VALÈNCIA. El recrudecimiento en los indicadores sobre la pandemia de coronavirus en la Comunitat Valenciana vuelven a estremecer: desde Navidad casi se han duplicado los ingresos hospitalarios (de 1.414 a 2.752), que ahora marcan un nuevo máximo, y las camas UCI ocupadas han experimentado un aumento del 58% de las 242 de entonces a las actuales 382 -el récord en la primera ola fueron 386-. Una situación a la que inevitablemente no puede escapar València ciudad, donde la expansión del virus continúa a pasos agigantados según los análisis tanto de las aguas residuales como de los datos territorializados ofrecidos por la Conselleria de Sanidad, compartidos este lunes por el gobierno municipal con la oposición.
Los datos más recientes que se pusieron sobre la mesa son los referentes al análisis de aguas residuales. Un indicador a tener en cuenta porque se utiliza como 'anticipador' de la situación de contagios que previsiblemente aflorarán las próximas semanas. Lo cierto es que las pruebas practicadas durante la pasada semana arrojan resultados preocupantes: la concentración del coronavirus en las aguas se ha disparado un 134% respecto a la semana de Navidad.
Si entonces, el 27 de diciembre, se consideraba el incremento como "estable" y se registraban zonas del Cap i Casal todavía en el tercer estadio en nivel de concentración -hay 5 fases-, la fotografía actual sitúa a todos los barrios en el nivel 4 de 5 -excepto las pedanías del sur- y la subida pierde el calificativo de "estable". Todas las pruebas realizadas la pasada semana son positivas, en todos los barrios la presencia del virus se han incrementado las unidades genómicas de Covid por litro -unidad de medida utilizada-.
Son los datos más altos cuantificados desde que se iniciaran los estudios en mayo. Hay zonas como la Malvarrosa o la zona norte del río donde se duplica la presencia respecto a la semana anterior, y otras donde directamente se multiplica por 13, como Manuel Candela, o por 23, como en el área de Cadenal Benlloch o Eduardo Boscà. En todos los sectores "se detecta concentraciones medias semanales elevadas o muy elevadas", reza el informe de los técnicos, que añade que es "la primera vez" que no hay "ni una mínima disminución" en ninguno de los sectores estudiados.
¿Cuánto hay que atender a estos resultados? Pues bien, independientemente de la relación que exista entre el número de personas contagiadas -y que están 'aportando' virus a las aguas residuales- y la concentración en las aguas, lo cierto es que la circulación del mismo es "muy elevada e intensificada", teniendo en cuenta además los incrementos sustanciales de contagios y hospitalizaciones. "La transmisión comunitaria se dibuja presumiblemente descontrolada", añade el informe.
Y en este sentido, señala que múltiples estudios ya han constatado el "evidente paralelismo" entre la evolución del virus en las aguas residuales y los contagios diagnosticados entre los siguientes 7 y 10 días. Esto es, que la tendencia creciente "puede servir de indicador" del futuro "incremento de infecciones que se podrían esperar, así como de la magnitud de casos activos en el territorio". Mirando las aguas, por tanto, las semanas que vienen se antojan complicadas.
Los datos sanitarios de las últimas jornadas no son nada halagüeños. Los últimos registros territorializados para la ciudad que se han hecho públicos datan del pasado 3 de enero y arrojan los contagios positivos empadronados en cada barrio de la ciudad. Así, presentan zonas como Poblats Marítims con una incidencia acumulada (IA) durante la semana anterior de 636 positivos por cada 100.000 habitantes; Quatre Carreres, con una IA de 476,6; o Benimàmet, donde el indicador alcanzaba los 440,6 puntos. Quedaban atrás en la lista otros como Massarrojos (397), el sector de la Universitat Politécnica de València y Ayora (371,7); Benimaclet (366,5); la Gran Vía y Russafa (365,4); o El Carme y La Seu (363,2).
Con todo, los responsables municipales intuyen, atendiendo a la evolución general de la pandemia una semana después, que estos registros sean todavía peores. De hecho, el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, aseguró este lunes, tras salir de la junta de portavoces, que la ciudad se encuentra "en una situación igual o peor que en el confinamiento". Una fotografía que calificó de "muy complicada".
El alcalde manifestó que más de 28 distritos postales de la ciudad tienen una incidencia acumulada de más de 200 casos en ocho días, "lo cual es un indicador de que a 15 días supera los 400", por lo que advirtió del "incremento muy importante del número de casos". Por otro lado, Ribó expuso que el personal del Ayuntamiento contagiado "ya supera las 50 personas". Con todo, el primer edil explicó a los portavoces municipales, según fuentes próximas al encuentro, que se adoptarán las medidas a las que inste el Consell.
Lo cierto es que, por el momento, el Gobierno valenciano no ha planteado medidas adicionales. Preguntadas fuentes de toda solvencia del ejecutivo autonómico, explicaron que "seguro que no" se va a aplicar ningún tipo de confinamiento por barrios en la capital del Túria. Y por el momento, un confinamiento municipal similar al que se ha decretado en otras localidades tampoco está sobre la mesa.
El Ayuntamiento de València ha tenido desde que estalló la pandemia de coronavirus 147 casos en su plantilla, 54 de los cuales se han registrado en la Policía Local y otros 12, en Bomberos, según consta en la respuesta de diciembre del gobierno local a preguntas del Partido Popular. Sin embargo, también se explica -y es la diana de las críticas de la portavoz popular, María José Català- que el consistorio carece de pruebas PCR en stock.
Català asegura que "no está haciendo pruebas de PCR a los trabajadores que vuelven de vacaciones" pero que "lo más grave es no disponer de PCR en stock para realizarlos". Por eso exige celeridad al gobierno local para hacer pruebas a los trabajadores municipales, especialmente de aquellos destinados en puestos de atención al públics. Medidas "más necesarias estos días", según la portavoz, cuando la incidencia alcanza máximos. Además, insiste en lo fundamental que es hacer test masivos a la plantilla consistorial "para cribar los posibles casos de asintomáticos entre los funcionarios".
El sindicato CSIF denunció este lunes “las cifras muy alarmantes" de contagios en el cuerpo de Policía Local y recalcó que si se extrapolaran los datos a la incidencia por cada 100.000 habitantes que están utilizando las autoridades sanitarias, la ratio llegaría a 1.080 casos. CSIF insistió al Ayuntamiento en que aplique las medidas que el sindicato viene reclamando: PCR a todos los agentes y dotación de más mascarillas FFP2 y no únicamente dos a la semana.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) trasladó la reunión del Comité de Seguridad y Salud Laboral del Ayuntamiento de València su “preocupación” ante el aumento del 60% de contagios al cierre de la pasada semana entre la Policía Local respecto a la semana anterior. Al mismo tiempo, exigió un incremento urgente de las medidas de prevención.