VALÈNCIA. Muchas veces, es más complicado de lo que parece realizar las comprobaciones y el seguimiento de los flujos de caja de un Ayuntamiento como el de València. Así lo constata la Intervención de Contabilidad y Presupuestos del consistorio, que ha dejado negro sobre blanco la falta de medios técnicos, y también humanos, para llevar a cabo todas estas labores.
Según explica el órgano consistorial en la Cuenta General consistorial, se dan "innumerables errores" en el control de todos los procesos contables porque muchos de ellos se revisan y ajustan diariamente cuando, en teoría, deberían "operar de forma automática". Esto provoca un "coste adicional de recursos humanos y técnicos", dice, dando lugar a las mencionadas incorrecciones, que más tarde deben ser corregidos.
Una precariedad en el control de los gastos e ingresos que, a juicio de la Intervención, es hora de corregir. Fuentes consistoriales explican que, a su vez, esto resta mucho tiempo a los funcionarios que podrían estar realizando otras labores de fiscalización del gasto. Y es que la aplicación informática contable del consistorio (SIEM) se debería actualizar tras una orden emitida en enero de 2015. Cinco años después, incide, todavía no se ha acabado este proceso.
Las deficiencias son destacadas, según explica, en el sistema de tratamiento de transferencias y subvenciones recibidas, que se encuentra instalado sólo parcialmente, o en el seguimiento de compromisos de ingresos con cargo a ejercicios posteriores. Este último, de hecho, "se realiza manualmente mediante registros auxiliares". También hay "dificultades" a la hora de confeccionar los diferentes estados contables que tiene la Cuenta General del Ayuntamiento, lo que provoca errores de planteamiento "que impiden su utilización y obligan a una elaboración manual". Por ejemplo, se refiere a los estados del flujo de efectivo -los cambios en la caja- y el seguimiento de información contable.
¿Cuáles son los motivos de todos estos obstáculos? La intervención ha reiterado, no sólo en este informe sino también en otros anteriores, que las causas son fundamentalmente que la aplicación informática contable está obsoleta e impide abordar de forma rápida los cambios normativos que deberían haberse implantado ya en 2015. Además, también afecta el "elevado número de vacantes" del propio servicio de Contabilidad en los últimos ejercicios, lo que ha "impedido destinar recursos necesarios para el desarrollo de la aplicación".
Aunque sí que se han intentado poner en marcha medidas transitorias, rectificando algunos apartados, lo cierto es que la solución definitiva a todos estos problemas no ha llegado todavía. Esta, dice la propia Intervención, es implantar un sistema integrado que facilite todas estas tareas y que, a la postre, libere a los empleados públicos para poder fiscalizar con mayor profundidad los movimientos contables consistoriales. Ciertamente, está en vías de resolverse pero aún tardará. El gobierno municipal adjudicó el desarrollo de este sistema a mediados de enero, un recurso paralizó la contratación, y ha acabado formalizándose a principios de mayo.
Ahora, cinco años después de la obligatoriedad de implantar el sistema, todavía queda un año y medio por delante para que la adjudicataria lo desarrolle. El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, ha denunciado la dificultad del servicio de Contabilidad en fiscalizar las cuentas del consistorio al tener que "cuadrar los gastos a mano al carecer de un software apropiado para realizar la cuenta general".
"En la actualidad hay varios programas de software que no están conectados entre sí donde se vuelcan los gastos del Ayuntamiento, lo que dificulta al servicio de contabilidad cuadrar la información financiera del consistorio", señala el edil de la formación naranja, para asegurar más tarde que esto dificulta también la fiscalización de contratos menores y otros procedimientos. "Ribó prefiere que el servicio de contabilidad haga las cuentas a mano, restándole tiempo y recursos para fiscalizar sus encargos y subvenciones a dedo", ha censurado Giner.