La octava Ley de Educación de la democracia en su disposición adicional undécima, declara a extinguir al cuerpo de Profesores Técnicos de Formación Profesional (PTFP A-2), estableciendo que podrán promocionar al cuerpo superior de Profesorado de Enseñanza Secundaria (PES A-1), sólo los que tengan titulación de grado universitario o equivalente, permaneciendo en su cuerpo a extinguir, sin promoción ni equiparación, el funcionariado docente de carrera (PTFP A-2) que no reúnan estos nuevos requisitos de titulación.
Otra vez la historia se repite en el elitista Ministerio de Educación, que vuelve a discriminar en FP a quien no tiene un titulo universitario, como ya se hace, por ejemplo, para ser catedrático, ya que parece que no queda bien tener catedráticos de soldadura o peluquería. Un legislador valiente y que entienda la FP hubiera optado por crear un nuevo cuerpo único de profesores de FP que englobe a todo el profesorado que dan clases de FP con los mismos derechos ya que están en los mismos institutos y con los mismos alumnos. Con títulos de acceso adaptados a cada especialidad o ¿vamos a volver a pedir a cocineros y mecánicos que sean universitarios? Pero no, se ha optado por marginar a los profesores en una “titulitis” absurda para un ámbito docente que debería de perseguir la excelencia formativa laboral y no la académica.
Y aquí empieza un conflicto que va a estallar si el Senado no lo remedia, es decir, que vamos a premiar a las profesoras y los profesores que tienen título universitario, marginando y castigando a los titulados de FP (unos 20.000 en España), cuando todas y todos aprobaron en igualdad, mérito y capacidad unas duras oposiciones con 65-70 temas de su especialidad más un examen práctico en talleres. Es decir, vamos a dividir el cuerpo por una cuestión de “titulitos” y unos van a cobrar más por hacer lo mismo (unos 3.000€/año), y se jubilaran con unas pensiones superiores. Pésimo mensaje para que la sociedad apoye a los titulados de FP, cuando se niega el reconocimiento a sus docentes, marginando su promoción y carrera profesional.
Sorprende que una ley socialista que tiene muchos aspectos positivos, discrimine a la piedra angular de la FP: “sus profesores”. Pedro Sánchez el 11-11-2020 dijo que sé dará; “calidad, excelencia y reputación a la FP”, pues empezamos fatal.
Dar calidad a la FP es invertir en instalaciones, dotaciones, equipamiento, maquinaria, en formación de su profesorado que nunca se ha hecho. No es privar a estas enseñanzas del profesorado titulado de FP que proviene de mundo de la empresa y del trabajo, para priorizar a los que vienen de la universidad. El PTFP es el alma de este nivel educativo y el que da la esencia a la FP, al aportar los conocimientos, las destrezas y las habilidades que se valoran en el mundo laboral. Todos en la teoría sabemos cortar pelo, cocinar, soldar o levantar un tabique, pero la práctica necesita de profesoras y profesores que sepan desarrollar el oficio, ese saber hacer, enseñarlo y trasmitirlo.
Dar reputación a la FP es decirle a la sociedad que la titulación en FP es garantía de profesionales altamente cualificados, valorados en las empresas y con buenas retribuciones para que los padres, madres y alumnado de este país apuesten por esta vía formativa. Para ello, hay que apoyar y legislar a favor de sus titulados y tituladas. Los títulos de FP tienen que estar en las oposiciones de las administraciones públicas, en los convenios colectivos. Los títulos tienen que ser requisito, cómo ocurre en otros países, para abrir negocios como peluquerías, agencia de viajes, tiendas de electricidad o electrónica, o talleres de reparación mecánica o informática.
Dar excelencia a la FP no es sólo tener medios e instalaciones con la tecnología actualizada, sino tener motivados a sus profesores y profesoras. El profesorado de FP es el que más se autorecicla del sistema educativo. Un profesor de matemáticas o de castellano sigue teniendo en los últimos 30 años las integrales y las tildes iguales. Un PTFP de mecánica o informática lo que explicaba hace 30 años es prehistoria. Este profesorado que ha ido integrando esos avances técnicos en sus enseñanzas con su esfuerzo personal impagable, porque el BOE se quedó obsoleto hace decenios. Y se ha adaptado a la imparable trasformación digital, al avance tecnológico llámese la 4ª revolución industrial, el Big-Data o la industria 4.0. Ahora, en pago, le decimos que perdió el tiempo y que tenía que haber estudiado una “carrerita” para cubrir el expediente. Da igual que te hayas convertido en un genio en robótica, o en un “crack” en energías renovables, si no tuviste la precaución de cubrirte la espalda con un título universitario, ahora serás degradado.
Como vemos se nos llena la boca de apoyar a la FP, pero no es así. Esperemos equivocarnos.
Guillermo Martí Peris. Titulado en FP, Profesor Técnico FP y Vicesecretario General de UGT-PV