VALÈNCIA. La paridad ha sido una de las señas de identidad del Gobierno valenciano de PSPV y Compromís desde su llegada en 2015. De hecho, varios cambios se produjeron durante la composición del ejecutivo para que pudiera cuadrar la absoluta igualdad entre hombres y mujeres en los puestos más relevantes: uno de ellos, afectó a la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, donde el elegido inicialmente era Julià Álvaro y tuvo que dejar su puesto a Elena Cebrián para cuadrar la paridad.
Este mismo miércoles se exigía desde el grupo parlamentario de Podemos -que apoyó al Consell en el Pacto del Botánico- se reclamó a Les Corts Valencianes que adopte las medidas necesarias para garantizar el derecho de huelga a todas las trabajadoras del parlamento autonómico, así como a las personas que quieran apoyar a este paro, como por ejemplo diputadas, "llevando a cabo las modificaciones de la actividad parlamentaria necesarias", ya que está programada una sesión plenaria en esa fecha. Una iniciativa apoyada por diputadas de PSPV y Compromís.
Una iniciativa, sin duda, loable pero que deja al descubierto otras medidas adoptadas desde el ejecutivo que representan dado que no existe paridad en el segundo escalón del Gobierno valenciano y, ni de lejos, en el personal eventual de la Generalitat. Así, este apartado se reparte en 49 hombres y 20 mujeres del 69 total, excluyendo las cuatro personas dependientes de los ex presidentes de la Generalitat Alberto Fabra y Francisco Camps.
¿Paridad hasta las últimas consecuencias o solo para la cúpula? Esa es la pregunta que puede hacerse respecto a estos datos, donde se evidencia que la igualdad entre hombres y mujeres en los primeros puestos del Consell debe ser obligatoria e indiscutible pero conforme se va descendiendo en el escalafón es más prescindible. De hecho, cuando en 2015 se habían designado casi la totalidad de altos cargos del segundo escalón del ejecutivo, el 62% eran hombres y el 38%, mujeres.
Menos consideración sobre la cuestión paritaria se tuvo en la siguiente fase. En el apartado de personal eventual -asesores en su mayoría- el escalón entre hombres y mujeres resulta casi abismal. El 71% de los mismos son varones mientras que apenas el 29% son féminas: flaco favor para la tan cacareada paridad del Consell que lideran Ximo Puig y Mónica Oltra.
Distribuido por departamentos, pocos se salvan de esta situación. De hecho, según los propios datos que refleja GVA Oberta, solo Agricultura y Vivienda, dos consellerias lideradas en este caso por mujeres, Elena Cebrián y María José Salvador, mantienen igualado el reparto entre sexos. En el resto, siempre predominan los varones.
Así, tanto en Presidencia liderada por Ximo Puig como en Vicepresidencia capitaneada por Mónica Oltra, la proporción hombres-mujeres cae claramente al lado de los varones. En el primer departamento, de los 23 asesores existentes en total -quitando a los que dependen de los expresidentes- 17 son hombres y seis mujeres. En cuanto al departamento de Igualdad y Políticas Inclusivas, siete son varones y cuatro féminas.
El departamento de Hacienda es el más masculino del Consell: cinco asesores hombres sin ninguna mujer en estas tareas. Tampoco hay paridad en Justicia (3-1), Educación (3-2), Sanidad (3-1), Economía (4-1) y Transparencia (3-1). Las únicas que se mantienen en igualdad (2-2) son Vivienda y Agricultura.
Una circunstancia que no es ajena a otros gobiernos de izquierdas conseguidos en 2015. De hecho, tal y como publicó recientemente eldiario.es, ningún grupo del Ayuntamiento de València cumple tampoco con la paridad en materia de asesores. En este sentido, en el consistorio València en Comú se acerca al 40% de mujeres en su personal de confianza, con PSPV y Ciudadanos en un 37,5%. Compromís solo suma tres de 11 y el PP cuenta con la proporción más baja al contar con solo dos féminas entre sus 10 colaboradores.