VALÈNCIA. (EP/VP) La Junta de Desagüe de l'Albufera rechaza que el alcalde de València y presidente de este ente pueda abandonar su presidencia y delegar el cargo en este propio órgano, que actualmente ostenta por su delegación el concejal encargado de Devesa-Albufera, Sergi Campillo. "El alcalde es tan libre de delegar como lo es la Junta de no aceptar tal delegación. Hay que estar a las duras y a las maduras", ha sostenido en un comunicado.
Preguntadas fuentes del Ayuntamiento al respecto, declinan pronunciarse y se limitan a asegurar que el consistorio trabaja por la calidad medioambiental del parque natural de la Albufera.
El pasado 17 de julio la Fiscalía Provincial de Valencia incoó, por una parte, diligencias de investigación penal y, por otra, preprocesales contencioso administrativas, tras haber tenido conocimiento de un "alarmante" descenso de los niveles de agua del lago de la Albufera, causado de la Junta de Desagüe.
La Fiscalía investiga el "alarmante" descenso de los niveles de agua en la Albufera
La Junta de Desagüe ha indicado que desde la Secretaría del Ayuntamiento les comunicaron telefónicamente la intención de abandonar la presidencia de este órgano por parte de Joan Ribó, que la delegaba en la propia Junta.
Asimismo, considera "sorprendente" que el máximo responsable del consistorio "decida abandonar el cargo en plena polémica suscitada por un informe, con recomendaciones incluidas, de la Fiscalía". "Sería la primera vez en la larga historia de nuestra Junta, que data de 1738, aunque los actuales estatutos datan de 1926. Han pasado dictaduras, repúblicas y monarquías y el Ayuntamiento de València siempre estuvo representado", ha apuntado.
Además, ha señalado que desconocen el "contenido exacto" del informe de Fiscalía, que "se está interpretando como una sentencia firme sin darnos la oportunidad de presentar razones, argumentos y alegaciones que justifiquen nuestro riguroso recto proceder".
En relación a los "posibles daños" que argumenta la Fiscalía por el bajo nivel de agua del lago en las primeras semanas de crecimiento del arroz, la Junta ha subrayado que es "más que evidente que resulta imposible que las briznas de arroz puedan ver el sol bajo 20 centímetros (o más) de agua".
En cuanto a los niveles de agua del lago supuestamente aportados por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el ente ha resaltado que "es de dominio público que este organismo estatal trabaja con material deficiente y obsoleto por falta de mantenimiento y renovación".
En la misma línea, ha apuntado que, según informaciones publicadas, la consellera de Agricultura, Mireia Mollà, "baraja la posibilidad de que las compuertas, que son propiedad de los arroceros de los ocho municipios lindantes con la Albufera, sean compartidas y mecanizadas" cuando le ha recordado que esas compuertas, "que se atienden 24 horas durante 365 días, están mecanizadas y electrificadas desde hace años".
Por último, la Junta ha declinado cualquier responsabilidad sobre el brote de botulismo aviar producido en el Tancat de la Pipa, que provocó la muerte de cerca de 500 aves. "El estancamiento y mala gestión de las aguas en esa zona del Parque Natural es responsabilidad de sus gestores. Confiamos que del recto proceder del Estado, propietario del Tancat, y de la Fiscalía, este hecho no vuelva a producirse nunca más", ha subrayado.
