Albert Rivera. Foto: EFEVALÈNCIA. Los malos resultados de Ciudadanos en las urnas este domingo tuvieron sus primeras consecuencias apenas un día después: Albert Rivera anunció este lunes tras haberse reunido con la ejecutiva de su partido que dimitía como presidente de la formación naranja y renunciaba a su acta como diputado.
Un paso a un lado que a pocos sorprendió -de hecho, era lo esperado durante la misma noche electoral- después de la hecatombe que vivieron este 10 de noviembre: pasaron de quedarse a menos de un punto del PP en las elecciones generales del 28 de abril (a nueve escaños) y casi convertirse en el principal partido de la oposición, a dejar más de dos millones y medio de votos por el camino, 47 escaños y a media cúpula de la formación fuera del Congreso de los Diputados. Los negros augurios demoscópicos no solo se cumplieron, sino que se agravaron: pocas encuestas le concedían menos de 14 diputados en la Cámara Baja y se quedaron en 10.
Ahora bien, esta consecuencia, aunque inmediata, no será la única que experimentará el partido. La debacle electoral no sólo quedará en una merma de su representación parlamentaria -con la decena de escaños que tienen se convierten en la sexta fuerza política del Congreso por detrás de ERC- o la pérdida de su líder. También traerá aparejada una reducción importante de ingresos: Ciudadanos dejará de ingresar más de 3,5 millones de euros por subvenciones.
El BOE publicó el pasado mes de marzo la fórmula para calcular el montante económico que recibiría cada partido tras las elecciones generales del 28 de abril, la misma fórmula empleada en los comicios de 2015, 2016. El método establecía que por cada voto de las candidaturas al Congreso las formaciones recibirían 0,81 euros, mientras que por escaño obtenido para la Cámara Baja cobrarían 21.167,64 euros.
Con estos mimbres, y teniendo en cuenta que en los anteriores comicios generales Ciudadanos recibió 4.155.665 votos y 57 escaños, la formación naranja ingresó hace siete meses un total de 4,57 millones de euros. Una cantidad que ahora se verá reducida de forma considerable.
En primer lugar, por su importante batacazo electoral. Y en segundo, porque los comicios de este domingo se rigen por la disposición de la LOREG para casos de repetición de elecciones por falta de investidura y conllevan una reducción tanto de las subvenciones como del límite de gasto que deben cumplir los partidos.
Así, las formaciones recibirán 14.817,35 euros por cada escaño en el Congreso y en el Senado y no 21.167,64 euros y 0,57 euros por voto recibido -en abril recibieron 0,81-. Una reducción de en torno a un 30% que afectará a todos los partidos, pero especialmente a Ciudadanos tras su desplome en las urnas.
Este domingo los naranjas obtuvieron 1.637.570 papeletas y una decena de diputados en el Congreso, por lo que embolsarán 933.414 euros euros en concepto de votos y 148.173 euros por representación. Apenas un millón por subvenciones, tres y medio menos de los que ingresaron con los resultados de las elecciones de abril. O lo que es lo mismo: pierden más de un 77% de las ayudas que recibieron.
La orden publicada en el BOE también contemplaba subvenciones por cada senador obtenido en la Cámara Alta y voto recibido. Sin embargo, estas sólo se concederían a las formaciones que finalmente consiguieran ocupar un escaño. Ciudadanos no obtuvo representación en el Senado ni en las anteriores elecciones, ni en las actuales, por lo que en este caso no pierde remuneración por este concepto.
En cualquier caso, si las cantidades de las subvenciones electorales se hubieran mantenido intactas en el BOE respecto al mes de abril, los naranjas también hubieran sufrido una pérdida de ayudas importante. Con las cifras anteriores hubieran obtenido 1,32 millones por votos y 211.676 por escaños: 3 millones de euros menos que el 28A. El cambio normativo, aún aumenta más la distancia respecto a lo recaudado en abril.
