moody's avisa del impacto de la secesión

La prima de riesgo catalana se dispara este verano 50 puntos ante la cercanía del referéndum

12/09/2017 - 

VALÈNCIA. "Es indudable el peso que Cataluña tiene en España en términos económicos, por lo que entendemos que la prima de riesgo sí puede verse afectada negativamente por el referéndum del 1-O". Así lo advertía el pasado jueves en este diario Roberto Berzal, sales trader de Orey Financial. Y los datos recabados por este diario de Bloomberg ya demuestran que la prima de riesgo catalana solo en lo que va de verano se ha disparado 50 puntos básicos tomando como referencia los bonos catalanes de vencimiento en 2020 respecto a sus homólogos del Tesoro Español. Conviene recordar que la Generalitat de Cataluña dejó de emitir deuda mayorista hace cinco años tuvo que ser 'socorrida' por el Gobierno español para evitar el 'default' o suspensión de pagos.

Basta echar un vistazo al gráfico de fondo blanco para ver como en se aprecia el aumento del diferencial a partir de finales de 2014 frente al bono español -línea azul-, que sigue en terreno negativo (-0,18%), y el bono valenciano -línea naranja (0,26%). Ambos activos ofreciendo precios muy por debajo del bono catalán -línea negra-, con el 2,50%. De este modo, la prima de riesgo supera los 250 puntos básicos frente a los 200 de como iniciaron el presente verano, tal y como se observa. Algo lógico, por otra parte, ante la proximidad de la celebración del 'autoreferendum' del próximo 1 de octubre.

Un envite en toda regla que ha llevado a JP Morgan a 'infraponderar' -el paso previo a vender- los bonos soberanos españoles con vencimiento a 10 años-los que emite el Tesoro Público- "para reflejar el riesgo de más titulares negativos desde Cataluña en las próximas semanas". Cierto es que los analistas del gigante bancario estadounidense concede una baja probabilidad a la celebración del referéndum.

También Moody's advertía ayer de que la independencia catalana tendría implicaciones negativas para el perfil de crédito de España debido al tamaño de la región, de forma que su secesión debilitaría la fortaleza económica del país. No obstante, la agencia internacional de calificación -que la tiene calificada como 'bono basura' como también S&P y Fitch- prevé que Cataluña seguirá formando parte de España, ya que existen muchos obstáculos para se pueda hacer efectiva su salida.


"La región de Cataluña aporta aproximadamente el 19% del PIB español y representa el 16% de la población total del país, siendo además su PIB per cápita superior a la media nacional, de forma que su salida debilitaría la fortaleza económica de España y, por tanto, tendría implicaciones negativas sobre el perfil de crédito", según la vicepresidenta 'senior' de Moody's Sarah Carlson y la analista Marisol Blázquez, coautoras del informe.

Según sus pronósticos, "Cataluña seguirá formando parte de España", ya que existen muchos obstáculos para que la independencia pueda consumarse. Entre las dificultades que la agencia de calificación ve figuran "la oposición firme y continua" del Gobierno central, la existencia de una serie de herramientas de las que el Estado dispone para afrontar el desafío y las encuestas, que muestran que "el apoyo popular es inferior a la mayoría". De igual forma, asegura que en el caso de que el referéndum del 1 de octubre finalmente se lleve a cabo y diera como resultado un apoyo a la independencia, la inexistencia de una base legal y la ausencia de un umbral mínimo de participación "probablemente minarían su legitimidad".

Presiones independentistas

"Una mayor descentralización de Cataluña respecto a España es probable dada las presiones independentistas", aseguran Carlson y Blázquez en el estudio. En este sentido, creen que la mejor solución sería satisfacer algunas de las principales demandas de Cataluña como las relacionadas con mayores recursos fiscales y la reforma del marco de financiación regional, pero siempre respetando la legalidad de la Constitución española. No hay que olvidar que España es uno de los países más descentralizados de la Unión Europea en términos de gastos del sector público, aunque es uno de los que más 'poder' ostenta en lo que respecta a la fiscalidad.

El informe de Moody's, que se hizo público ayer coincidiendo con la Diada, advierte de que las continuas tensiones también presentan implicaciones potencialmente negativas para el Gobierno de Cataluña, cuya nota de solvencia actual es 'Ba3' con perspectiva 'negativa', lo que implica un grado de solvencia de calidad cuestionable y con opción de empeoramiento de la calificación.


En este sentido, aunque hasta el momento el debate político sobre la independencia no ha afectado al apoyo de liquidez del Gobierno central al regional mediante el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), la calidad crediticia de Cataluña "podría verse afectada negativamente si las tensiones políticas se intensifican aún más, provocando dudas sobre la voluntad del Ejecutivo central de continuar proporcionando apoyo financiero".

Pero el aviso de Moody's de rebajarle la nota calificadora a la Generalitat de Cataluña no es el único, dado que la semana pasada Fitch, que también la tiene en 'bono basura', advirtió de la importancia de sus relaciones con el Gobierno central para su perfil de crédito debido a que se trata de una de las regiones españolas más dependientes de los mecanismos de apoyo de liquidez que el Estado proporciona a las comunidades autónomas.

"El gran poder" del Gobierno central

"Las relaciones con el Gobierno central son muy importantes para el perfil de crédito de Cataluña, ya que la región depende en gran medida del apoyo de liquidez, fundamentalmente del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y de los anticipos de tesorería para atender gastos inaplazables", señaló la calificadora. De esta forma, subrayó "el gran poder" que tiene el Gobierno central para intervenir si así lo decidiera, aludiendo a ciertas medidas concretas que podrían ser adoptadas como la suspensión de algunos o todos los cargos políticos del Ejecutivo catalán, o el recorte de la financiación si se utilizara para cubrir los costes de la celebración del referéndum.

Fitch recordó  que a Cataluña se le retiró el nivel de calificación 'BBB-' a finales de 2015 y fue calificada con el rating 'BB' con perspectiva 'negativa' debido al empeoramiento de las relaciones con el Gobierno central. Por ello, señaló que se podría volver a adoptar una decisión negativa respecto a su perfil de crédito si se diera el caso de "una escalada significativa de hostilidades entre gobiernos o si se debilitara el apoyo de liquidez". Por tanto, "una reducción o retirada del apoyo financiero del Gobierno central al autonómico refleja muchos riesgos para Cataluña, dado su débil desempeño presupuestario, el alto endeudamiento y los riesgos de refinanciación", apuntó Fitch.

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