opinión

La imparable decadencia de la industria europea

El socio director de la firma valenciana AVD Consultores advierte del declive de la industria europea, cuyo papel dominante venía desde los tiempos de la Revolución Industrial

21/12/2017 - 

VALÈNCIA. Durante los últimos años, la principal preocupación de los europeos ha sido la terrible crisis financiera que ha azotado con especial virulencia al sur de Europa y cómo mitigar sus efectos de los cuales todavía estamos reponiéndonos. Quizás esto haya hecho que no hayamos prestado tanta atención a otra crisis que erosiona de manera profunda los pilares de la economía de la Unión Europea (UE): el sector industrial.

Ciertamente el sector industrial, que ha sido durante más de un siglo la base de nuestra fuerza laboral, se resiente y disminuye de manera alarmante. A lo largo de los últimos 15 años el número de desempleados en el sector industrial europeo ha descendido en más de un 20%. Todo ello mientras tanto en Asia como en América Latina el empleo industrial crece de manera robusta entre el 5 y 10% según el país, mientras en Estados Unidos se mantiene estable.

Solo 7 de los 20 países más exportadores del mundo son de la Unión Europea. Nuestros costes estructurales nos hacen ser cada vez menos competitivos; energía, transporte y mano de obra son variables más costosas que las de nuestros competidores incluyendo EE UU. Hasta los costes de producción industrial en Polonia están un punto por encima que los norteamericanos. Basta decir que en el periodo del 2005 al 2011, la UE perdió un 10% de su cuota de mercado industrial a nivel mundial.


Estados Unidos ha demostrado que las cosas pueden hacerse de manera distinta y que tampoco es necesario crear una 'nueva economía'; a veces solo basta con hacer las cosas de manera diferente. Durante el mandato de Obama la producción de 'energía verde' en Estados Unidos se duplicó y fue clave para que, por ejemplo, la industria del automóvil se recuperara de manera notable, tanto en términos puramente económicos como en términos de innovación. Además, los precios de la energía de uso industrial bajaron un 30% debido al aumento de la extracción de 'shale gas' a gran escala. EE UU pasó de ser un importador de energía a un exportador de la misma.

Por el contrario, en Europa el futuro parece menos halagüeño. Si a finales del siglo pasado éramos la mayor potencia industrial del mundo, con casi un tercio de la producción industrial mundial, a mediados del presente siglo estaremos bastante por detrás de China y EE UU. La producción industrial en el siglo XX estuvo dominada por el triángulo formado por Europa, Estados Unidos y Japón. Este siglo emerge con relevantes cambios en dicho triángulo: con una China ya no emergente reemplazando a Europa junto con Japón y Estados Unidos, que hoy por hoy son casi la mitad de la producción industrial del planeta.

'Rebalanceo' de la economía

De ser un tercio de la producción total del planeta al final del siglo pasado, hemos pasado a ser tan solo el 18% de la misma en 2015 entendiendo la Union Europea como una entidad única. Si lo analizamos de manera más individualizada, Alemania representa en torno al 10% de la producción mundial, pero se preveé que en los próximos 10 años tan solo produzca el 3,2%. Algo parecido en Reino Unido y Francia donde bajarán hasta el 3% y 2,4% respectivamente.

Como vemos estamos asistiendo a un nuevo -y para Europa dramático- 'rebalanceo' de la economía global donde Europa deja de tener un papel dominante en el sector industrial como venía siendo desde la Revolución Industrial. Lamentablemente recuperar la histórica relevancia industrial de Europa será una tarea más ardua y lenta y laboriosa, que recuperase de una crisis financiera por grave que ésta sea.

Ignacio González Ochoa es socio director de AVD Consultores

Noticias relacionadas