Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. La huelga de transportistas convocada desde el pasado lunes por la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías, que aglutina a pymes y autónomos, se recrudece después de cuatro días de paros. La protesta, que persigue soluciones ante la escalada en el precio de los carburantes, está adquiriendo un cariz más duro con incidentes en los accesos a las plataformas logísticas; bloqueos en las terminales portuarias y las entradas de las grandes superficies; y actos vandálicos contra los transportistas que no han secundado la convocatoria.
En la autonomía valenciana se trata, por el momento, de hechos puntuales con "incidentes y situaciones de amenazas en los polígonos de Riba Roja y en el Puerto de Sagunto", subrayan desde la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte y la Logística (FVET), que ya ha puesto en conocimiento de la Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana estos hechos. "Reconocemos la gravísima situación por la que atraviesan las empresas y transportistas y la necesidad de que el Comité Nacional del Transporte por Carretera siga presionando para que se tomen nuevas iniciativas que permitan paliar los problemas actuales", explica Carlos García, secretario general de FVET.
No obstante, las movilizaciones, a las que no se ha sumado las organizaciones empresariales mayoritarias en el sector ni los sindicatos, ya están ralentizando pedidos e impidiendo el suministro de mercancías. "Las movilizaciones han restringido drásticamente la llegada de fruta procedente de Andalucía y Murcia a los centros de confección ubicados en la Comunitat Valenciana, desde donde se manipula y comercializa el 70% de la producción nacional", advierten desde el Comité de Gestión de Cítricos (CGC). Además, señalan que se está reduciendo "a la mínima expresión" el suministro a los principales mercados mayoristas del país, como Mercamadrid, Mercabarna y, en menor medida, Mercavalencia.
Además, ya se han anunciado los primeros paros en las empresas. Este es el caso de la industria láctea que suspende su actividad ante "la interrupción del suministro de los insumos necesarios para la elaboración de productos y su posterior traslado a las cadenas de distribución". También, el azulejo está en jaque y advierte de que la convocatoria puede "llegar a forzar la parada de hornos por falta de suministros de ciertas materias primas, incluso provocar más ERTE en el sector de los que ya se están registrando a causa del alza del precio del gas", alertan desde la patronal Ascer.
Sin embargo, las patronales de los supermercados y la gran distribución valenciana insisten en que, salvo algunas referencias, por el momento no existe desabastecimiento y el suministro "está garantizado" porque las empresas habían hecho un aprovisionamiento extra de cara a la huelga. Eso sí, urgen al Gobierno a que encuentre soluciones para evitar que la situación se agrave aún más.
"Estamos teniendo problemas puntuales por parte de grupos minoritarios que han aumentado la escalada de violencia con actos vandálicos", denuncian desde la Asociación de Supermercados de la Comunidad Valenciana (Asucova), que explican que los mayores bloqueos se registran en los accesos a los puertos, polígonos industriales dónde se ubican los almacenes logísticos y las entradas a los mercados y lonjas. "No se trata de un problema generalizado, sino de incidencias concretas en puntos estratégicos, pero es importante que el Gobierno actúe con contundencia", señalan.
Algunos de los altercados que se están registrado en el territorio son forcejeos para impedir la circulación, daños en los vehículos y, principalmente, bloqueos en los servicios. Por ello, la mediación del Gobierno y la búsqueda de soluciones es una reclamación unánime entre la industria española. Y más ahora que los piquetes están poniendo en apuros la llegada de las mercancías. En un comunicado conjunto, las asociaciones empresariales que representan a la cadena de valor del gran consumo -ACES, AECOC, ANGED, ASEDAS y FIAB- hacían un llamamiento a la responsabilidad de los convocantes para "no alentar los actos vandálicos" y "evitar hacer pagar a los ciudadanos los problemas que la sociedad en su conjunto ya está sufriendo".
"La actuación cada vez más beligerante, con bloqueos en puertos, lonjas, mercados mayoristas y centros logísticos está empezando a ocasionar importantes problemas para las empresas del sector con falta de suministro en fábricas o dificultad para abastecer los puntos de venta", advierten las patronales. Ante esta tesitura, la propia ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, subrayaba este jueves que el Gobierno actuará "con contundencia" frente a la "violencia".
Y es que, según advierte la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), estas actuaciones "descontroladas" están generando "graves desperfectos en distintos puntos de España, impidiendo el normal funcionamiento de la cadena alimentaria y generando problemas de abastecimiento, tanto de materias primas como de otros suministros auxiliares necesarios para la producción". "No podemos permitir que una minoría violenta esté secuestrando los derechos de una mayoría que quiere trabajar", lamentan.
También desde el Comité de Gestión de Cítricos han constatado "multitud de incidentes" que han conllevado "serios retrasos en la llegada de los camiones a las zonas de recolección para cargar y a los almacenes para descargar". Eso como mínimo porque, según denuncian, ha habido "coacciones más o menos violentas en algunos puntos críticos, como accesos a autopistas, polígonos o conocidas rotondas". "Si persiste esta situación y no se actúa contra los piquetes o se aprueban medidas para acabar con las movilizaciones, los retrasos acumulados en la atención a los pedidos acabarán por afectar también de lleno a la exportación a la Unión Europea (UE)", avisan desde CGC.
La ministra Raquel Sánchez ha asegurado que se va a garantizar "la correcta distribución" con el fin de que "no se corten las cadenas de aprovisionamiento", pero ya ha dejado claro que no va a reunirse con la Plataforma convocante al señalar que su único interlocutor es el Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC), porque "representa al 90% del sector, a pequeñas empresas y autónomos", ha incidido. "No me voy a sentar con un grupo de ultras que están intentando someter a este país a un chantaje y sustituyendo la palabra por palos, clavos y piedras", afirmó la ministra este jueves.
Unas palabras que han sentado como un jarro de agua fría a los promotores de las movilizaciones, que subrayan que ese tipo de comentarios "encienden más a la gente". "No somos una minoría, sino una mayoría que representa al 80% de los trabajadores. Hay que ser más responsables", recalca en declaraciones a este diario Rafael Alamillo, miembro de la Junta Directiva de la Plataforma de Defensa del Sector del Transporte de Mercancías.
Asegura que el paro se convocó explicitando a sus asociados que debía llevarse a cabo "de forma pacífica" y "con violencia cero". "Pero tienen que dejar que nos reivindiquemos porque estamos rodando por encima de nuestros precios de coste y ahora mismo vamos a la ruina. La gente no puede llevar el pan a su casa", subraya.
"Desde la plataforma defendemos violencia cero y estamos en contra de cualquier movimiento que se esté tomando la justicia por su mano porque se están equivocando. No somos terroristas, sino personas que tienen los camiones parados porque no podemos dar de comer a nuestras familias y estamos preocupados", reivindica.
Pese a la actual situación, los representantes del sector de la distribución y el comercio subrayan que no va a faltar surtido de momento, pero instan a solucionar esta situación. En este sentido, el representante de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) en la Comunitat, Joaquín Cerveró, subraya que "no está habiendo grandes problemas de suministro" en este momento, salvo en algunas categorías concretas como los frescos.
Al respecto, explica que gamas de pescados procedentes de lonjas gallegas y verduras que llegan desde Almería sí que están registrando retrasos y hay "una minoración" de la mercancía. Una situación similar es la que viven los mercados municipales valencianos, con falta de surtido de estos mismos productos. No obstante, tanto Anged como la patronal Confecomerç insisten en que son problemas puntuales que no preocupan y subrayan que ya se están buscando alternativas con productos congelados o aumento de los pedidos a productores locales para que refuercen sus líneas de suministro.
Eso sí, Cerveró apostilla que si la situación se prolonga una semana más "sí que habrá roturas significativas en la cadena de productos frescos porque no se puede hacer acopio de ellos durante días porque tienen una vida útil más corta". Del resto de productos, explica que las empresas habían almacenado más stock ante la convocatoria. Sin embargo, subraya que de demorarse las soluciones habrá "complicaciones" en la cadena, por lo que reclama al Ejecutivo Central que "tome cartas en el asunto" para garantizar la libre circulación de mercancías.
"De momento el 'efecto papel higiénico' es más una fantasía que una realidad. Es cierto que el aceite de girasol se agota porque llega en menor cantidad por la guerra. Pero, salvo roturas puntuales, hay alternativas para garantizar el suministro y las imágenes que vimos en la pandemia no tienen nada que ver con la situación actual. Es un pánico infundado", recalca el portavoz de Anged en la Comunitat.
