VALÈNCIA. El acceso principal del Hospital la Fe de Valencia ha acogido un miércoles más una concentración del personal del Instituto de Investigación Sanitaria (IIS La Fe) para seguir denunciando las “lamentables condiciones laborales que estamos padeciendo, a las que el Govern del Botànic y la Conselleria de Sanidad dan la espalda sin vacilar, en un gesto clarificador del interés que tienen por mejorar la salud de los ciudadanos invirtiendo en investigación biomédica”.
En esta ocasión, la protesta ha querido visibilizar la manera en la que esta precariedad afecta a las líneas de investigación en curso sobre enfermedades tan frecuentes como la enfermedad de Alzhéimer, las enfermedades inflamatorias intestinales o el lupus.
Miquel Baquero, neurólogo responsable de la Unidad de Demencias del Hospital la Fe ha revelado que su grupo de investigación ha perdido dos investigadores en los últimos meses, lo que le ha obligado a suspender tres de los cinco ensayos clínicos para tratar el Alzhéimer que llevaba en marcha. “Esto supone que los pacientes de nuestra Comunidad pierden la posibilidad de acceder a tratamientos que podrían detener la progresión de esta cruel enfermedad, extremo que se ha comunicado a los responsables del IIS La Fe sin recibir respuesta”.
Hay que resaltar que casos como éste suceden pese a disponer de los fondos necesarios para contratar personal. Los motivos son múltiples. En primer lugar y de manera principal, la casi total inexistencia de una plantilla estructural que obliga a la concatenación de contratos temporales cuya renovación se paralizó durante meses. En segundo lugar, las largas demoras (de meses y hasta años) en la gestión de convocatorias y los pagos a investigadores fruto del colapso que sufre el IIS La Fe, a consecuencia de la pérdida de puestos laborales del personal de gestión que ha venido sucediendo en lo últimos meses. En tercer lugar, cada vez resulta más difícil encontrar profesionales del campo de la biomedicina dispuestos a continuar trabajando en investigación, encadenando contratos temporales, sin ninguna esperanza de estabilización y percibiendo salarios que no se corresponden con su nivel de cualificación.
A la reivindicación de este miércoles se han sumado varias asociaciones de pacientes, que han mostrado su apoyo. Así, el presidente de la Federació Valenciana d’Associacions de Familiars de Persones amb Alzhéimer (FEVAFA), Emili Marmaneu, admite que “llevamos muchos años solicitando la Creación de un Banco de Cerebros y el apoyo a la investigación de las enfermedades neurodegenerativas por parte de las Administraciones Públicas y gracias al equipo profesional del Hospital La Fe estamos viendo grandes pasos en dirección a proyectos muy necesarios de gran relevancia”.
También ha estado representada la Asociación Valenciana afectados de Lupus (AVALUS). Su portavoz, María Sánchez Ruiz, ha recordado que este colectivo colabora activamente con la investigación en el Lupus Eritematoso Sistémico, dando visibilidad a la enfermedad y promoviendo las donaciones para fomentar la investigación. Estas donaciones proceden tanto de las cuotas de los socios como de la recaudación en eventos como el Reto Solidario ‘7 Maratones, 7 días’. “Sin embargo, si las condiciones de trabajo de los investigadores no son dignas, corremos el peligro de que las líneas de investigación se abandonen por falta de investigadores”.
Por último, ha tomado la palabra Susana Martí, secretaria de la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU). “Las enfermedades inflamatorias intestinales aparecen por desgracia cada vez en edades más tempranas, afectando la etapa formativa de los pacientes que están cursando sus estudios. En los últimos años, gracias a la investigación, se han producido muchos avances en el conocimiento de la enfermedad. Como consecuencia de ello, se han desarrollado nuevos medicamentos para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Sin embargo, aún queda mucho por saber y averiguar”. En este sentido, ha avanzado que la investigación en el Crohn y la Colitis Ulcerosa puede ayudar a encontrar un tratamiento personalizado y por ello “necesitamos fomentar la investigación y poner en valor a los profesionales que la llevan a cabo”.