VALÈNCIA. La llegada de robots para realizar cirugías mínimamente invasivas, más conocidos como 'DaVinci' debido al nombre de una de las marcas referentes, está por el momento atascada en varios hospitales valencianos debido a la paralización de dos concursos para proveer de esta tecnología. Así se recoge en la Plataforma de Contratación del Estado, en dos licitaciones de suministro y servicios de mantenimiento de estos equipos.
Éstas, que suman un presupuesto total de más de cinco millones, han recibido recursos de la compañía CMR Surgical Spain SL que, por el momento, han paralizado el concurso. Concretamente, los equipos están destinados al General Universitario de Elx, al Hospital Universitario de la Ribera, al Arnau de Vilanova, al Clínico y al Hospital Dr. Peset.
Estos equipos, que permiten las cirugías asistidas por ordenador, buscan implementar en toda la red de hospitales valencianos la cirugía robótica como práctica habitual. Se trata de una de las principales innovaciones dentro del campo de la cirugía en los últimos años al permitir reducir el trauma quirúrgico, las complicaciones de las heridas, el dolor y la estancia hospitalaria tras una intervención.
Según señalan, los principios marcados en los pliegos son contrarios a los principios básicos de la contratación pública, de la libre competencia y de la igualdad de oportunidades. En este sentido, asegura que se ha limitado artificialmente la competencia al reproducir características clave y exclusivas de un licitador. Actualmente, existen tres empresas que prestan el servicio en España: Abex Exccelencia Robótica, que comercializa en España robots quirúrgicos bajo la marca comercial “Da Vinci”,- Medtronic Ibérica, S.A.U, que lo hace bajo la marca “Hugo”.
Mientras, CMR Surgical Spain, filial española de la multinacional de producción y comercialización de robots y equipamiento médico, fabrica robots de laparoscopia bajo la marca Versius. "Cada uno de estos sistemas robóticos presentan características y prestaciones propias y particulares, pero esencialmente equivalentes entre sí en cuanto a su funcionalidad objetiva", señalan en el recurso. Sin embargo, consideran que los pliegos no recogen todas las posibilidades.
Para Sanidad, las ventajas que supone la extensión de las cirugías mínimamente invasivas son, además de la reducción de las complicaciones propias de cada intervención, conlleva hospitalizaciones y tiempos menores de permanencia en el hospital, permitiendo una mayor disponibilidad y gestión eficiente de los recursos asistenciales.
Durante la pandemia por covid-19, la necesidad de un mayor número de camas hospitalarias fue una prioridad, teniéndose que suspender las intervenciones quirúrgicas programadas, siendo necesario priorizar el resto de intervenciones no demorables en virtud de la disponibilidad de camas, con el consiguiente incremento de la lista de espera quirúrgica. Por lo anterior, en previsión de futuras pandemias, para Sanidad es necesario la disponibilidad en los servicios quirúrgicos de tecnología que permita una resolución más eficiente de estos procesos, y así poder disponer de una mayor oferta asistencial.
En relación con los procedimientos quirúrgicos habituales, mediante este tipo de cirugía se obtiene una mayor precisión, al eliminar el temblor natural de las manos, permitiendo el manejo con exactitud de las pinzas y los instrumentos quirúrgicos por el robot. Se facilita una visión en 3D, ampliando el campo de visión artificial, dando visibilidad en zonas de difícil acceso y posibilitando el aumento de la imagen, habilitando a la/el especialista de una mayor comodidad y autonomía, al permitirle sostener en posición sentada hasta tres instrumentos, intervenciones que se pueden realizar sin ayudante.