VALÈNCIA. Los peores pronósticos de los investigadores valencianos respecto a las ayudas de infraestructuras y equipamiento de I+D+i para 2017 se han cumplido. La Conselleria de Educación realizó esta convocatoria con un presupuesto de 7,4 millones de euros de los que finalmente tan solo se utilizarán 1,1 millones.
¿El motivo? La imposibilidad de los equipos investigadores de justificar la ejecución de los proyectos en 2017 por los plazos límites provocados por la dirección general de Universidades, dirigida por Josefina Bueno. Estas ayudas, enmarcadas en el Programa Operativo Feder 2014-2020, tienen una asignación para infraestructuras y equipamientos de investigación por importe de 42,3 millones de euros, cantidad que se financia al 50% entre la Generalitat y la Unión Europea.
Sin embargo, en 2017 estas ayudas no han tenido prácticamente repercusión en la investigación valenciana. El problema es que todas las peticiones concedidas para equipamiento que tuvieran un valor superior a los 209.000 euros debían salir a concurso público pero la resolución definitiva de las ayudas se publicó el 22 de diciembre de 2017 a pesar de que la convocatoria salió en marzo, ocho meses antes. El concurso conlleva un proceso de unos tres meses que, evidentemente, retrasaban la adjudicación hasta bien entrado el año 2018, cuando la convocatoria decía claramente que la actividad dentro de la subvención debe de ejecutarse a 31 de diciembre de 2017.
Desde el departamento de Vicent Marzà se restan culpa. "Tal y como se establece en la convocatoria de ayudas publicada en marzo de 2017, la actividad objeto de subvención debía ejecutarse desde el 1 de enero de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2017, independientemente de la fecha en que se resuelva la convocatoria. Estas ayudas no son de efecto incentivador: se puede ejecutar la actividad antes de la resolución de concesión de ayudas", aseguran desde Educación.
A pesar de su postura actual, las quejas de los investigadores a la dirección general de Universidades llevaron a Educación a pedir a la dirección general de Fondos Europeos de la Conselleria de Hacienda una prórroga de las justificaciones de las subvenciones más allá de 2017 que finalmente no fue concedida.
De las seis entidades beneficiarias -cinco universidades y el Consorcio ValSpace-, tan solo la mitad justificó la realización de la actividad subvencionada por un total de 1,1 millones de euros mientras que el importe asignado, pero que no ha podido ejecutarse, se acumulará a la programación presupuestaria de próximas convocatorias. No obstante, la convocatoria de 2018 tan solo tendrá un presupuesto de 8,5 millones.
"La Generalitat no pierde la cofinanciación, el importe de las ayudas que no se justifique en plazo quedará disponible para convocatorias futuras", aseguran desde la Conselleria. No es lo que opinan desde las universidades, quienes no descartan intentar ponerle solución por la vía judicial. Y es que esta situación se ha producido con más ayudas, como las dedicadas a proyectos de investigación emergentes donde se calculó una pérdida de 87.311,21 euros por tan solo tener los investigadores dos días de plazo entre la resolución definitiva y el plazo de justificación.
Para intentar evitar esta situación la convocatoria de 2018, publicada en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana el 28 de marzo de 2018, tendrá un carácter plurianual, por lo que el objeto de las ayudas podrán ejecutarse hasta octubre de 2020. El presupuesto total será de 8,5 millones de euros, un 15% más de la cuantía que se destinó para estas ayudas en 2017.
El importe de ayudas concedido para cada proyecto en cada una de las anualidades de ejecución de la actividad será superior a 100.000 euros mientras que la cuantía máxima que podrá concederse es de un millón de euros para la totalidad de la ayuda mientras que los proyectos tendrán que encuadrarse en uno de los ejes prioritarios del desarrollo de la estrategia RIS3-CV.
