Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. La pandemia del coronavirus ha trastocado los planes de prácticamente todos los sector económicos. También al sector inmobiliario. Sin embargo, en la ciudad de València la situación se ha mantenido en cierto modo estable, al mantenerse las ventas de vivienda nueva -con cancelaciones menores al 7%- y sostenerse los precios.
Así lo recoge un informe sobre el segundo trimestre de 2020, elaborado por Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universitat Politècnica de València. Un observatorio nacido de la Asociación de Promotores de Valencia (Aprova), Porcelanosa, White Investing, Vialterra Infraestructuras y Olivares Consultores. Según recoge el informe, se ha dado una cierta paralización de nuevos proyectos y será septiembre el momento de tomar decisiones.
En este sentido, algunas compañías ya están barajando el modificar el modelo de negocio hacia la construcción para alquilar en proyectos orientados originalmente a la venta. "Ello tendrá un impacto moderado en el precio pues hará disminuir la oferta de obra nueva, hecho que compensa la potencial reducción de la demanda". recoge el informe.
Desde el observatorio pronostican que la elevada pérdida de empleo registrada en los últimos meses tendrá una incidencia importante en la venta de segunda mano por la cualificación del mismo, acrecentado con la necesidad de venta por parte de algún segmento de la oferta. En este sentido, también anticipan una mayor actividad en el nicho de rehabilitación de vivienda usada.
Respecto al alquiler, el informe señala que hay unos barrios más afectados debido a los efectos de las viviendas para estudiantes y a los apartamentos turísticos, que en muchos casos se están redireccionando a larga estancia. "Entendemos que con el final de la pandemia, cuando la población esté vacunada, estas distorsiones se regularizarán, si bien es previsible que quede una perturbación en los indicadores durante todo el año próximo", apuntan.
Ante la incertidumbre, desde el observatorio han decidido no presentar una predicción para los cuatro trimestres siguientes. "Debido a la situación de crisis provocada por el covid-19, entendemos que cualquier predicción que podamos realizar no se ajustará a la realidad y podría llevar a engaño", señalan. "Es difícil predecir los efectos del covid-19 en la economía del país y mucho menos en un sector tan volátil como el de la construcción".
