VALÈNCIA. La concejalía de Urbanismo de València, que lidera Sandra Gómez, estrena el mandato con un proyecto tan emblemático como complejo: la reforma y peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento. El consistorio ya está ultimando los criterios base para sacar a concurso público el proyecto. Entre ellos se encuentra la planta viaria, que incluye restricciones al tráfico privado.
El proyecto base prevé la peatonalización de media Plaza del Ayuntamiento, dejando abierto el discurrir del tráfico rodado por la zona norte: por la vía próxima al edificio de Correos y el teatro Rialto. Ahora bien, esta zona estará restringida al vehículo privado, dejando paso únicamente al transporte público y vehículos autorizados -emergencias, vehículos hoteleros, carga y descárga, etcétera-.
Los cortes al tráfico privado se fijarán justo en frente del edificio de Correos, en la calle de Correos y en el acceso desde la calle San Vicente. De esta manera, los coches privados podrán entrar desde la calle Xátiva por Marqués de Sotelo, pero serán conducidos inevitablemente a la calle Roger de Lauria.
El proyecto de reurbanización incluye también fijar un "itinerario peatonal y ciclista" en San Vicente y reducir los carriles en la calle Marqués de Sotelo -entre la plaza y la Estación del Norte-, ampliando las aceras y creando una avenida de pequeñas dimensiones.
Huelga resaltar que estos son los criterios a los que se deberán adaptar los aspirantes en el concurso de ideas que se quiere poner en marcha. La intención es una "peatonalización planificada" y crear una "estrategia de continuidad" entre las tres principales plazas de la zona: la plaza de Brujas, la plaza de la Reina y la plaza del Ayuntamiento.
Según ha destacado Gómez, se pretende que este "espacio de referencia en el epicentro" de la ciudad, garantice la conexión a pie o en bicicleta entre otros lugares "emblemáticos" y próximos como la Plaza de Brujas y la de la Reina" y se mantenga como punto de referencia de las Fallas y de celebraciones de festivales, conciertos y otras actividades.
Además, los proyectos que aspiren a este concurso deberán mantener la posición de las mascletás y del monumento municipal en Fallas, y deberá mejorar el diseño de los kioskos y las paradas de flores de la plaza consistorial. Deberán incluir asimismo zonas verdes y criterios de eficiencia energética, así como los restos arqueológicos del antiguo convent de Sant Francesc.
El proceso de libre concurrencia dará el pistoletazo de salida a finales de año o a principios del próximo ejercicio, según calculan en la concejalía de Gómez. Los aspirantes tendrán seis meses para trabajar en sus proyectos, y cuando los presenten al consistorio, un jurado de expertos deberá evaluarlos sin un plazo límite. Se elegirán cinco de las propuestas, cuyos redactores se llevarán 8.000 euros más IVA y la concejalía acabará quedándose con uno de los proyectos, que percibirá 350.000 euros por los honorarios de redactar el proyecto. En total, cerca de 400.000 euros para la redacción del proyecto. Y más tarde, la concejalía calcula que se dedicarán a las obras en sí un montante de 5 millones de euros.
Como se hizo con la reforma de la Plaza de la Reina -que continúa paralizada aún-, en este caso también se realizará un proceso participativo con asociaciones, colectivos afectados y plataformas vecinales. La concejalía de Participacióm de Elisa Valía ya ha adjudicado este proceso a una empresa especializada, con la que se reunirá próximamente para concretar los plazos y las actividades a realizar. La intención de la edil es que el proceso esté prácticamente finalizado para Navidad con el propósito de que las conclusiones que se extraigan sirvan a los redactores de las propuestas técnicas.