VALÈNCIA (EFE).La industria azulejera española está expectante ante las incertidumbres políticas y económicas mundiales y se mantiene cauta con una previsión de crecimiento de entre el 1,5 y el 2 % para este año, tras un ejercicio donde los resultados fueron bastante mejores y el crecimiento de las ventas llegó al 4 %.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China, las trabas a la importación de algunos países, el incremento de la producción internacional de azulejo y los productos sustitutivos del cerámico son incógnitas que permanecen en el ámbito internacional y que afectan directamente al sector, que exporta el 75 % de su producción.
El presidente de la patronal azulejera Ascer, Vicente Nomdedéu, ha descartado que el coronavirus pueda ser una amenaza más dado que las ventas de azulejo español a China solo suponen 27 millones de euros y no es un mercado importante para esta industria, aunque sí podría afectar a los esmalteros por la cantidad de material que venden a ese país.
La empresa Ceracasa coincide al afirmar que el virus y los efectos que pueda tener no son "en principio" un elemento determinante pero hay que tener en cuenta que China es "nuestro competidor más fuerte" y hay que esperar para ver "cómo nos afecta", ha señalado a Efe su gerente, Carlos Cabrera.
Las trabas a las importaciones sí que están teniendo consecuencias como es el caso de Arabia Saudí, donde la marca de calidad que han instaurado está todavía "muy confusa" y es "poco ágil y cambiante" y por el momento solo se han dado cinco o seis permisos de importación a España, ha señalado Cabrera.