A juicio del responsable de Riesgos de Ebury, y entre otros factores, están el proceso soberanista catalán, las negociaciones sobre el Brexit y el avance de la extrema derecha en Austria
MADRID. El pesimismo del mercado sobre las perspectivas de un acuerdo digno referente al Brexit disminuyó algo la semana pasada. Los comentarios publicados en periódicos alemanes sobre que el negociador de la UE, Michel Barnier, ve apoyo para un acuerdo de transición de dos años impulsaron a la libra, la cual había sido castigada durante las semanas anteriores hasta niveles bastante baratos.
El dólar, por su parte, perdió terreno tras conocer en el informe de inflación de septiembre en EE UU que el repunte en la inflación no se ha traducido todavía en una presión al alza sobre los precios básicos. El resultado fue una venta del dólar, el cual perdió terreno frente a cualquier otra moneda del G10 excepto la corona sueca, y un significativo rebote de la libra.
La política dominará la negociación en los mercados de divisas esta semana. Habrá avances significativos en torno al conflicto de Cataluña ya que la fecha límite para los separatistas responda a Madrid sobre si la independencia ha sido rechazada y el Gobierno español está seguro de suspender al Gobierno Catalán esta semana, en nuestra opinión, esto presiona al euro a la baja. Es poco probable que las elecciones japonesas tengan un gran impacto en el yen y puede haber noticias sobre la renegociación del acuerdo de libre comercio del TLCAN que podría afectar al peso mexicano.
Dado que aún estamos entre reuniones del BCE, los riesgos políticos seguirán impulsando el comercio del euro en el corto plazo. El avance de la extrema derecha en Austria ya está marcando un tono negativo para el euro. Ayer venció la fecha límite fijada por el Gobierno español para que los separatistas catalanes aclaren su postura, por lo que es probable que se tomen los primeros pasos para encargarse del Gobierno regional más adelante esta semana. Como si esto no fuera suficiente, las conversaciones de construcción de coaliciones alemanas deberían proporcionar otro conjunto de titulares políticos para desentrañar los mercados de divisas. También habrá bastantes discursos de funcionarios del BCE, pero es poco probable que proporcionen una dirección nueva y, probablemente, se vean ensombrecidos por el calendario político.
Las negociaciones en torno al Brexit vieron un primer avance en bastante tiempo. Se dice que el negociador de la UE, Michel Barnier, se inclinó a apoyar un acuerdo de transición de dos años, por el cual la pertenencia del Reino Unido al mercado único caducaría dos años después de la fecha límite de marzo de 2019 para dar tiempo a negociar un acuerdo posterior al Brexit.
La libra se enfrenta a una prueba clave esta semana ya que la inflación de septiembre y los datos de empleo se publican este martes. Los mercados están fijando precios en base a una inflación del 3% lo que, en nuestra opinión, sellaría una subida del Banco de Inglaterra en la reunión de noviembre y proporcionaría más combustible para el repunte de la libra frente al euro.
Las noticias de la semana pasada fueron muy variadas para el dólar estadounidense. Las actas de la última reunión de la Reserva Federal mostraron que algunos funcionarios están preocupados por la ausencia de presiones inflacionarias a pesar del apretado mercado laboral. Estas preocupaciones recibieron cierta validación el viernes. El informe de inflación de septiembre mostró un aumento de la inflación general del 2,2% debido a los altos costos de la energía. Sin embargo, el índice más relevante que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía se mantuvo en el 1,7%. Esto no es un nivel indeseablemente bajo pero los miembros del FOMC probablemente necesiten ver datos de al menos un 2% en los próximos meses si nuestro pronóstico para las subidas de 2018 es correcto.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury
La Reserva Federal norteamericana anunciará su decisión a las 20:15 hora española de este miércoles y el BCE a las 13:45 horas del día siguiente
La moneda europea también se ve impulsada por los primeros indicios de que la epidemia en Europa ya no crece de forma tan exponencial, según el experto