La irrupción de Sánchez en La Moncloa cambia el paso a la relación entre PSPV y Compromís

2/06/2018 - 

VALÈNCIA. El triunfo de la moción de censura presentada por el socialista Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy fue acogida este viernes con alegría y optimismo por las fuerzas que componen el Gobierno valenciano, PSPV y Compromís. En el caso de los socialistas, pese a que el jefe del Consell, Ximo Puig, y el grueso de sus colaboradores hayan mantenido en el pasado fuertes tensiones con el líder del PSOE, la satisfacción que se transmitía desde el entorno del presidente este viernes resultaba sincera y culminó además en una celebración en la sede de la calle de Blanquerías a mediodía. Por parte de la coalición que lidera Mónica Oltra, también se saludó la entrada de Sánchez en La Moncloa, aunque con un tono más incisivo en las reivindicaciones hacia el Gobierno de España.

No obstante, aunque este viernes las diferencias fueron más bien nimias en la reacción de ambos partidos, resulta evidente que el cambio de inquilino en La Moncloa va a propiciar también ciertas variaciones en la relación entre PSPV y Compromís, sobre todo si se tiene en cuenta que en el horizonte ya aparecen las elecciones autonómicas y locales de 2019.

El primer elemento diferenciador es que, hasta ahora, PSPV y Compromís luchaban contra un enemigo común: Mariano Rajoy y, en general, el Gobierno de España con actores secundarios de lujo como Cristóbal Montoro. Así, la unidad ante estos representantes del PP era sencilla y permitía un discurso perfectamente alineado desde el Gobierno valenciano, ya fuera en su tono más reivindicativo o en el victimista, según la ocasión lo requiriera. De la misma manera, no había mayor problema a la hora de aunar fuerzas y criterios para conformar una manifestación junto a fuerzas sindicales por la financiación o incluso protestas de otra índole en Madrid.

Más allá de que el relato único no llegue a quebrarse e incluso pueda seguir existiendo acuerdo en acciones reivindicativas aunque el gobierno haya pasado a ser socialista, donde pueden llegar las primeras discrepancias es en los tiempos para aplicar determinada presión. Es decir, la lógica de partido indica que Puig y los suyos deben ser algo más comprensivos y pacientes con el recién llegado gobierno de Sánchez de lo que tiene que serlo Compromís.

Es decir, la coalición valencianista siempre podrá ir más allá y, todo apunta, a que lo hará si Sánchez permanece un tiempo en La Moncloa sin activar determinadas cuestiones importantes para la Comunitat como la reforma del sistema de financiación. El presidente Puig, en cambio, y aunque Sánchez no haya sido un dirigente con el que haya mantenido buena química, debe guardar cierta lealtad institucional y de partido. Si este escenario se cumple, como todo apunta, no deberían tardar en aparecer las primeras fricciones si no se hila fino en la relación Madrid-València.

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que Compromís no es ya una mera coalición electoral limitada a las fronteras valencianas, sino que dispone de cuatro representantes en el Congreso. Así, hasta ahora, ha sido fácil coincidir en muchas cuestiones con los socialistas y, cuando no ha ocurrido así, tampoco ha trascendido en demasía dado que el principal artífice de la medida era el PP de Rajoy. Por poner un ejemplo, el PSOE se alineó con los populares en la reforma del Cupo vasco mientras que Compromís decidió votar en contra. Un asunto que no trascendió demasiado en la Comunitat, pero a buen seguro que si Sánchez hubiera sido el impulsor la discrepancia habría tenido más repercusión en tierras valencianas y, por tanto, en las relaciones entre las fuerzas que integran el Consell. 

Primer día: tranquilidad y reivindicación compartida sobre financiación

Una de las preguntas hechas este viernes a los responsables de PSPV y Compromís versó sobre la financiación autonómica. Tanto Puig como Oltra, defendieron tal y como vienen haciendo hasta ahora la inmediata de la reforma, si bien el tono de la vicepresidenta fue algo más incisivo.

Así, insistió en que desde el Ejecutivo se va a "mantener esta lucha" para que los valencianos tengan "los derechos que constitucionalmente" les corresponden. En esta línea, y dado que el propio Sánchez advirtió en el debate del jueves que no podría abordar esta remodelación, Oltra instó a esperar a que se forma gobierno y esperar a ver quién ocupa la cartera de Hacienda. "No sé si en el momento actual se le podrán dar los 100 días de gracia, pero 100 minutos sí", comentó, para puntualizar que, a su juicio, la reforma del sistema "se puede arreglar este año" porque el trabajo de la comisión de expertos está avanzado pero tiene que existir "voluntad política y voluntad de que los territorios tengan más financiación, eso sí que se puede hacer en medio año".

Unas palabras que fueron similares a las que utilizó también este viernes el portavoz de Compromís en Les Corts, Fran Ferri, ante la irrupción de Sánchez en La Moncloa. "Estamos muy contentos", aseguró el diputado de la coalición, si bien destacó que su partido continuará reivindicando "la agenda valenciana, la renovación del sistema de financiación y la retirada de los recursos presentados contra varias leyes autonómicas".

Una reivindicación que, si se atiende a las manifestaciones realizadas por Ximo Puig este viernes es prácticamente calcada. Así el jefe del Consell, preguntado por la financiación autonómica, aseguró que se mantendrá la exigencia de reformar el sistema "sea quien sea el presidente".


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