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La 'Primavera Europea' denuncia la existencia de sistemas de salud “a dos velocidades”

El Eurodiputado Jordi Sebastià (Compromis) lleva al Parlamento Europeo los recortes sanitarios en España y el trato a los migrantes

10/04/2016 - 

BRUSELAS. Un sistema de salud eficaz como el español —basado en la asistencia universal— que el Gobierno intenta transformar en otro cuya piedra de toque sea el pago de una cuota y que deja fuera a algunos de los colectivos más necesitados, puede ser el inicio de un derecho a la sanidad a ‘dos velocidades’. Esta fue una de las denuncias que se pudo escuchar en el encuentro Refugiados: otro desafío para la sanidad universal en la Unión Europea que tuvo lugar el pasado jueves 7 de abril en el Parlamento Europeo. La cita fue impulsada por la Primavera Europea (la coalición Verdes / EFA) y fue organizada por el europarlamentario de Compromís Jordi Sebastià.

En el acto, el exalcalde de Burjassot también denunció la ilegalidad del acuerdo con Turquía para atender a los refugiados y recordó que el derecho universal a la atención sanitaria es “prioritario e irrenunciable” y arremetió contra los sistemas paralelos en función de la renta o la situación legal. Por último, apuntó la necesidad de hacer una aproximación holística (integral) a la atención sanitaria. Igualmente, incidió en que el problema de la actual crisis no es de las instituciones europeas sino de los estados miembros (pues ellos tienen las competencias) y que aunque existen acuerdos en la materia “muchas veces no se cumplen”.

Entre los asistentes al acto estaba el valenciano Antonio Bayón, miembro del Observatorio del Derecho a la Salud, que denunció el intento del Gobierno español de acabar con uno de los sistemas sanitarios más sostenibles de Europa. España dedica a este capítulo el 9,4% de su presupuesto un 9,4% anual, “menos que Alemania (11,3%) o Francia (11,6%) y es comparable en cuanto a la calidad asistencial”, dijo.

El Observatorio, que reúne a 85 asociaciones, ha liderado la lucha contra los dos Reales Decretos que, desde abril de 2012, “han intentado convertir el sistema español de sanidad universal en otro basado en un seguro en el que, sólo el que contribuye tiene acceso a él”.  Recordó Bayón que “se nos pretende convencer de que los emigrantes reciben unos beneficios por los que no pagan, lo cual no es cierto. Aunque carezcan de documentación también pagan impuestos directos e indirectos que sirven para mantener el actual sistema”.

Otro de los puntos que criticó, además de recordar que ese modelo es contrario al código deontológico de los médicos, es que “es una reforma que se basa en garantizar la presunta sostenibilidad del sistema pero a día de hoy, como señaló el Tribunal Constitucional, el Gobierno no ha aportado un solo dato para avalar esta afirmación”. Señaló también que el discurso oficial “olvida el problema del turismo sanitario que existe pero que no lo causan los migrantes sino los ciudadanos del norte de Europa”.

Bayón destacó que, a día de hoy, ya se han contabilizado unos 2.130 casos (1.381 en los primeros meses de 2169) en los que se ha denegado atención sanitaria a personas que tenían derecho a ella, “160 de ellos tuvieron a niños como protagonistas y 266 a emergencias”. “La exclusión sanitaria”, concluyó, “no solo se está produciendo por inacción sino también de manera activa por culpa de la legislación”.


El drama (y el mito) de los refugiados

Sagrario Martín, presidenta de Médicos del Mundo en España, aprovechó su intervención para arremeter contra algunas de las ideas que han aparecido en el debate sobre la crisis de los refugiados. En primer lugar destacó que de los 60 millones de desplazados que hay en el mundo “sólo uno corresponde a Europa. En Turquía, por ejemplo, la cifra es de 2,7 millones y en Jordania suponen el 10% de la población”. Unos datos que evidencian aún más la vergonzosa actitud de los países europeos en esta cuestión.

Tras recordar que ya se han contabilizado más de 500 muertes por esta crisis humanitaria, criticó que “el acuerdo con Turquía, para que se haga cargo de los refugiados, es inmoral, ilegal e ineficaz”. Por lo que refiere a la cuestión de atención sanitaria, lamentó la ausencia de medidas específicas.

Sobre este colectivo recordó que según los datos de 2014 —“y los de 2015 será peores”, añadió— el 70% no recibe ningún tipo de atención sanitaria mientras huye de países en guerra y que se ha denegado atención sanitaria al 54,2% de las mujeres embarazadas (no recibió atención prenatal) y que entre el 60 y el 66% de los menores no ha sido vacunado contra el tétanos, tosferina o hepatitis B.

Análisis obligatorio a los refugiados

Por su parte, la principal asesora de la Comisión Europea en Salud y Gestión de Crisis de la Comisión Europea Isabel de la Mata, desató cierta polémica al recordar que la salud de la mayor parte de los refugiados que llegan a Europa en busca de asilo no es tan mala como cabría pensar sino que “su situación es el resultado de las condiciones de un viaje en condiciones ‘no muy duras’ ya que en sus países de origen, por lo general estaban sanos”.

Así, quiso matizar la idea de los que buscadores de asilos pueden ser un foco de enfermedades. Aunque su análisis no incluyó los problemas de salud mental, apuntó que “mejor que someterlos a todos a screenings obligatorios, que no deja de ser invasivo y dar una imagen de lo que no es, sería mucho más útil dotarles de un pasaporte sanitario para que, a lo largo de todo el viaje, los distintos sanitarios que les atienden tengan un visión clara de su situación, sus necesidades…”.

La asesora de la Comisión Europea puntualizó antes de finalizar su intervención que los principales problemas de este colectivo son “la falta de seguimiento y las dificultades para integrarse en el sistema sanitario de los países de acogida”. Además, recordó, que la UE no tiene competencias en materia de sanidad así que las críticas por la gestión de la crisis no deberían centrarse en las instituciones europeas sino en los estados.

Al encuentro también acudió Stephan Vandam, miembro de la Organización Mundial de la Salud, quien recordó que los refugiados “no constituyen ninguna amenaza adicional para Europa”. Desde su punto de vista, la importante es lograr es sistema que permita que este colectivo pueda recibir servicios sanitarios “desde el origen hasta el destino” y que, a la hora de dar esta atención, se coordinen todos los estamentos: el educativo, los servicios sociales…

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