VALÈNCIA. El 26 de junio será la primera gran cita política tras las elecciones autonómicas del pasado domingo. Se trata del día en el que se constituirán Les Corts Valencianes. Una jornada en la que los diputados tomarán posesión, en la que se votarán los miembros de la Mesa del Parlamento autonómico y en la que, por tanto, también se elegirá la presidencia.
Con el cambio de equilibrios en la Cámara después de la victoria de la derecha en los comicios, el PP y Vox suman 53 diputados entre los 40 de los primeros y los 13 de los segundos (la mayoría absoluta está en 50). Por tanto, les toca sacar adelante la presidencia de Les Corts. La lógica indica que, como partido más votado, corresponda al PP. Pero la elección de quién ocupará este cargo para la legislatura completa es un escenario totalmente abierto ahora mismo. Lo que parece claro es que, al menos de cara al 26 de junio, será el primer gran nombramiento del presidente del partido, Carlos Mazón.
El factor principal que en este momento lo condiciona todo son las elecciones generales del 23 de julio. El anuncio de su celebración ha hecho saltar por los aires cualquier calendario inmediato de posibles pactos. Como informó Valencia Plaza, la estrategia del PP –aquí y en toda España– pasa por no escenificar ningún acuerdo con Vox antes de esos comicios para evitar que reste votos. De ahí que Mazón lleve el discurso del gobierno en solitario; vaya a sentarse a negociar con todos los partidos por orden de representación –es decir, primero con los socialistas para pedirles la abstención, algo que éstos ya han anticipado que no ocurrirá–; y puede que se la juegue a enfrentarse a una investidura fallida la semana de las generales para celebrar la definitiva después.
Pero antes de esto último, llega la constitución de Les Corts. El momento más cercano en el que habrán de sortear la imagen de acercamiento con Vox pero, a la vez, ser capaces de sacar adelante la presidencia del Parlamento. Para ello necesitarían, de entrada, de los votos de Vox... o del PSPV.
De acuerdo con el reglamento de la Cámara, para la elección del presidente o presidenta los grupos proponen un candidato. En primera votación, es necesaria una mayoría absoluta (50 diputados). Si no se logra, se repite la elección entre los dos diputados y diputadas que más se hayan aproximado y resulta elegido el que obtenga más votos. En caso de empate se repite la votación y, si después de cuatro votaciones persiste el empate, resulta elegido el candidato que forme parte de la candidatura más votada en las elecciones.
Lo previsible es, por tanto, que el PP presente a una persona que, de entrada, pueda aglutinar cierto consenso. Lógicamente con Vox pero, por qué no, también con el PSPV. Y aunque aún quedan varias semanas para ese día, en las filas populares ya van circulando razonamientos sobre qué nombres se ajustarían a los requisitos para situarse al frente de Les Corts. Un puesto que conlleva ser la segunda autoridad de la Comunitat Valenciana.
De todos los futuros componentes del grupo, existen algunos descartes directamente. Por ejemplo, alcaldes y alcaldesas que tengan que estar en sus municipios y cuya dedicación en la presidencia de Les Corts resultaría incompatible con liderar un Ayuntamiento a no ser que dimitan. También se elimina de la ecuación a aquellos sin experiencia alguna en el Parlamento, que son bastantes. Fuentes del PP consideran que, salvo sorpresa, se tendría que contar con alguien que conociera bien el funcionamiento de la Cámara.
Y aquí es donde aparece un reducido grupo de diputados, repetidores de la pasada legislatura, que se manejan bien en Les Corts. Entre ellos, destacan especialmente dos: Alfredo Castelló y José Antonio Rovira. El primero, por su trayectoria; el segundo, por su cercanía a Mazón (hasta ahora ha sido su persona de confianza en el grupo).
Castelló es el que, objetivamente, reúne más requisitos. Si se piensa en perfiles que pudieran ocupar la Presidencia de la Cámara, el primero que, en otras circunstancias, vendría a la mente para muchos miembros del PP es Jorge Bellver. Esta última legislatura fue vicepresidente segundo de Les Corts, pero por motivos personales decidió no continuar en el Parlamento y, por lo tanto, no fue incluido en las listas autonómicas. Así que el siguiente al que se apunta es a Alfredo Castelló.
Alcalde de Sagunt entre 2007 y 2014, ha sido diputado durante las tres últimas legislaturas (la que viene será su cuarta). Castelló ha sido parlamentario con el PP en el Consell y con el PP en la oposición, además de haber ocupado escaño con cuatro líderes distintos del partido (Francisco Camps, Alberto Fabra, Isabel Bonig y, ahora, Carlos Mazón). Su conocimiento del reglamento, del funcionamiento y de los entresijos de la Cámara lo sitúan en la 'pole'. Además, se remarca de él su perfil negociador.
Rovira, por su parte, ha sido portavoz adjunto y ha tenido responsabilidades dentro del grupo popular. Dónde estará la próxima legislatura dependerá de Mazón. Algunas quinielas lo sitúan como el nexo del líder del PPCV en el Parlamento autonómico. Otras lo ubican en el Consell. Pese a todo ello, nunca es descartable que Mazón hiciera otro movimiento sorpresivo.
La siguiente pregunta es cuánto tiempo estará en el puesto la persona que ocupe la presidencia de Les Corts. Fuentes populares señalan que la voluntad del líder autonómico es que la elección sea definitiva. Pero el escenario se encuentra abierto y podría ser temporal en el caso de que hubiera un pacto con Vox y tuvieran que cederles ese cargo.
De esta manera, hay quien ya pone sobre la mesa la posibilidad de que el PP haga un "Francesc Colomer". Así se conoce la maniobra por la que, en 2015, el hasta ahora secretario de Turismo fue elegido en plena batalla entre PSPV y Compromís para llegar a un acuerdo para formar gobierno. La falta de pacto impidió que hubiera entendimiento para la presidencia de Les Corts en un primer momento, por lo que la acabó ostentando Colomer hasta que los socios llegaron a la deseada entente. Entonces lo sustituyó Enric Morera (Compromís) tras 20 días en el cargo.
Si aquí sucederá lo mismo se comprobará en los próximos meses. Vox tiene como modelo de pacto el de Castilla y León, donde además de gestionar departamentos del gobierno presiden el Parlamento autonómico. Queda el interrogante de si se replicará en la Comunitat Valenciana.