VALÈNCIA. Pedro Sánchez volverá a ser presidente del Gobierno tras superar la votación de investidura celebrada este jueves en el Congreso con 179 apoyos, un 51% del total. De esta manera, el candidato socialista continuará como inquilino de La Moncloa merced a los distintos pactos alcanzados a lo largo de estas semanas con diferentes formaciones políticas, algunos especialmente polémicos como los sellados con ERC y Junts, que incluyen una amnistía para los implicados en el 'procés' independentista.
Ahora bien, al margen del impacto nacional, la continuidad de Sánchez abre además un nuevo escenario en las filas del PSPV. La federación valenciana se mantiene en vilo tras la investidura de su líder por dos motivos principales: la formación del nuevo gobierno dará lugar a una serie de nombramientos que, tras la pérdida masiva de instituciones en la Comunitat Valenciana a manos del PP y Vox, son los únicos puestos posibles para un buen número de dirigentes que quedaron fuera de juego después de los comicios autonómicos. Por otro lado, las designaciones que decida Sánchez también pueden marcar en gran medida el futuro del PSPV, que se encuentra en una situación de standby a la espera de que se abra un proceso interno que decida la sucesión del expresidente de la Generalitat y todavía secretario general del partido, Ximo Puig.
De esta manera, los socialistas valencianos, o al menos muchos de sus dirigentes, se encuentran a la expectativa de lo que pueda ocurrir en las próximas semanas en el diseño del Gobierno de España. Más allá de términos grandilocuentes como el denominado "poder valenciano" en Madrid -para muchos un mero unicornio que no termina de concretarse en nada tangible-, en el PSPV se concentran muchos ex altos cargos que aspiran a algún puesto en el segundo escalón del futuro Ejecutivo.
Pese a que la nómina de cargos disponibles es alta, también lo es la competencia: prueba de ello es que la federación valenciana, pese a tener dos ministros de la Comunitat como Diana Morant y Luis Planas, no contaba en estos momentos con ningún secretario de Estado en el gobierno de Sánchez. Algunos nombres del PSPV que suenan para un puesto de relevancia del segundo escalón son, por ejemplo, el exconseller de Hacienda Arcadi España; el expresidente del Puerto de Valencia Joan Calabuig, o el exalcalde de Elche Carlos González.
Sin embargo, aparte de las recompensas -o reparaciones- individuales, las designaciones de Sánchez también pueden ofrecer pistas para desentrañar el futuro del PSPV. En las últimas semanas, uno de los nombres que ha entrado en las quinielas como posible ministro es el del propio Ximo Puig, además de estar sobre la mesa con buenas opciones de repetir el de la titular de Ciencia e Innovación, Diana Morant. Es más, en las filas socialistas no son pocos los que opinan que esta última podría ser la apuesta de Sánchez para relevar a Puig en el liderazgo del PSPV-PSOE.
Las distintas fuentes socialistas consultadas por este diario coinciden en que si el expresidente de la Generalitat entra en el Gobierno de España y también lo hace Morant, podría ser la visualización del relevo en la federación valenciana. Puig centrándose en la política nacional y al mismo tiempo, dejando paso a la ministra en el futuro congreso del PSPV que se espera para dentro de un año. Si el todavía líder de la federación valenciana no entra en el Ejecutivo con un puesto de estas características, perdería influencia en su sucesión y las posibilidades se abrirían todavía más.
Cabe recordar que algunos dirigentes como el secretario provincial del PSPV de Valencia, Carlos Fernández Bielsa, o el líder provincial del partido en Alicante, Alejandro Soler, ya han mostrado sus credenciales para participar en la carrera de sucesión de Puig. Es por ello que también resultará interesante ver si alguno -o cuántos- de sus afines entran a formar parte del Gobierno de Sánchez, en lo que se podría considerar un termómetro respecto a la influencia de la que gozan en Ferraz.
De la misma manera, otra de las dirigentes que ha sonado para la sucesión, en este caso próxima a Puig, es la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, cuya continuidad también debe decidirse en las próximas semanas desde el Ejecutivo central. Si se mantiene o es ascendida querrá decir que Madrid la tiene en consideración, por lo que mantendría sus opciones intactas para el liderazgo del PSPV. Sin embargo, si se prescindiera de ella, quedaría arrinconada en la citada carrera sucesoria.