La imagen del perfil de Twitter de Antonio Baños como indicador de cómo va la actualidad catalana

26/10/2017 - 

VALÈNCIA. El presidente Carles Puigdemont iba a comparecer esta mañana para... ah, que no, que no. En mitad del vértigo informativo, el desconcierto era total tras convocar una comparecencia a las 13.30, retrasarla una hora y anularla después. Diez minutos antes de sonar la campana, a las 14.40, la Generalitat emitía otro comunicado para anunciar un nuevo aplazamiento. La tensión seguía creciendo, aunque sin Declaración Unilateral de Independencia (DUI), sin comparecencia del mandatario catalán en el Senado y sin convocatoria de elecciones para el 20 de diciembre, como se daba por sentado.

Los últimos volantazos del Govern habían dejado muy mal cuerpo entre los socios independentistas. La noche del miércoles, según publicaba el diario Ara, la cumbre celebrada en el Palau terminó con lágrimas de algunos miembros de Junts pel Sí que expresaban con pesar que todo había acabado: "S'ha acabat tot".

Los cachorros anticapitalistas han vuelto a las calles a mediodía para defender la proclamación de la república catalana en unas movilizaciones a las que se han sumado la ANC y Òmnium Cultural: la consigna, lograr que "no pasen ni vuelvan a pasar", arengó Marcel Mauri a los estudiantes. 

Mientras tanto, en las redes sociales el viento de la indignación avivaba unas llamas que, de convertirse en una pira, situaban en el centro a Carles Puigdemont. El diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián ha mostrado su profundo rechazo a la estrategia del presidente catalán, a quien ha llamado 'Judas' en su cuenta de Twitter: "155 monedas de plata", en referencia al pasaje bíblico en el que se describe el pago que recibió Judas por traicionar a Jesús.

                     

También Antonio Baños, el que fuera cabeza de lista de la CUP en las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2015, ha puesto al presidente catalán en el disparadero. Para alentar las movilizaciones, el exdiputado ha señalado que si los catalanes se quedan en casa tras los últimos acontecimientos, "ganan Mas y Puigdemont". 

En su cuenta de Twitter, el exlíder anticapitalista convirtió su cambiante foto de perfil en un indicador de cómo se van desarrollando los acontecimientos en Cataluña. Tras la primera declaración televisada del rey Felipe VI, Baños colgó una imagen de Felipe de Borbón, a quien apoda "Majestá Preparator VI", boca abajo. Este jueves, el protagonista era Puigdemont en idéntica postura. Por la tarde, el remedo del cuadro que recuerda a Felipe V, el primer rey Borbón que ordenó incendiar la ciudad de Xàtiva por su resistencia durante la Guerra de Sucesión, volvió a cambiar para colocarla en decúbito lateral, con el presidente Puigdemont tendido sobre uno de sus lados.

                                           

Irritación. Tensión. Malos sentimientos. Lo cierto es que el enigma podía interpretarse como un señalamiento o como una especie de predictor. Es decir, como el juego de la botella, la treta que los adolescentes aprovechaban hace una década para pillar cacho (no estaban Tinder, ni Grindr ni tantas otras aplicaciones para ligar) o como el monje del tiempo, el famoso artilugio (un higrómetro que mide la humedad del ambiente) en el que se representa a un hombre encapuchado que sube y baja el brazo para indicar, en una pared de su convento, los diferentes estados del tiempo: seco, revuelto, viento, bueno, inseguro, ventoso, húmedo o lluvia.

Tras concluir la intervención de Puigdemont, en la que en presidente rechazaba convocar elecciones por la "acción vengativa del Estado", el avatar del presidente catalán volvía a su posición correcta, enhiesta y con sonrisa de medio lado, y Antonio Baños adjuntaba una disculpa: "Perdó, president". Quién sabe si el político reserva la posición anatómica del personaje acostado boca arriba como último recurso para ejemplificar el ahínco con el que el presidente catalán se defiende de una futura agresión o humillación. 

Si el enderezamiento del fuste torcido de Puigdemont no ha sido un gesto con la suficiente fuerza para advertir el cambio de humor en la formación anticapitalista, arrumbada por la posible convocatoria de elecciones y reanimada tras despejarse esta opción, la diputada Anna Gabriel ha sido la encargada de poner subtítulos esta tarde al ánimo general. En su intervención en el pleno monográfico en el Parlament, convocado para abordar una respuesta a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, la diputada vestía una camiseta en la que se podía leer: "Sol y paella". Sin embargo, la previsión de los próximos días aventura grandes cambios. El servicio meteorológico indepe se ha referido a las consecuencias de aplicar el artículo 155 de la Carta Magna: llegará a Cataluña "un tsunami de detenciones y de suspensiones" al que ha llamado a hacerle frente.

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