UN ESTUDIO VALENCIANO REFUERZA LA IDEA

La oxidación provoca el envejecimiento

2/04/2016 - 

VALENCIA, (EFE). El Instituto del Hospital Clínico, la Universitat de València y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han realizado un estudio que ha encontrado nuevas evidencias sobre el papel de la oxidación en el envejecimiento. Este trabajo científico concluye que un aumento de la molécula NADPH "incrementa las defensas antioxidantes naturales del organismo, protege del daño oxidativo, disminuye procesos relacionados con la edad (como la resistencia a la insulina) y aumenta la longevidad".

El trabajo ha sido realizado por un grupo de científicos del Instituto de Investigación Incliva y la Universitat de València, dirigidos por José Viña y Maricarmen Gómez-Cabrera, en colaboración con un grupo del CNIO, dirigido por Manuel Serrano, ha informado la Generalitat en un comunicado. El estudio se ha publicado esta semana en la revista 'Nature Communications' y desde la Universidad resaltan que ofrece "una nueva visión sobre el papel de los antioxidantes en la salud y la longevidad".

Así, el estudio ha descubierto que en el origen del envejecimiento desempeña un papel muy importante la acumulación de daños en las células, entre ellos, la oxidación de los componentes celulares, como el ADN, proteínas y lípidos. Los investigadores han reconocido, sin embargo, que todavía es "una pregunta sin respuesta" cuáles de ellos son los verdaderos responsables del envejecimiento y cuáles son simples daños colaterales.

Esta conclusión se basa en la llamada Hipótesis Oxidativa del envejecimiento o Hipótesis de los Radicales Libres, formulada en 1956 por Denham Harman, desde cuya formulación, la gran mayoría de intentos por demostrar el daño oxidativo como fuente de envejecimiento han resultado fallidos, incluidos múltiples ensayos clínicos en humanos con compuestos antioxidantes. A día de hoy muchos científicos consideran que el daño oxidativo, aunque no se cuestiona que exista, es sin embargo poco relevante para el envejecimiento.

Por ello, estos investigadores han puesto su interés en el estudio del NADPH, una molécula cuya importancia es clave para las defensas antioxidantes, y han utilizado una aproximación genética para aumentar los niveles de este componente.

Metodología

En concreto, han generado ratones transgénicos con expresión aumentada en todo su organismo de una de las enzimas más importantes en la producción de NADPH, la glucosa-6-fosfato deshidrogenasa (o G6PD). De esta manera, los investigadores encontraron que en animales transgénicos longevos, sus niveles de daño oxidativo eran menores que los no transgénicos de la misma edad.

Para el equipo, la sorpresa se produjo cuando midieron el proceso de envejecimiento de los ratones transgénicos: los animales con una expresión elevada de la enzima y, por lo tanto, niveles altos de NADPH, envejecían de forma más tardía, metabolizaban mejor el azúcar y tenían una mejor coordinación en sus movimientos al envejecer.

Desde la Universidad han explicado que este aumento de la longevidad, aún siendo modesto, es llamativo teniendo en cuenta que hasta ahora los intentos de aumentar la longevidad manipulando las defensas antioxidantes habían fracasado.