Marc Sans, 'HEN // TOSHI'VALÈNCIA. Preguntado furtivamente al respecto, un transeúnte cualquiera aseguraría convencido que un granero no es más (ni menos) que un almacén donde salvaguardar la cosecha de cereal. Sin embargo, cuando hablamos de arte contemporáneo, no conviene dar nada por sentado. Quizás por ello, es fácil entender que Graners de Creació no busque convertirse en un espacio de acumulación teatral, sino en el entorno que reúna las condiciones necesarias para hacer germinar los nuevos lenguajes escénicos. Un enclave en el que los brotes de talento encuentren facilidades para crecer. Con ese espíritu fueron anunciadas ayer las 16 propuestas que formarán parte de esta iniciativa, la primera red de residencias público-privada de la Comunitat Valenciana, y que se desarrollarán entre 2019 y 2022. Una plataforma que encuentra en el largo plazo su razón de ser, pues la cultura -como la tierra- requiere de tiempo, cuidados y paciencia.
La presentación de los trabajos escogidos se celebró en el Centre del Carme y contó con la presencia del director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont; el codirector de Espacio Inestable e impulsor original del proyecto, Jacobo Pallarés; el coordinador de programación de La Rambleta, Juanma Artigot; y el jefe de servicio de Acción Cultural del Ayuntamiento de València, Bernad Gaspar.
En esta convocatoria, la comisión evaluadora -formada por un representante de cada institución asociada a la iniciativa- recibió más de 50 propuestas, de las cuales finalmente fueron elegidas 16. Se trata de obras de teatro, danza y artes escénicas multidisciplinares que en más del 80% de los casos son de origen valenciano. Graners de Creació propone una estructura algo alambicada en la que cada espacio participante ha seleccionado entre una y cinco piezas a las que dará cobijo durante los próximos meses. También se producirán colaboraciones entre varias entidades que acogerán a una misma residencia. Además, tras su estreno, algunas piezas podrán rotar por los distintos entes de la red en función de las necesidades de los exhibidores.
Estas propuestas conforman la primera fase de Graners y realizarán su periodo de residencia entre 2019 y 2021. En la primavera del año que viene se abrirá la convocatoria para la segunda etapa, cuyas residencias tendrán lugar de 2020 a 2022. En cuanto al presupuesto, la red prevé una inversión directa para las compañías en el año 2019 de más de 70.000 euros, mientras que la inversión total en los 4 años de duración del proyecto es de aproximadamente 450.0000 euros.
En concreto, los espacios, festivales e instituciones que actuarán como graneros artísticos son el Centre del Carme, el Institut Valencià de Cultura-Festival Dansa València, el Teatre el Musical, Espai Rambleta, las sala Off y Ultramar, el Teatre del Raval de Gandía, la sala Russafa, el Teatre Círculo, Espacio Inestable, los festivales Cabanyal Íntim y 10 Sentidos, el festival Tercera Setmana y el festival Russafa Escènica.
Como explica el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont, Graners de Creació se encuentra “bajo el paraguas del programa de residencias para creadores de la Generalitat, Cultura Resident”, plataforma que, en su opinión, ha permitido a la Comunitat Valenciana “equipararse al resto de Autonomías así como a otras regiones de Europa que cuentan con este tipo de iniciativas y que suponen un apoyo a la investigación artística y también a la producción”. “Este tipo de acciones están propiciando una transformación en la gestión cultural tanto pública como privada en nuestro territorio, fomentando la colaboración entre diferentes espacios dirigidos a la exhibición, que se convierten ahora también en centros de producción” señala el también director del Centre del Carme.
Graners de Creació permite así a los artistas desarrollar un trabajo a largo plazo que incorpore tanto el proceso de documentación y preparación de la pieza como su estreno en alguno de los entes colaboradores. En este sentido, Jacobo Pallarés, que lanzó una primera versión de Graners en 2017 junto a Rambleta, resalta que el proyecto “pone el foco en el proceso creativo” al que dota de un espacio físico, pero también “psíquico, a través de la mediación para cohesionar y generar públicos”. "El objetivo es tejer un diálogo entre los creadores, el territorio y las infraestructuras", subraya.
Las semillas que germinarán en estas granjas escénicas responden a temáticas muy dispares. Por ejemplo, Reset: Mar Menor, de David Franch, Alejandra Mandli y Maribel Bayona, que es definido como un “laboratorio de imaginarios para un paisaje en crisis” y busca plantear “nuevas formas de pensar el territorio y responder a los desafíos medioambientales a través de la colaboración entre científicos y artistas”. Una línea de actuación muy distinta a la que propone Juliet, de Caterva Teatre, que emplea la pilota valenciana como hilo conductor para hablar de la vida y las relaciones humanas. DRAP es un espectáculo que surge a partir de la campaña Ropa Limpia de la ONG SETEM y es llevado a cabo por la productora Frágiles Danza. Por su parte, La Lola Boreal desarrollará Jo no sóc un Youtuber qualsevol, un proyecto que combina un canal de Youtube protagonizado por los intérpretes de la compañía y una pieza escénica que redefina, combine y transforme los materiales creados para la plataforma de visionado online.
Cambiamos de tercio y fijamos la mirada en Miss Panamá, un colectivo cuyos miembros varían en función de la obra y abarcan disciplinas tan diversas como las bellas artes, la dirección escénica, la música electrónica, la performance, el cine experimental o el videoarte. Su pieza Kapøwski gira en torno al deseo de pertenencia y a los beneficios que se obtienen al formar parte de grupos sociales “en los que sus integrantes compartan intereses, ideología y preceptos”. En cambio, Dacsa Produccions aborda en Las Hijas de Siam una historia circense en la que convergen una mujer barbuda, dos siamesas y un sacerdote que huye del anticlericalismo en los momentos previos al inicio de la Guerra Civil. Y así hasta 16 propuestas escénicas que reescriben una y otra vez la realidad desde todas las aristas que ofrece el arte contemporáneo.
No es lo mismo plantar sandías que patatas, cada cultivo necesita unas condiciones ambientales diferentes si aspira al éxito. Por ello, en este juego de asociar espacios y piezas escénicas se impone el pragmatismo: lo primordial es obtener las mejores combinaciones posibles. Así, la Sala Off acogerá a La República del Lápiz, con Rashid y Gabriel -que contará con el apoyo del Festival Tercera Setmana-; a la Companyia Fil d’Arena, con la creación Cos-a Cos-o, que alcanzará al Circuito Bucles; y a Sergi Escolano, con Mudos.
De igual modo, La Rambleta servirá de escenario para la obra de Marc Sans, HEN // TOSHI, con el apoyo también del Festival 10 Sentidos y de La Lola Boreal, con Jo no sóc un Youtuber qualsevol, junto al Festival Russafa Escènica. Sus instalaciones se pondrán asimismo a disposición de la compañía La Subterránea, con Proyecto a 4 años, y de Las Hijas de Siam, de Dacsa Produccions.
En Espacio Inestable realizarán su residencia Fragiles Danza, con DRAP, que llegará también al Festival Dansa València; la compañía Onírica Mecánica, que desarrollará Ronem Ram y Travellers, acogida por el Festival Tercera Setmana; así como Juliet, de Caterva Teatre. También albergará las actividades de Groc Teatre, cuyo trabajo lleva por título Raó Àuria; y de Hongaresa de Teatre, con Piedra y Encrucijada.
Además, el Teatre El Musical y el Festival Cabanyal Íntim abrirán sus puertas al Colectivo Miss Panamá; el Teatro Círculo recibirá el trabajo de Sandra Gómez Maneras de Hacer; la Sala Ultramar albergará la obra de David Franch, Alejandra Mandli y Maribel Bayona, Reset y Sala Russafa será el lugar de residencia de Alarcón y Cornelles para El Limpiaculos del Rey.
