en respuesta a las quejas de algunos colectivos antimilitaristas. "Yo mismo me declaro antimilitarista, pero esta una oportunidad que no dejaría escapar".
Cabe recordar que este proyecto del Ministerio de Defensa es un intento de acabar con la dispersión territorial de la actividad logística del ejército de tierra, que actualmente se encuentra dividida en doce bases. De este modo, y según ha explicado Efe, el nuevo centro no solo facilitará la gestión de los recursos al centralizarlos en un solo punto, sino que también supondrá la oportunidad de modernizar tecnológicamente algunos procesos. Así, la nueva base supone un proyecto estratégico que incluso podría ser susceptible de recibir dinero de los fondos europeos de recuperación. Además, también podrá dar puntualmente servicio a otras áreas como la armada, el ejército del aire, la OTAN o la Unión Europea.