El dato de la inflación norteamericana, que se publica este martes, debería impactar sobre el 'billete verde', según director de Riesgos de Ebury
MADRID. El evento que marcó la semana pasada se desarrolló, más o menos, como se esperaba. El BCE apuntó la decisión sobre la disminución de compra de bonos soberanos para la reunión de octubre. Revisó ligeramente su previsión de crecimiento a corto plazo pero, de forma más crítica, bajó su pronóstico de inflación.
Lo más destacable fue la fuerza con la que el presidente Draghi rechazó verbalmente un euro más fuerte. Sin embargo, las advertencias cayeron en oídos sordos frente al temor sobre Corea del Norte, el impacto de los huracanes y las preocupaciones políticas que derribaron el dólar frente a todas las divisas principales a excepción del won coreano.
El evento principal de la próxima semana tendrá lugar el jueves con la reunión del Banco de Inglaterra. No se espera ninguna acción pero esperamos ver un acalorado debate sobre la naturaleza de la inflación en Reino Unido y la mejor manera de lidiar con ella.
El BCE confirmó sus expectativas casi universales la semana pasada en cuanto a retrasar cualquier decisión sobre cambios en su programa de compra de deuda hasta la reunión de octubre. Sin embargo, tanto la declaración del consejo como la conferencia del presidente Draghi después de la reunión, nos sorprendieron al mencionar explícitamente la fortaleza del euro como un elemento clave de la incertidumbre y un serio impedimento para alcanzar el objetivo de inflación. Los propios pronósticos del BCE, optimistas a nuestro juicio, reconocen que la inflación en el horizonte extremo (finales de 2019) permanecerá considerablemente debajo del objetivo. Los mercados están por ahora ignorando las preocupaciones del BCE sobre esta fortaleza del euro pero esperamos que las autoridades del Banco Central hagan más intervenciones verbales en las próximas semanas para tratar de mantener la presión a la baja sobre la moneda. Es poco probable que veamos un endurecimiento significativo de la política monetaria mientras el euro permanezca por encima del 1,20.
La semana pasada la libra experimentó un raro comportamiento frente al euro y al dólar. Las sorpresas positivas tanto del sector manufacturero como de la balanza comercial, sin duda, ayudaron. Sin embargo, pensamos que los mercados están comenzando a cotizar la posibilidad de cercanos aumentos previstos en la tasa de interés en Reino Unido. La reciente caída en la libra ponderada por el comercio hará que la presión sobre la inflación sea aún más alta; mañana deberíamos ver la primera evidencia de esto con los datos de inflación. La erosión de los salarios reales provocada por la alta inflación seguramente dará la munición necesaria dentro del comité de política monetaria y esperamos que el reciente repunte de la libra frente al euro continúe.
Las tensiones de Corea del Norte y el huracán Irma enviaron a los inversionistas hacia la seguridad de los bonos del Tesoro, reduciendo los rendimientos y presionando al dólar. Los discursos relativamente moderados de los oficiales de la Reserva Federal no ayudaron al dólar. Esta semana, el dólar debería negociarse en respuesta a los datos cruciales sobre la inflación que se conocerán este martes y las primeras estimaciones del impacto de Irma en el crecimiento económico a corto plazo. Asimismo, observamos que las expectativas sobre cambios significativos en la política fiscal son tan bajas que cualquier signo de un acuerdo en el Congreso podría ser muy positivo para el dólar.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
Informe elaborado por Enrique Díaz-Alvarez, Matthew Ryan, Roman Ziruk e Itsaso Apezteguia