Los portavoces del PSPV y Compromís, junto al del PP. Foto: CORTS/José CuéllarVALÈNCIA. La semana en la que se celebra el Día Internacional de la Mujer ha llegado con posiciones enfrentadas de los partidos con representación en Les Corts. La izquierda acusa a la derecha de torpedear el acuerdo que existía en los premios que el Parlamento autonómico concede con motivo del 8M. Algo que es extensivo a otro asunto: la continuidad de los reconocimientos que llevan la denominación de Guillem Agulló.
El juego suele ser el habitual. Los grupos que tienen la mayoría en Les Corts impulsan iniciativas o acciones afines a su ideología pero que puedan vender bajo la intención del consenso y con las que puedan poner en un brete a la oposición. Aquello funcionaba con el PP en las dos últimas legislaturas, que prefería entrar en cierto modo al juego de la izquierda que quedar fuera y jugársela a un discurso que se le volviera en contra. Pero con la entrada de Vox a la Cámara se acabó.
El primer punto de discrepancia ha sido un cambio en la elección del premio del Día de la Mujer, cuya celebración se mantiene. Desde 2017, los grupos llevaban sus propuestas de nombre a la comisión de igualdad y se reconocía a todas ellas. Este año, el PP y Vox han preferido que se otorgue un solo galardón a una persona elegida por mayoría parlamentaria. Se lo concederán a la indumentarista valenciana Victoria Liceras.
En la comisión de igualdad, que tuvo lugar la semana pasada, el PSPV y Compromís decidieron no presentar a nombre alternativo al de Liceras para mostrar su descontento por el método empleado y por el hecho de que la galardonada ya estuviera pactada previamente por la derecha. En su lugar, presentaron papeletas con las palabras "igualdad" o "democracia" a modo de protesta.
En rueda de prensa tras la Junta de Síndics de este martes, los portavoces de la oposición han censurado esta estrategia del PP y Vox. El socialista José Muñoz ha denunciado que se cambie el procedimiento de forma "unilateral" y lo ha achacado a que "Vox tiene subyugado al presidente de la Generalitat, Carlos Mazón".
En la misma línea, Joan Baldoví (Compromís) ha advertido de que el nuevo sistema "no es el más democrático" al tener que "votar a cuáles son las mujeres que merecen el premio", por lo que se ha negado a participar en esta elección. Ambos grupos han destacado que asistirán al acto por "responsabilidad".
Desde el PP y Vox, por contra, han defendido que establecer un único premio por el 8M es más "razonable" que los 12 que se podían conceder hasta ahora y se han congratulado de que hayan recuperado ese premio que el Botànic dejó de conceder " y que lo hagan escogiendo a una mujer "sin ningún sesgo político" para darle "mayor valor".
El segundo punto de enfrentamiento ha sido por el premio Guillem Agulló, que el PP y Vox han decidido eliminar. Este galardón proviene de una declaración institucional firmada por todos los partidos en 2016 (incluyendo los populares) en la que se comprometían al impulso de un premio a iniciativas y personas destacadas por su lucha contra el racismo, la xenofobia y los delitos motivados por el odio. También animaban al pueblo valenciano a recordar la memoria de Guillem Agulló –asesinado en 1993 por un grupo de fascistas– y de todas las víctimas de delitos de odio.
A partir de aquel año, Les Corts otorgaban el premio Guillem Agulló. Pero el PP y Vox han argumentado hoy que el nombre del galardón fue algo decidido de manera unilateral por el entonces presidente del Parlamento autonómico, Enric Morera. Además, el portavoz popular, Miguel Barrachina, ha recordado que las declaraciones institucionales decaen cuando finalizan las legislaturas y que ellos se encuentran dispuestos a impulsar una nueva en la que se reconozca a todas las víctimas de delitos de odio y de motivaciones políticas.
Desde la oposición, sin embargo, el síndic socialista, José Muñoz, ha opinado que "Mazón está maniatado por sus socios de ultraderecha", y ha acusado al PP de "dejar que el virus de la ultraderecha inunde les Corts", ignorando un acuerdo de todos los grupos parlamentarios al eliminar el premio Guillem Agulló y dando con ello la espalda a la lucha contra la xenofobia.
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, ha considerado también que prescindir de este galardón es "una prueba más de que el PP se arrodilla ante las exigencias de Vox".
