Joaquín Duato, CEO de Johnson & Johnson.Los informes cuatrimestrales de Bruce Mehlman para Mehlman Castagnetti Rosen & Thomas se han convertido en una interesante referencia para calibrar el clima político y empresarial en EEUU. El directivo valenciano más importante a nivel global, Joaquín Duato, CEO de Johnson & Johnson, mantuvo como documento de consulta durante varios meses la entrega correspondiente al Q3 de 2020, que llevaba el impactante título de “La Gran Aceleración”. Hasta pudo conversar acerca de ello con el propio Mehlman apenas unos días antes de su nombramiento al frente del gigante industrial.
A veces da la impresión de que no somos conscientes de la relevancia que ha adquirido la velocidad en la era de la revolución tecnológica y digital. Hay asuntos que se mantienen en los primeros puestos de nuestro orden de prioridades como territorio durante tres décadas y no pasa nada. Pese a que no dejan paso a otras urgencias nuevas, pese a que nunca acaban de resolverse. No pasa nada.
Me gusta citar las palabras de un competidor de Duato en el sector farmacéutico, el CEO de Eli Lilly, Dave Ricks, pronunciadas en uno de los momentos más oscuros de la pandemia, durante el evento BIO Digital 2020: «el tiempo es la nueva moneda de nuestra industria, la escala de tiempo ha sido totalmente destrozada, cualquier cosa que cueste más de cinco meses supone no haber logrado ser tan buenos como podemos ser». Demos gracias a Volkswagen por haber resuelto con rapidez la planta de baterías, esa maravillosa gigafactoría de Sagunto que tan bien va a venir. Y tomemos nota: ese es el nuevo ritmo.
Porque la cosa se agrava. La nueva condición del mundo global en los inicios de este 2022 tan incierto en todos los sentidos, respecto a las percepciones reinantes hace dos años, es que el imperativo de la aceleración persiste, pero no queda muy claro hacia dónde hay que correr.
El último informe de Mehlman, el de cierre del Q3 de 2021 se llama “Consecuencias de los fracasos” y muestra un panorama de desmineralización de los pilares de la globalización. Incluye sentencias demoledoras: la confianza “en las grandes empresas disminuye a medida que aumenta el populismo”, una idea que concuerda con la llamada a fomentar una clase empresarial honesta formulada por Juan Roig en el 40 aniversario de AVE. “Líderes, políticas e instituciones actuales están bajo ataque”, dice Mehlman.
Asegura que “confiamos en la ciencia más que en las empresas que la crean o la aprovechan”; subraya que compañías tecnológicas como Amazon, Facebook y Google han pasado a recibir una percepción Muy Negativa por el 22% de los ciudadanos en 2021, frente al 10% de un año antes; “prepárese para grandes impactos en geopolítica, mercados, medios, tecnología, cultura y política”, aconseja; o “cuando las instituciones, las políticas y los líderes fallan, la gente exige un cambio”. No es un líder de la izquierda populista precisamente quien pronuncia estas palabras.
Aunque cita a Morgan Housel, uno de los columnistas más populares del The Wall Street Journal y socio de The Collaborative Fund, fondo que impulsa el paso de la economía de la propiedad a la economía del acceso: “las mayores innovaciones rara vez ocurren cuando todos están felices y seguros, o cuando el futuro parece prometedor. Suceden cuando las personas están un poco asustadas, preocupadas y cuando las consecuencias de no actuar rápidamente son demasiado dolorosas de soportar”.
La sensación de desconcierto sobre hacia dónde hay que acelerar el paso lleva a Mehlman a titular una parte de su informe así: “Conocidos Desconocidos” y a dar razones por las que todo podría estar acelerando o podría estar retrocediendo, o por las que la inflación podría ser transitoria o podría seguir acelerándose. Cualquier cosa puede pasar. Pero ¡corre!
Es una sensación similar a la que sentí cuando conocí de primera mano, entre los lineales de un supermercado y acompañado de un miembro del comité de dirección de Mercadona, aquel famoso golpe de timón de Juan Roig en el que decidió eliminar referencias y preparar a su compañía para una nueva era. Tuve la fortuna de poder contar aquello en primicia a nivel nacional, acababa de salir a la luz el libro “Las lecciones de los líderes” y titulé el reportaje “Mercadona desnuda su lineal para bajar precios ante la crisis”. El mérito de Roig no consistió únicamente en dar el giro rápido, sino en acertar en la dirección.
Son tiempos para empresarios con visión. Duato tiene que navegar en Johnson & Johnson la incertidumbre del momento actual con una crisis por la venta de polvos de talco para bebés que le enfrenta a más de 40.000 demandas en EEUU y Canadá. Todo está en cuestión, es la era de los desafíos que ponen a prueba la firmeza de un liderazgo.
La propuesta final del informe de Mehlman resulta, por eso, tan estimulante: “¿qué nos perdemos mientras estamos viendo el Covid?” En 2001, el 11-S no nos permitió prestar toda la atención que requería a la entrada de China en la OMC; en 2007, fue la crisis de las hipotecas subprime la que dejó en segundo plano el impacto disruptor del iPhone… ¿qué nos estamos perdiendo ahora?
