Ana Barceló. Foto: KIKE TABERNER (EP)VALÈNCIA. La última resolución de la Conselleria de Sanidad con las medidas para combatir la pandemia de la covid-19 viene con sorpresa. Según la misma, la mascarilla es obligatoria para mayores de 6 años en la vía pública y espacios cerrados de uso público "siempre que no resulte posible garantizar el mantenimiento de una distancia de seguridad interpersonal de, al menos, 1,5 metros".
La introducción de este matiz de la distancia, que había desaparecido de las anteriores resoluciones en las que se estableció la obligatoriedad en cualquier circunstancia, abría a la puerta a que, desde su entrada en vigor el próximo lunes 1 de marzo, el uso de la mascarilla fuera opcional si se respeta el metro y medio de distancia.
No obstante, el departamento que dirige Ana Barceló anunció este viernes por la noche, que se corregiría el error antes de la entrada en vigor de la resolución: "El texto es un error en la resolución que no llegará a entrar en vigor. Mañana el DOGV publicará la correspondiente rectificación en una nueva resolución. El uso de la mascarilla, excepto en algunos ámbitos deportivos, sigue siendo obligatorio en los casos que lo era hasta ahora", anunciaba en Twitter.
Según lo que explicó la consellera Ana Barceló en la rueda de prensa del jueves para detallar las medidas, el único cambio esperado en el uso de la mascarilla era el relativo a los runners y otras practicas deportivas individuales al aire libre, a quienes en el último paquete de restricciones se les impuso el uso de mascarilla.
La resolución publicada en el DOGV de este viernes, como es habitual, dejaba sin efecto las anteriores en el mismo sentido, donde el uso de la mascarilla en espacios públicos se fijaba sin condiciones. Era el caso, por ejemplo, de la resolución del 17 en la que el uso de la mascarilla se estableció como obligatorio "en todo momento en la vía pública, en espacios al aire libre y en espacios cerrados de uso público o abiertos al público" y se introdujo la recomendación de usarla también en ámbitos privados abiertos o cerrados si no se garantizaba la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros.
